E1:T1; Nombres

359 26 177
                                    

.E1:T1; NOMBRES.

Roberto se levantó, desanimado como de costumbre.

Obviamente, aún tenía algo de esperanza, aunque muy, muy en el fondo. Se fué hacia la cocina, simplemente a mirar el techo.
En eso, escuchó a alguien tocando su puerta, Roberto, fué con miedo, pensando que podría ser un cobrador, cuando se acercó a la mirilla, ¡ERA EL CARTERO!

Roberto trató de no ilusionarse, pero le fué imposible, sabía que lo más seguro es que fuera una factura, pero tenía esperanzas de que podría ser Elisa. Así que abrió la puerta, recibió la carta y... Al leerla, su felicidad aumentó inimaginablemente, casi se le para el corazón, hasta que leyó el nombre.

Roberto pasó de saltar de la alegría a estar totalmente confundido, pensando en quien podría ser.

¿Tal vez Claudia? La vecina de al frente, ¿o tal vez María? La de la otra cuadra. Aunque igual, quien se fijaría en él, probablemente ni su "novia" lo quiera.

Se quedó un rato mirando la carta y vió otro sobre, su cara volvió a tornarse alegre al ver fajos de billetes que podrían pagar todas sus deudas y sobraría.

Rebosante de alegría, fue al primer lugar que se le vino a la mente, las oficinas de correos.

Al llegar, preguntó por Gustavo Antuña, que hace tiempo que es su cartero, y se dirigió a su oficina.

Cuando su novia se fue y Roberto no recibía cartas, siempre lo llamaba y le rogaba que rebuscara. Ahora que por fin le llegó una carta, aún sin ser de Elisa, quería celebrarlo con él.

-¿Aló? ¿Se puede?-Dijo Roberto escondiéndose en la puerta

-¡Roberto!-Pensó Gustavo, no sabía si abrirle, puesto que no lo podía mirar a los ojos desde que le escribió esa carta. Su cabeza no paraba de sobrepensar, con cosas como:

¿Y si reconoció mi letra? ¿Abré puesto algo que delatara mi identidad? ¿Y si me descubre? ¿Le gustaría?

Pero bueno, no podía dejar a Roberto esperando. Así que con un nido en la garganta que casi impedía que entrara o saliera aire pudo decir:

-¡Pasá! No tengás problema.

-Gracias.

-Bueno, y contame, que te trae a mi oficina.

-Y bueno, Resulta que recibí una carta y...

-¡Carta!-Pensó Gustavo sin darse cuenta de que lo gritó en alto

-Y sí, carta, con lo que trabajas, un trozo de papel doblado en un sobre, eso.

-Sí, sí, pasa que trabajé mucho hoy y ya estoy traumado con eso.

-Y sí, me imagino.-Dijo Roberto mientras reía risueño.

Gustavo no pudo evitar mirarlo con cara de amor, lo cual Roberto noto.

-¿Estás buen Topo?-Dijo sacando de sus pensamientos al antedicho.

-¿Eh? ¡Ah! Sí, sí, sí.-Dijo muy acelerado

-Parece que estás en otro mundo vos. Te gusta alguien, ¿ni es cierto?

El rumbo que tomaba la conversación no le gustaba a Gustavo, quería cambiar de tema sí o sí, ya que sabía que en cualquier momento le largaba su amor.

-Y... ¿Qué me decías de la carta?

-Ah, sí. Te decía que llegó una carta de una mina, re profunda, en la que me confiesa su amor. Pero igual no dice nombre, no se de quien es.
También traía dinero, me salvo la vida esa carta.

-Ah, mira vos. ¿Solo eso venías a decir?

-Obvio no, ¿qué te pensás? ¿Que yo te dejo a medias? Claro que no, te iba a invitar a tomar, ¿aceptás? Sos el único amigo que me queda.

-Y, a mi me gustaría que me quitaras hasta las medias...-Pensó Gustavo, pero se arrepintió y quiso devolver el pensamiento al lugar del que nació.

-Entonces ¿Aceptás?

-¿Eh? Sí, obvio

-Dale, te veo en El Bar Tomás.

-Te podías estirar un poco.

-Y para... ¿Qué te pensás? ¿Qué me queda mucho después de pagar las deudas?

-Bueno, por ser vos lo dejo pasar eh, pero no te confiés.

Y así continuaron, hasta llegar al bar, donde tras varias copas, las conversaciones se hacían más confusas y difíciles de entender, hasta que a Gustavo, como buen mal borracho que es, le confesó su amor al del ojo desviado, aunque quien sabe si en verdad se acordarán.
También se confesaron varias cosas que de ahí no saldrán, y obviamente, tampoco recordarán.

.FIN DE CAPÍTULO.

Perdón por tardar, aquí está el 1º capítulo.

TTMP Pr

Bo Cartero! ✉️ TitopoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora