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De Forks a Oregón son aproximadamente 8 horas de camino las cuales aproveche para dormir ya que estos últimos días no lo había echo muy bien. Al inicio del camino Mike trato de entablar plática conmigo dándose por vencido al recibir respuestas un poco cortantes de mi parte. Hicimos algunas paradas en las gasolineras que encontramos para poder comer algo y visitar los bellos baños. Después de 8 horas y media porfin llegamos a casa, baje de la camioneta y ayude a Mike con dos de las maletas más pequeñas. Entre a casa absurdamente creyendo que ahí estarían mis padres para recibirme y preguntarme que tal había estado el camino, sin embargo la casa estaba vacía.
-Tus padres aún están trabajando T/n - escuché detrás de mi a Mike mientras cargaba la mas grande de mis maletas.
-Como siempre - susurré sin que el pudiese escucharme.
Trate de ayudar a Mike a bajar mis maletas restantes lo cual resultó un completo desastre al no aguantar ninguna, haciendo que de la vergüenza mejor entrara a casa y me sentase en el sofá. En cuanto termino se despidió de mí dándome una bolsa repleta de dulces, cosa que siempre hacia cuando era pequeña a escondidas de mis padres. 
-Cuidate mucho T/n, no dudes llamarme si necesitas algo.
Le sonreí cálidamente mientras el se despedía de mi agitando la mano y subía a su camioneta, cerré la puerta y me dirigí a mi cuarto para poder empezar a arreglar mis cosas. Revisé mi celular en espera de algún mensaje de mis padres pero no encontré absolutamente nada. Puse algo de música y comencé a guardar toda mi ropa, dieron las 10 pm cuando escuché el auto de mi madre llegar, baje a la sala esperando un recibimiento cálido por su parte pero solo me encontré una mamá de negocios sumergida en su celular, la salude con una seña y ella solo me devolvió una sonrisa de medio lado. Ya hacía tiempo que no tenía aquella sensación de soledad, mi abuela siempre por más simple que fuera lo que le contará prestaba toda su atención y terminaba con una cálida reflexión, era tierno de su parte aunque aveces nisiquiera tomara todos sus consejos ya que algunos eran un poco... Arcaicos.
Me resigné a no tener la atención de mi madre y regrese a mi cuarto, me acosté y sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.
Al día siguiente mi día transcurrió con normalidad, volvíamos a la rutina de hace tiempo, desayunar, comer y cenar completamente sola. Al ya haber terminado la preparatoria mis padres quisieron ingresarme a la universidad de la cuidad a lo que les pedí un año en lo que encontraba algo a lo que de verdad me quisiera dedicar, ellos de una manera no muy convencida aceptaron así que me la pasaba en casa haciendo los quehaceres y en mis tiempos libres leyendo, baje muchísimo de peso y mi estado de ánimo cada día que pasaba decaía más. No había noche que no llorara hasta quedarme dormida, de lamentar el no haberme ido antes con la abuela a pesar de que ella en múltiples ocasiones me lo había pedido, me sentía vacía... Triste... Incompleta a pesar de tener a mis padres, no había día que mi mamá no llegara enojada del trabajo y me dijera lo inútil que podría llegar a ser, que no era lo que ella esperaba de una hija y al terminar solo pedirme perdón justificandose que el trabajo la tenía muerta.
Un mes después de la muerte de mi Abuela salía de casa a comprar despensa cuando encontré un paquete en la puerta al que no le tome importancia pensando que era de alguno de mis padres, lo tome y lo deje sobre la mesa de la sala y salí a hacer mis compras, subí al pequeño auto que mi papá me había regalado como "compensación" por no pasar tiempo conmigo y me fuy. Pasando dos horas llegué con todo lo necesario acomodandolo en la cocina, termine y me senté en el sofá mirando aquella caja que mas temprano había puesto en la mesa. Me levanté y tome la nota que estaba sobre ella.
"Para: T/n Lovegood"

Abrí la caja dejando la pequeña nota en la mesa, al abrirla mis ojos inmediatamente se inundaron en lágrimas al ver una carta que fácilmente pude saber era de mi abuela. En dónde quiera podría reconocer esa hermosa letra. La tome y comencé a leerla.

-" Querida T/n me hubiera gustado tener más tiempo a tu lado, sin embargo agradezco a la vida la oportunidad que me dió al tenerte conmigo estos últimos años de mi vida, se que eres muy sensible mi pequeña ratoncita por lo que leerás esto después de que ya no esté en este mundo, no tuve el valor para entregarte esto con mis propias manos pero ten por seguro que todo lo que esta en esta caja te lo dejo con todo mi amor. Esto mi niña no es un Adiós si no un Hasta pronto ".

Mi segunda oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora