Engaño KookV [TERMINADA]

16

La mañana siguiente, Taehyung despertó con la sensación de un peso en el pecho.  La discusión de la noche anterior aún resonaba en sus oídos,  las palabras de Jungkook   le hacían un nudo en el estómago.

Se levantó de la cama con un nudo en la garganta,  la imagen de su esposo,  tan frío y distante,  lo llenaba de tristeza.

-No puedo vivir así-,  se dijo,  con la voz entrecortada.  -No puedo vivir con un hombre que no me quiere,  que no quiere a su hijo-

Su mirada se posó en el vientre aun plano,  pero que se encuentra creciendo el pequeño ser, un símbolo de la felicidad que le había sido arrebatada.

-¿Qué va a ser de ti,  mi pequeño?-,  se preguntó,  con un dolor profundo en el corazón.  -Te daré todo el amor que necesitas,  pero tu padre...  no puedo obligarlo a estar a tu lado.-

Se dirigió al baño,  mirándose al espejo.  Sus ojos estaban hinchados por las lágrimas,  su rostro reflejaba la tristeza que lo consumía.

-No puedo permitir que me destruya-,  se dijo,  tratando de encontrar un poco de fuerza.  -Soy Taehyung,  y soy fuerte.  Voy a salir de esto,  voy a ser feliz.-

Se vistió con cuidado,  tratando de recuperar un poco de su sonrisa habitual.  Pero era inútil,  el dolor seguía ahí,  carcomiéndole el alma.

Bajó al comedor,  pero no encontró a Jungkook   allí.  Un mensaje en la mesa le informaba que se había ido a la oficina.

-No puedo seguir viviendo esta farsa-,  se dijo,  con una determinación que la sorprendió a él mismo.  -No puedo seguir fingiendo que todo está bien,  cuando la verdad es que nuestro matrimonio está roto.-

Tomó un café,  pero apenas lo pudo probar,  la amargura de su corazón lo llenaba todo.

-No se lo voy a permitir-,  se dijo,  con una voz firme.  -No voy a dejar que me destruya,  no voy a dejar que se aproveche de mi amor.  Me voy a alejar,  voy a comenzar una nueva vida,  una vida donde encuentre la felicidad que me ha sido arrebatada.-

En ese momento,  una decisión clara se instaló en su corazón.  Se iría,  se alejaría de Jungkook,  no solo por él mismo,  sino por el bienestar de su bebé.

Tomó una maleta,  llenándola con ropa,  con algunas fotos,  con recuerdos que le recordaban la época feliz de su relación.

-Te amaré siempre,  Jungkook-,  susurró,  con lágrimas en los ojos.  -Pero no puedo vivir con mentiras,  no puedo permitir que me hagas daño.-

Se dirigió a la puerta,  con la maleta en la mano. Pero antes de salir   Una mezcla de tristeza,  de dolor,  de determinación,  lo inundaba.

Se aferró a la esperanza de que,  algún día,  encontraría la felicidad que tanto anhelaba.