HASTA LA LUNA [Young Cister] Bandidos 2

Capitulo 1

Esteban POV:
¡Qué chucha weón, hoy todo me sale mal. Justo hoy que la Sarah y mi sangre se casan. El traje me queda grande, la corbata culiá' me quedaba como las weas y para variar, falta menos de dos hora para la boda.

Como habrán escuchado, los chicos se casan y sí, soy el padrino. Y como padrino, ya debería estar allá, pero tuve que terminar los últimos detalles pa' mi álbum. Les prometo que es lo más complicao' , porque el día de la revisión completa del álbum es cuando encuentrai' más errores, y es muy estresante weón. Las canciones estaban bien, pero los créditos tenían el medio enreo'. Afortunadamente, lo arreglé a tiempo y ahora estoy decidiendo qué chucha ponerme.

—Amigo, te veí' bien, oh. —Me retó la Coni, amiga y compañera de trabajo. Ella es fotógrafa, estilista, maquilladora, directora, guionista, ¡todo lo que se necesite! En fin, una chilena muy reconocida en el medio.

—No, loco, me veo terrible. —Estaba desesperado, con Fran seríamos los padrinos de la boda y ella usaría un vestido azul, así que mi corbata tenía que combinar poh. No todos los días se casan tus mejores amigos, tenía que ir presentable a la boda.

—Buta la weá', Coni... —La miré buscando ayuda.

—Bueno, ya, Esteban. —Se acercó y me quitó la corbata de una. Pensé que me la acomodaría o algo así, pero me dejó solo en el baño y se fue a buscar algo. ¿Qué onda?

—Ponte estos zapatos y deja de molestar. —Los miré extrañado, nunca los había visto, estaban geniales, eran azules y tenían unos detalles brillantes.

—Oh, ¡la weá' buena! —Le sonreí y me agaché para ponérmelos, se veían súper bien. Salí del baño y me vi en el espejo completo. Estaba listo.

—Coni, te pasaste... Gracias, amiga. —Se acercó y arregló mi cuello de camisa.

—Así está mejor... Ya estás listo. —Me sonrió y me dio un golpecito en la cola cuando caminé hacia la puerta.

Mentiría si les dijera que no estoy nervioso weón. Mis amigos después de un año por fin se iban a casar. Lo hubieran hecho hace mucho tiempo, pero entre los shows, las giras y los viajes. La boda se fue aplazando y aplazando.

Miré el retrovisor y cambié de pista. La ceremonia sería en un recinto abierto, ósea al aire libre, sin tanto techo. El lugar en sí era súper lindo, tenía terraza, quincho. Pero lo malo es que queda a la chucha de Vitacura, donde estoy viviendo actualmente. La weá' queda en Cajón de Maipo, como a dos horas de mi casa.

—Cuánto falta hermanito. —Suspiré. Miré la pantalla. Les juro que el David me preguntaba cada 10 minutos.

—Una hora, mi sangre— Apoyé el brazo en la puerta. Se Mandó el medio bostezo el David. Si no lo quisiera tanto les juro que le sacaría la chucha.

—David, ya deja de preguntarle. —Le dijo la Coni sentada en los asientos de atrás.

—¿Sabí' qué? Mejor pongamo' música,—sugirió el David mientras encendía su celular y lo conectaba a la radio. Pusimos varios temas y cantando a todo pulmón. Es asombroso cómo la música puede cambiar mi  ánimo en cosa de segundos weón.

—Ahora sí que falta poco— Exclamé entre risas al ver a David y a Coni. Estaban agotados, y claro, se la han pasado de show en show.

Permíteme explicarte. David, también conocido como Kidd Vodoo, es un cantante en ascenso muy querido en el medio. Aunque lleva un tiempo haciendo música, últimamente ha estado muy enfocao' en escuchar y aprender. Por como que lo he "adoptao", quiero protegerlo o al menos enseñarle cómo funciona todo esto, ¿cachai? A veces es fácil dejarse llevar por las discográficas que ofrecen montañas de plata, pero uno se da cuenta después de que te encadenan y abusan de tu trabajo por no leer la letra chica. El Kidd, mi sangre tiene talento y más del que él cree. Mi hermano está loco, hace letras súper pulentas, letras que le llega gente. Es cosa de meterse en TikTok weón, y está repleto de videos del David.

Me detuve al apagar el motor. Habíamos llegao' hace un rato, pero no encontraba la entrada del recinto, así que me quedé un rato en el auto, no quería despertar a los cabros, estaban cansados.

—Hermano, ven a buscarme. —Había llamado al Nacho, hermano de la Sarah.

—Esteban, no puedo weón, está por empezar. —Chucha, que weá' hago.

—Le diré a una mesero que vaya, no te preocupes. —Escuché como le daba instrucciones a alguien. Menos mal, ya me estaba desesperando.

—Ya, Cister. Irá una señorita.

—Buena hermanito, te pasaste. —Colgué y suspiré. Miré a los cabros, estaban raja.

Estuve un rato viendo las redes hasta que sentí que tocaron la ventana del auto.  Mis ojos se encontraron con una hermosa morena de ojos verdes. Relamí mis labios y le sonreí. Alrededor de sus ojos tenía unas pestañas perfectamente encrespadas. Dios, es hermosa. Su cabello estaba recogido en una alta cola que dejaba caer algunos rizos en su rostro pequeño pero encantador. Sus labios, perfectamente delineados, parecían obra de los mismos dioses; esos genes no eran chilenos, eso estaba claro.

—Se te está cayendo la saliva, mi Sangre —rió David. Lo miré por un momento, el gil estaba cagao' de la risa.

—Na, que ver hermano. —Tosí, haciéndome el weón. Miré a la Coni, todavía estaba raja.

—Despierta a la Coni hermano, y te apurai'. —Agarré mis cosas y me bajé de la camioneta, aproveché de estirarme, la verdad no fue tan largo el viaje, pero igual me agoté.

—La entrada está por allá...—Dijo una voz dulce, pero confundida a la vez. Levanté mi mirada y pude ver en primera a la persona que tocó mi ventana hace un momento.  Vestía con un traje que resaltaba su figura curvilínea. Su estatura era baja, justo como a mí me gustan.

—Esteban Cisterna. —Me presenté al notar que no sabía mi nombre. Sonrió y aceptó mi mano. Fue en el momento donde aproveché para tirar de su mano e impulsarla para chocar mis labios con la comisura de los suyos. Cerré los ojos al sentir el dulce aroma que entraba por mis fosas nasales, era una mezcla de flores muy intenso pero muy rico.

La solté cuando sentí que "tosían". Obviamente era la Coni, mi amiga celosa. Estaba de brazos cruzados y la ceja levantada. No la mal interpreten, no está enamorada de mí. Solo me protege, de la última relación salí muy dañado y no quiere que se repita, y si sinceramente, yo tampoco.

—Ya, poh. Dónde queda la entrada. —Rugió la Coni. La chica me miró avergonzada y nos guió.

—Igual, como que no está na' fea Cister. —Susurró el David, abrazándome con un brazo. Mi sangre había llegado hace poco a mi vida así que no sabía bien lo que había pasado con mi ex.

—No si eso lo tenemos claro. —Nos miró enojada y continuó.

—Pero este ...—Refiriéndose a mi.

—Es re intenso David, no va a querer solo un revolcón. —La miré extrañada. ¿Eso estaba mal?

—Ya, pero Coni. Ta' bien nomas poh. —Comentó mi sangre.

—Claro poh. Porque después a quien le viene a llorar. —Me miró.

—A mí. Y te juro que no quiero que pase de nuevo. —Suspiré, estaba hablado de la Mariana. Una muy linda relación que terminó muy mal.

—Coni, weón. Si ya la superé. —Siempre la sacaba en las conversaciones, me tenía chato. Si a la loca ya la superé. Estoy bien.

—Yo no vi lo mismo en el Festival de Viña. —Abrió la boca sombrado y me reí. Está me va a sacar canas verdes.

—Ya, oh. Apuren... —Giré mi cabeza al ver que la chica se quedó atrás. Era realmente hermosa. La noche es larga, así que hay que aprovechar.