The Princess 2

19

Carlos se aclaro la garganta una vez que se encontraba a solas con la princesa y rezaba mentalmente que sus manos no temblaran o estuvieran demasiado temblorosas. Nunca se había sentido tan nervioso como en ese momento, ni cuando su madre le gritaba por no cumplir con sus caprichos

— Y-yo.... No sé cómo comenzar —murmuro soltando una risa nerviosa— Traje esto para ti —el hijo de Cruella le extendió la pequeña caja blanca con dorado que tenía perfectamente amarrado un listón rosa— Quizá no es demasiado pero prometo que tan pronto nos graduemos lo cambiaré por uno de oro o una piedra más grande, uno que realmente merezcas

La rubia deshizo cuidadosamente el moño del listón para abrir el regalo de Carlos y quedó sorprendida al encontrar un anillo de oro con un pequeña diamante rosa en forma de corazón

— Si no te gusta puedo ir a cambiarlo —siguió balbuceando el chico al no obtener una repuesta verbal—

— No, no. Es realmente precioso, ¿Acaso intentas proponerme matrimonio antes del baile? —pregunto ella divertida

— No, quiero decir, quizá —murmuro sonrojado— Es más una invitación a que me acompañes al baile aunque Evie no paro de parlotear que el baile es comprometerse antes de comprometerse y yo realmente me veo en un futuro contigo pero se que te encuentras en tu punto más importante, además de tus planes para la universidad asi que pensé en un anillo de promesa —explico a la vez que sacaba el anillo de la caja y lo ponía a la altura de su corazón— Yo, Carlos Devil con este anillo te prometo todo mi amor, aprecio y respeto, seré por siempre y para siempre tuyo. ¿Quisieras ir al baile conmigo?

— Sí, creí que era obvio —rió nerviosa sintiendo el anillo ser deslizado por su dedo anular con ligeros movimientos debido a los nervios del chico

Una vez el anillo en su dedo Carlos depósito un beso en la pequeña joya antes de ser tomado por el cuello de su camisa y sentir los labios de su preciosa novia contra los de él haciéndolo suspirar de amor

El pasillo de las habitaciones de chicos estaba desierto, lo cual preocupaba a Rosalie en caso de que su hermano no se encontrará ahí

La pelirroja se dirigía con determinación a la habitación de Robin cuando sintió un choque contra sus piernas, al bajar la mirada se encontró con Chico bastante inquieto que soltaba algunos lamentos

— ¡Por el polvillo de Hadas, Chico!, ¿Te lastimé? —pregunto preocupada agachándose para tomarlo en brazos y revisar ella misma al cachorro. Se sentiría peor de lo que se encontraba si había lastimado aquel perrito

— Se me perdió —se lamento el perro en sus brazos ignorando su pregunta

— Claro que no, Carlos está con ________. Si corres los alcanzarás

— Él no, la niña se me perdió —siguió sollozando— La humanita se me escapó cuando buscaba comida en la cama de Jay

— ¿De que niña hablas?

— De la humanita que ________ trajo de la isla

— ¡¿Secuestro a una niña?!

— No pero eso no importa ahora, ¿Segura que no haz visto nada? Es pequeña, habla muy poco, cabello gris, ojos grises y como puedes notar es buena jugando escondidas. Si no la encuentro meteré a todos en graves problemas y decepcionaré a Carlos...... Quizá prefiera jugar con otros perros que conmigo, ¿ahora con quién combinare mis conjuntos?

— Cachorro llorón —Rosalie se sobresalto al escuchar aquella voz desde la oscuridad. Poco a poco se reflejo una figura infantil

— Supongo es ella —dijo la Hood saliendo de su trance para después bajar al perro

Chico movía su cola animadamente a medida se acercaba a la niña para ofaltearla y comprobar su estado

— 1,2,3 por Hadara —hablo Chico antes de reír— Perdiste. El viejo truco de los lamentos nunca falla

— Ya no quiero jugar esto —se quejo la niña al perder— Volvamos a la habitación de Carlos a jugar con su cosa esa en la pared

Rosalie se guardo sus comentarios al ver la extraña relación entre la niña y el cachorro, Chico realmente había hecho una jugada sucia pero no podía quejarse debido a que ella se la había enseñado

Tras aquel suceso simplemente se adentro a la habitación de su hermano como si fuera la suya

— Toca la próxima vez, podría estar desnudo —se quejo Ryder, el compañero de habitación de Robin

— Ya he visto más de ti que la mayoría —dijo ella desinteresada dejando que el hijo de Rapunzel se terminara de vestir mientras le daba la espalda— ¿Dónde está Robin?

— En el baño terminando de ponerse perfume —señalo el castaño— ¿Le dirás?

— Sí, esto me está comiendo viva —susurro la pelirroja llenando sus pulmones de aire para después dejarlo salir en un gran suspiro

— Suerte —susurro Ryder tomando sus cosas para salir. Beso con delicadeza la frente de la chica antes de salir para darle privacidad a los hermanos

Segundos después la puerta del baño reveló a un pelirrojo que halagaba su propio reflejo brindándole sonrisas y miradas aparte de los cumplidos. Iba dispuesto a conquistar algunas chicas pero al ver a su hermana su sonrisa coqueta se borró

— ¿Qué quieres?

— Lo lamento —comenzo Rosalie sin poder mirarlo siquiera a los ojos— Debí contarte desde que todo comenzó pero por primera vez me sentí asustada de lo que yo sentía, de lo pensarás y tome la opción mas fácil. Creí que pidiendo una transferencia a otra escuela todo se calmaría pero solo me engañaba a mi misma, no importa el lugar que pisará todos en algún momento lo sabrían

— ¿De que estás hablando? —el semblante de Robin cambio a uno preocupado ya que él solamente había encontrado la carta de aceptación de la escuela que su hermana había solicitado

— Chad me encontró besando a Jordan —confeso como si fuera un crimen— Yo no sabía que era Chad pero comenzaron a llegarme mensajes anónimos acosandome, Sean el primo de Doug me ayudó a decifrar de quien se trataba justo cuando comenzaba a amenazarme con divulgar fotos del beso. Sentía curiosidad de lo que mis sentimientos me decían pero algo así, algo tan inatural en Auradon es prácticamente un crimen.

» Así que me escondí y me ví obligada a aceptar ante él que me gustan las chicas del mismo modo que los chicos. A Ryder ni siquiera le molestó y eso que estamos en algo, fué él quien dió la idea cuando le dije que aveces me llegaba a sentir atraída con algunas chicas, al principio creia que era por lo bonitas que eran pero no, me gustan

Robin se quedó procesando aquella revelación haciendo que Rosalie mordisqueara sus labios de los nervios por su respuesta

— Necesitabas la firma de alguno de nuestros padres para solicitar el cambio —fue lo único que dijo el chico

— Puede que el tío Jhon haya falsificado la firma de mamá —revelo para pocos segundos después ser asfixiada en un abrazo

— Supongo que tengo permiso para golpear a Chad en cuanto lo vea —murmuro Robin contra el cabello de su hermana. Había extrañado mucho su presencia— Aunque igual lo haré si te opones

Finalmente parecía que los Hood habían arreglado sus problemas