-Melodías del alma- Missa

Zombie -Deathduo-

En un mundo devastado por un apocalipsis zombie, donde la desesperación y la lucha por la supervivencia son moneda corriente, surge la historia de Missa, un valiente sobreviviente que se aferra a la esperanza en medio del caos. Missa, una vez un hombre común y corriente, se encuentra ahora enfrentando el horror de un mundo invadido por los no muertos.
La vida de Missa dio un giro inesperado cuando el brote zombie arrasó con todo a su paso. En medio del caos, perdió a su esposo, Philza, quien se convirtió en uno de los temidos muertos vivientes. Aunque en un principio su instinto de supervivencia lo instaba a mantenerse alejado de los zombies, algo en él se resistía a olvidar a Philza, el amor de su vida.
Con el tiempo, Missa descubrió que Philza, a pesar de su nueva condición, conservaba recuerdos de su vida pasada. Determinado a reconectar con él de alguna manera, Missa emprendió una peligrosa búsqueda para encontrar a Philza entre las hordas de zombies que deambulaban por las calles desiertas.
Su viaje estuvo lleno de peligros y desafíos. Encontró grupos de sobrevivientes hostiles, enfrentó hordas de zombies sedientos de sangre y luchó contra sus propios miedos y dudas. Pero en su corazón ardía una llama de esperanza que lo impulsaba a seguir adelante.

Finalmente, después de enfrentar innumerables obstáculos, Missa encontró a Philza, vagando sin rumbo en medio de un suburbio abandonado. A pesar de su aspecto desgarrador y su comportamiento errático, Missa reconoció en sus ojos el brillo de la persona que una vez amó.
Decidido a recuperar a Philza, Missa se propuso ayudarlo a recuperar su humanidad perdida. Aunque enfrentaron desafíos inimaginables, juntos se embarcaron en un viaje de redescubrimiento y conexión emocional.

"Philza, soy yo, Missa", dijo con voz temblorosa mientras se acercaba cautelosamente a su antiguo amor.
Philza giró lentamente la cabeza hacia Missa, sus ojos vacíos parecían brillar con un destello de reconocimiento. "M-Missa..." murmuró, la voz áspera y apenas audible.

A través de conversaciones, gestos de cariño y recuerdos compartidos, Missa comenzó a ver destellos de la persona que Philza solía ser.

"Recuerdo... nuestro primer beso", murmuró Philza, con un atisbo de emoción en su voz.
Missa sonrió con nostalgia. "Sí, en aquel parque bajo la luz de la luna..." Missa se sonrojo un poco al recordar esto pero de repente hubo otro recuerdo que lo invadió y lo lleno de nostalgia.

"Recuerdo... antes de que te convirtieras en zombie, lo que me habías dicho" dice Missa con una voz llena de melancolía y tristeza.

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Habían pasado unos meses desde que comenzó el Apocalipsis, Missa y Philza habían logrado sobrevivir con éxito, sabían que si se mantenían juntos iban a poder sobrevivir.

Después de haber enfrentado innumerables peligros juntos y compartido momentos de complicidad, Missa y Philza se encuentran en un momento íntimo, donde Philza expresa sus sentimientos de una manera inesperada.
Missa observa con ternura a Philza, quien parece estar perdido en sus pensamientos mientras contempla el horizonte desolado.

"¿Qué estás pensando, Philza?" pregunta Missa con curiosidad.

Philza se gira lentamente hacia Missa, sus ojos sin vida brillan con un destello de emoción. "Missa... si yo fuera un zombie..." comienza a decir con voz entrecortada.

Missa lo mira con atención, esperando escuchar sus palabras.
"Nunca comería tu cerebro...", continúa Philza con determinación, "quiero tu corazón".
Missa se queda sin aliento ante las palabras de Philza, conmovido por su declaración de amor en medio de la oscuridad y el caos que los rodea.

"Philza..." murmura Missa, incapaz de contener las lágrimas de emoción.
Philza se acerca a Missa y lo abraza con fuerza, prometiendo protegerlo con su vida.

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Philza lo escucho atentamente y le dio una sonrisa algo decaída ya que él sabía que no le quedaba mucho.

"Quizás logremos recuperar el antiguo mundo donde vivíamos mi lindo solecito" dice Philza con voz suave y algo entrecortada.
Missa le sonríe "lo haremos amor mío" dijo con una sonrisa brillante.

Pero su camino hacia la redención no estuvo exento de peligros. En su búsqueda por encontrar una cura para la condición de Philza, se enfrentaron a científicos despiadados que buscaban utilizar a los zombies como armas, así como a grupos de fanáticos que veneraban a los no muertos como deidades.

"No dejaré que te hagan daño, Philza", prometió Missa, empuñando su arma con determinación.
Philza asintió débilmente, su mirada llena de gratitud. "Te amo, Missa", susurró.

Al final, a pesar de todos sus esfuerzos, Missa y Philza no lograron encontrar una cura para revertir la condición de Philza. A medida que el tiempo pasaba, Philza comenzó a perder gradualmente los recuerdos de su vida pasada, y su conexión con Missa se desvanecía lentamente

"Lo siento, Missa... ya no recuerdo quién soy...", murmuró Philza con tristeza, mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

Missa, destrozado por la realidad desgarradora de la situación, se aferró desesperadamente a los últimos momentos de lucidez de Philza. Juntos, compartieron momentos fugaces de intimidad y amor, sabiendo que el tiempo estaba en su contra.

"Te amo, Philza... siempre te amaré", susurró Missa, con la voz entrecortada por la emoción.
Philza asintió débilmente, su mirada perdida en el vacío. "Yo también te amo, Missa... siempre..."

Philza con sus últimos alientos toma una arma y se la entrega a Missa.
"Hazlo por favor... quiero que vivas" dijo Philza con su voz débil.
"No... NO PHILZA POR FAVOR NO ME HAGAS ESTO" la mano de Missa comenzó a temblar "YO NO PUEDO VIVIR SIN TI"

Philza le sonrió con delicadeza "por favor Missa, hazlo por mi"
Missa con lágrimas a los ojos apunta a la cabeza de su amado, su mano temblaba, no quería hacerlo"

"Te amo, no lo olvides" fue lo último que dijo Philza ya que perdió todo recuerdo que alguna vez tuvo para convertirse 100% en un muerto viviente en busca de morder a la persona enfrente suyo.

Missa soltó más lágrimas pero por fin apretó el gatillo acabando con la existencia de ese muerto viviente.
Missa con lágrimas en los ojos solo se desplomó en el suelo llorando desconsoladamente.
"Perdóname! No pude protegerte perdóname Philza" Missa se abrazó a sí mismo llorando desconsoladamente y deseando que todo fuera un sueño, fue cuando escucho a una jornada de zombies aproximándose que volvió a la realidad, tomó sus cosas y salió de ahí aún con el pésame de perder al amor de su vida 2 veces.