Capitulo 4

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Abrí los ojos de golpe encontrándome en una habitación muy hermosa, me senté en la orilla de la cama sintiendo un horrible ardor en la garganta, no entendía nada... Estaba sumamente confundida. Trataba de pensar por qué estaba ahí sin embargo el ardor era cada vez más intenso, localicé en una pequeña mesa unos vasos y una nota:
"En cuanto despiertes toma esto enseguida"
Comencé a beber de uno de ellos sin siquiera revisar primero que era, sabía... Delicioso. Termine tomándome los 6 vasos que ahí se encontraban pudiendo descansar ya que el ardor en la garganta había desaparecido. Me senté en el borde de la cama analizando lo buena que era mi vista, mi oído podía detectar sonidos a los que jamás había tenido acceso, mi piel era tan blanca, tan fría. ¿Qué demonios me estaba pasando? ¿Acaso era un sueño? Salí de la habitación y empecé a recorrer la casa, era hermosa de dos plantas. Tenía ventanales enormes que daban una hermosa vista a las montañas, una chimenea al centro de la sala de estar, era demasiado grande contaba con múltiples puertas que me dispuse a revisar. Encontré el cuarto de lavado, dos baños uno en cada planta, una biblioteca, un cuarto de cine y al final de un pasillo  encontré lo que parecía ser una pequeña oficina, en ella había muchísimos libros los cuales al revisarlos pude ver que eran sobre medicina, una de las paredes era adornada con muchos reconocimientos, titulos universitarios y muchas mas certificaciones de medicina. Todos compartían el nombre de: "Math Beaumont Harrington"
Mi atención se enfoco en un documento con una fecha en específico "1624"
-¿Pero que carajo?- Dije en voz baja.
Decidí dejar de husmear aquel cuarto ya sabiendo que la persona con la que al parecer ahora vivo es Doctor. Salí de la casa a caminar un poco, aún estaba sorprendida con lo buena que era mi vista y mis demás sentidos. Necesitaba saber cómo rayos esto era posible, camine en dirección al bosque que se encontraba detrás de la casa, sintiendo cada paso dado, cada sonido en él era detectado fácilmente por mi, era simplemente irreal. Ya estaba un poco alejada de la casa cuando algo me detuvo, una especie de pared poco perceptible. Me acerque a quererla tocar cuando está me dió un pequeño choque eléctrico, ocasionando hiciera una pequeña mueca de dolor, trate de cruzarla pero fue imposible.

-Genial, si quisiera escapar de aquí me sería imposible - dije en voz baja.

Resignada regrese a la casa viendo a lo lejos un auto estacionado frente a esta, entre a la casa y en la sala de estar se encontraba un hombre leyendo un documento, era alto, el color de su cabello era un cafe hermoso, llevaba puesta una bata así que de complexión a simple vista podría decir que era media.

-Me alegra que ya hayas despertado, me llamo Math.- dijo dando vuelta para verme sacándome de la bobes de estarlo viendo.

-S... sí yo este me llamo emmm T/n .- Por dios T/n, enserio? Me regañaba a mi misma por lo torpe de mi respuesta.

-¿Cómo te sientes?- preguntó acercándome a mí.

-B-bien, solo estoy un poco confundida - dije bajando la mirada sintiéndolo cada vez más cerca de mí. Me tomo de los hombros y me regaló una gran sonrisa.

-Perfecto, ahora acompáñame. Necesito checarte.-
Se dió la vuelta para dirigirse a aquel pequeño estudio, lo seguí entrando un poco después que él.

-Bien, siéntate.- me ordeno haciendo una seña a la camilla que se encontraba en la esquina de la habitación.

-Necesito saber que pasa, por qué me siento así.- Le dije mientras caminaba hacia mí.

-Te lo diré, solo quiero que estés tranquila, y no te asustes. Estamos de acuerdo?

Asentí sin decir alguna palabra mientras el hacía anotaciones en un cuaderno y me revisaba detenidamente.

-La noche en la que te encontré en aquel accidente, sentí la necesidad de salvarte. No tuve la fuerza para dejarte morir, algo me atraía a tí como jamás me había sucedido.- se sento en una pequeña silla frente a mí y siguió hablando.

-Lamento inmensamente que está haya sido la manera, pero no había otra solución, habrías muerto.-

Levanté la vista y pude ver sus ojos, eran de un color rojo muy intenso lo que hizo me asustará un poco a lo que río levemente.

-Nunca había tenido que explicar esto.- me dijo notablemente nervioso pero en su voz sonaba cierta diversión.

-Todos tus sentidos, tu piel, tu temperatura. Todo lo que sientes en estos momentos solo tienen una explicación, t/n ahora eres un Vampiro, al igual que yo.

Sus palabras resonaban en cada parte de mi cabeza... Un... Vampiro?

Mi segunda oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora