𝐴𝑚𝑏𝑒𝑟

3 "Ruega por nosotros"

El día llegó, el día que nunca creí que sucedería y menos así; me perfumaba mientras su mente daba vueltas y vueltas. Ya había vomitado más de dos veces e intento mantenerme de pie pero simplemente no puedo, el perfume era para ocultar el hecho que estoy destrozado. Esto no puede estar pasando... Dios, dime que esto es falso.

𖤍𖤍𖤍

Bajé del auto y acomodé el cuello alto de mi camisa, hace un frío de la mierda que me siento como cadáver. Hay tantos autos que vienen con el mismo propósito: El funeral de Amber Ashford.
Escucho llantos, mientras más me voy acercando al lugar más siento como mi estómago se comprime como si fuera una pelota antiestrés. Todos vistiendo de negro invocando más a la tristeza en este lugar.

Notó a la familia de Amber realmente mal, todos lloran sin control, unos llorando en sus asientos y otros con su mano sobre ese ataúd, buscando sentir su presencia solo una última vez.

-Catherine... En serio lo siento -Dije cuando me acerqué a la madre de Amber quien tenía la mirada apagada, en cuanto me miró la mujer me abrazó fuertemente. Sus lágrimas mojaban mi abrigo pero no puedo ponerme a pensar en mi vanidad cuando la madre de quien se robó mi corazón lloraba tan desconsoladamente.

Sé que dar mi pésame no ayudará en nada... No traerá a Amber de vuelta pero me hace sentir paz, a pesar de saber lo mucho que sufrió en sus últimas horas.
Saludo a cada miembro de la familia y ellos a mi de regreso, no quiero acercarme al ataúd, me siento terrible que quiero vomitar otra vez. Solo miro desde lejos, la alfombra roja que piso termina hasta el fondo de la sala en donde el ataúd de mi amada Amber está.

-Sé lo cercanos que eran... Esto debe ser tan difícil para ti también... Pero ella ya está en un lugar mejor -Sentí que tomaron mi brazo, era la abuelita de Amber quien dijo eso queriendo consolarme.

-Me siento mal... Sé que pude hacer más por ella y aún así la perdimos -Respondí con mi voz triste, no quiero pensar en una vida sin escucharla hablar o reír.

-Mi niña no querría vernos así de tristes, recordemos su memoria de la forma en que ella era...

La señora mayor me dió un beso en mi mejilla y se fue, rato después me acerqué al ataúd, quería asegurarme por milésima vez de que esto era real. La ventana del ataúd estaba abierta; un sentimiento de miedo e inquietud se apoderó de mí mientras me iba acercando al ataúd de Amber, miré su rostro pacífico.
Observé como la habían maquillado tan bien que se veía igual a como siempre era, mejillas rosas y labios naturalmente carmesí.

"Solo está durmiendo..." Me repetía a mi mismo mentalmente mientras la observé, quise vomitar del sentimiento que me dió verla. Mi mano temblorosa tocó el ataúd y con la otra mano rápidamente cubrí mi boca al no creer aún lo que mis ojos miraban.

- Perdóname Amber... Perdóname por no poder evitar que esto terminara así...

Mi voz comenzaba a romperse al igual que mi alma estaba rota, mis ojos llenos de lágrimas y me sentía vacío, en un pozo sin fondo. Comencé a llorar mientras recargaba levemente mi frente en el ataúd, lloraba más que nunca... Esto era el fin para mí.
Sentí la mano de la mamá de Amber tocar mi hombro para consolarme pero yo solo lloré como un idiota destrozado, en un repentino momento abracé a la señora de nuevo pero ahora yo era el que lloraba en su hombro. La mujer acariciaba mi cabello suavemente.

No era suficiente... El servicio de flores funerarias para esto ¡No era suficiente! Debía hacer algo y rápido para darle justicia, ahora solo podía llorar como un bebé abandonado.

....

Estaba sentado en una silla de plástico negro, me senté en los asientos más lejanos que eran los de plástico para estar solo, mis manos sostenían un vaso de agua y solo miré la transparencia del líquido. Debo cambiar... Debo hacer algo por ella.