Parte #2: "Bipolaridad"

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—¡Adam, que bobo!—gritó Allison, al finalizar la cena improvisada que teníamos—¿Cómo puedes ser amigo de este chico sin querer matarlo?

Miré la sonrisa sárcastica que le regaló Walter a Allison cuando sus ojos se cruzaron.

Que bella sonrisa, que bellos ojos, que fea actitud.

—Él me ama, ¿no es así?—respondió Adam, abrazando a Walter.

—En este momento solo quiero matarte por estar aquí hace una hora, así que coincido con tu chica.

—Vamos, Walter, baja esa defensa, no te queda.

Walter solo tomó su bebida y quitó su brazo bruscamente. Se levantó de su asiento, dejó unos billetes en la mesa y salió del lugar.

—Bueno, no esperaba eso.

Todos guardamos silencio un momento.

—Yo también tengo que irme—dije, levantándome de la silla.

Allison sonrió. Esa odiosa, solo quería que me fuera para poder quedarse con Adam, le hice el trabajo muy fácil.

—Oh, entiendo, ¿quieren que las lleve?—Adam sonrió—Puedo llevarlas a su casa, ¿viven juntas?

—Sí...

—¡No!—interrumpió Allison—Nooo, claro que no, no vivimos juntas.

—Entieeendo—respondió confundido—Bueno, es mejor irnos antes de que sea más tarde.

Allison tomó del hombro a Adam.

—No te preocupes, cielo, Emily puede llegar sola a casa, ¿cierto?

La miré asustada, ¿irme sola?, ¡¿irme sola a las malditas dos de la mañana?!, ¡¿cómo esperaba que llegara?!

—De verdad, Ally, puedo llevarlas a ambas...

—Cómo dije, no es necesario—¡¿realmente era tan mala para dejarme aquí?!—Uno de mis chóferes llegara en diez minutos por ella, nosotros podemos irnos.

—¡Allison!—dije, ya molesta y desbordada por la situación

Ella tomó mi brazo y me guió lejos de Adam.

Miré sus ojos azules tan cerca de los míos, las dos estábamos demasiado irritadas por la situación.

—Emily...

—¡Carrie!

—Carrie—dijo, bajando el tono—no es mentira lo que digo, sí van a venir a buscarte, ¡deja de exagerar y deja que me vaya con Adam!

—¡¿Cómo me puedo fiar de ti?!, ¡¿estás loca, de verdad crees que...?!—puso su mano sobre mi boca.

Miró a un preocupado Adam de reojo y le sonrió.

¡¿Cómo es que era que podía cambiar de gestos tan rápidos y dejar de parecer un demonio para ser un ángel?!

—Toma—me dio un billete-Sí es que no vienen por ti... que es imposible, porque mi chófer viene en camino, puedes pedir un taxi con el efectivo.

—Esta es la última vez que salgo contigo, Allison, que lo sepas.

Tomé el billete de su mano con fuerza mientras su sonrisa se disparaba por toda su cara.

La odiaba. La odiaba por ponerme en esta situación y me odiaba por dejarme ponerme en esta situación.

—¡Ya lo conversamos!—tomó la mano de Adam—Vamos, corazón, es hora de ir a casa.

Adam me miró, no muy seguro de salir de allí. Sonreí y asentí esperando que esa fuera la señal que necesitara para irse.

Él tomó la mano de Allison y salieron de allí, dejándome en el restaurante más lastimero de todos.

Me senté agobiada y preocupada por la situación, agaché mi cabeza sobre la mesa y cuando estaba a punto de llorar escuché su voz.

—¿Te llevo?

Levanté mi cabeza mirando sus ojos grises. Mi boca se abrió un poco al ver su rostro, ¿no se había ido ya?

—¿Te llevo?—Walter repitió con más afirmación.

—Yo... ¿qué haces aquí?

Él me miró y sonrió.

Me sonrojé.

—Bueno, esas dos personas me estaban irritando, no quería estar más tiempo allí, regresé para ir al baño pero pude escuchar la conversación con tu amiga...

—No es mi amiga—dije—Vaya escena, ¿no?

—No se iba a dar por vencida, ¿cierto?

Negué con mi cabeza mientras hacía un ademán con las manos.

—¿Te puedo llevar?—la petición se hizo más dulce esta vez.

¿Dónde habían dejado al Walter de hace media hora y quién es este impostor?

Fruncí el ceño.

—¿Acaso eres bipolar o algo así?

El estadillo de su risa inundó mis oídos.

Miré su rostro despreocupado, tan contrastante con el que me topé hace dos horas, incluso ahora se veía más lindo que antes, ¿por qué me siento tan atraída a este chico tan voluble?

—No, solo no voy a dejarte aquí sola y menos a estas horas.

¿Por qué se preocuparía por mi?

—¿Puedes dejar de fruncir el ceño cada que hablo?

Allí está, el Walter de hace dos horas regresó.

—Lo siento, es solo que esto es tan extraño...

—¿Quieres que te lleve o no?

Su rostro volvió a ser serio, dejando de lado aquel chico relajado que estaba hace un minuto.

Sí, en definitiva este chico era bipolar.

—No voy a hacer nada, lo prometo.

—¿Cómo puedo fiarme?

—No eres de mis gustos.

¡¿Por qué me dolió escuchar eso?!

—Y aparte, no salgo con chicas—mis ojos se abrieron—Me refiero a que en este momento, no estoy disponible.

Volví a fruncir el ceño.

Él viró los ojos.

—No voy a insistir más, está bien sí no quieres...

—¡No!, está bien, llévame a mi casa.

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⏰ Last updated: Apr 03 ⏰

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