diez - pt. 2

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La castaña agarró las llaves de su casa y agarrada de la mano de su novia salió de la casa con un suspiro nerviosa.

La pequeña chica dió saltitos emocionada, llevaba un tiempo sin salir de casa y le emocionaba el hecho que volvería a salir y más a encontrarse con su amigo.

Jennie le puso seguro a la puerta y caminó hasta los ascensores de vez en cuando mirando a la Gamma con la ropa que le quedaba grande haciéndola ver muy tierna.

A la Gamma le encantaba ponerse la ropa de su novia alegando que la hacía sentir cómoda y protegida, además tampoco tenía mucha ropa de invierno.

Al llegar hasta el ascensor la Gamma se puso al lado de su novia y apretó con emoción el boton 1 luego miró a la mayor y sonrió. Jennie no puedo evitar darle un pequeño beso.

"Te amo" susurró la mayor mirando los ojitos brillantes de su dulce novia.

"Yo también te amo, Nini" respondió Lisa.

El ascensor de detuvo y las puertas se abrieron, un hombre entró, miró a las chicas e hizo una mueca de desagrado al olfatear las dulces feromonas de la Gamma.

"Que asco" murmuró siendo escuchado por la Omega.

"¿Pasa algo?" Preguntó la castaña.

El hombre del mismo tamaño de la Omega la miró y señaló con desagrado a la Gamma.

"No debería estar aquí, es más, no debería existir, es una abominación".

Los ojos de la Gamma se llenaron de lágrimas por las duras palabras de lo que parece ser un Omega, soltó feromonas de tristeza haciendo que su olor se volviera putrefacto. La Omega de Jennie reaccionó con un fuerte gruñido que salió de la garganta de la castaña, al sentir el olor de su amada sus ojos brillaron de un color amarillo y sus colmillos salieron, no dudó en mostrárselos al Omega.

"Repítelo y te rompo el cuello" gruñó Jennie, su olor se había transformado en uno ácido mareando al Omega y la Gamma.

"Hey amiga no te ofendas" dijo el Omega sintiendo el peligro "Estoy hablando con ese abominación, no debería importarte".

"¡Es mi novia y destinada!" Ladró la Omega conteniendo las ganas de saltar sobre aquel hombre y golpearlo.

La Gamma se sobresaltó por el tono de la Omega, se encogió de hombros mientras se abrazaba a ella misma asustada por la agresividad de Jennie, empezó a llorar ahora por el miedo.

"¡Deja de soltar feromonas, fenómeno!" Dijo el hombre a la Gamma sin poder soportar el olor de la menor, ignorando por un momento a la castaña.

Pobre hombre.

Jennie levantó su mano en puño y la estampó contra el hombre con agresividad, el hombre calló hacia atrás rompiendo el espejo del ascensor, miró asustado la sangre en sus dedos y luego a la Omega que parecía estar a punto de matarlo, pero un sollozo llamó la atención de la Omega.

La Gamma estaba hecha bolita en el suelo totalmente asustada.

"Lili...".

Sorry (Jenlisa) OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora