Cuéntame quien eres

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Pov narrador:

El moreno había dejado la puerta entre abierta, a si que Lucifer se aprovechó del descuido del hombre y se asomo por ella. Por la puerta vio el interior de la sala; las paredes y suelo eran de color oscuro, también había unas cortinas de color rojo tapando unas ventanas de la altura de una persona y varios muebles distribuidos por el lugar. Uno de ellos era un escritorio en el cual estaba el de gafas apoyado mientras miraba unos papeles que había encima de la cubierta del mueble. Había pilas y pilas de folios de diferentes tamaños pero los papeles que el hombre estaba viendo eran de la pila mas alta y la única que estaba en el suelo. Miraba las hojas atentamente, como si estuviera leyendo un libro que le interesara demasiado. Acabó de leer la última pagina, dejó todos los papeles en el suelo apilados y suspiro. Cruzó sus brazos y miro hacía la puerta medio abierta.

- Majestad, podría dejar de mirarme? es algo difícil leer un informe de secuestro cuando te están acechando.

El ángel caído salió de detrás de la puerta y entró en la sala. Su cabeza estaba repleta de preguntas pero casi ninguna respuesta y de las pocas que tenia ninguna era coherente.

- Como supiste que estaba hay? - dijo el gobernante con algo de curiosidad y atónito por el descubrimiento del moreno.

- Luzbel... - Lucifer se quedo de piedra, mirando a los ojos de malicia del otro - por favor querido... que quieres? - la voz del alto cambio de un tono cansado a uno sombrío y apagado.

- Quien mierda er... ? - el mas mayor no acabó la frase, fuera interrumpido por las carcajadas del de gafas.

- Que quien soy? Por favor Luzbel, te creía mas inteligente.

- Perdona pero no lo estoy cogiendo... - el gobernante cada vez se estaba poniendo mas tenso.

- Luzbel no me digas eso - el moreno se desvaneció del lugar de donde estaba y volvió a aparecer detrás del bajo, que dio un pequeño salto por el susto - asustado? bueno por donde quieres que empiece a contar tu propia historia...

Lucifer seguía sin decir nada. Empezaba a sospechar de ese "hombre", esa persona no acababa de llegar aquí, esta llevaba tiempo mucho pero demasiado en el infierno.

- Bueno, eres el 1º ángel caído por lo tanto rey del infierno, te casaste con Lilth, primera mujer creada y madre de tu hija Charlotte Morningstras, que te dejo por el cielo; algo absurdo si me lo permites decir... bueno en resumen tu vida a sido un desastre pero dime cuándo le dices a tu queridita hija que su madre la ha abandonado, que nunca va a volver y que nunca creíste en su idea de la redención del hotel?

Las palabras del mas joven resonaron en la cabeza del mas mayor. Esas palabras fueron las suficientes para entender que tenía que atraparlo o mas bien silenciarlo para que nadie se enterase de su pasado y esposa. Pero como mierda se había enterado ese de su matrimonio infeliz?

Entonces, con mucha rapidez el mas bajo le dio un puñetazo en toda la cara al de pelo castaño, haciendo a si que retrocediese por el impacto hasta llegar a chocar contra la pared y hacerle una grieta notable. Después del golpe cayó de rodillas en el suelo. Se llevo una mano a la nariz y efectivamente como pensaba, estaba sangrando, hasta había un charquito en el suelo. Lucifer aún no había acabado de silenciar al moreno pero le pareció asombroso que el otro siguiera consciente después de darle un golpe que casi rompe la pared.

- De verdad? empujarme contra la pared para que me callase o mejor dicho... para que me silenciaras... - dijo el moreno riendo locamente mientras se ponía de pie.

El rubio estaba conmocionado, el hombre sabía hasta lo que quería haber ocurrido cuándo lo tiro contra la pared.

Entonces, mientras el mas mayor seguía con su mirada perpleja el mas joven sacó sus negros tentáculos (solo que esta vez había invocado 2 por culpa de su mal estar). Estos mismos reptaron por el suelo lentamente hasta llegar a los pies del rey. Este al darse cuenta de que sus pies estaban siendo atrapados se convirtió en una ave para a si volar hacía atrás y volver a obtener su forma demoníaca. Estaba ya un poco harto de ese especimen y de sus poderes sobre humanos, a si que decidió coger el mismo camino que el moreno. Atacar con magia demoníaca, la tenía un poco oxidada pero quería devolverle el golpe. Hizo aparecer su magia y esta misma encadeno al de gafas con cadenas, parecidas a zarzas de color rojo, que tenían pinchos notables. El acompañante de la caníbal volvió a caer al suelo pero esta vez mucho mas brusco. De las zarzas salía un extremo que no estaba al rededor del cuerpo del hombre, entonces el ángel caído cogió esa misma parte de la "cuerda" y empezó a arrastrar al otro. Se acercó hasta la pared con la cristalera que tenía las cortinas. Las corrió y hay se vio el gran balcón (que en algunas partes no le habían puesto las barandillas, según ellos porque se les "rompieron accidentalmente", para nada fuera Niffty que las cogiera para pegarle pacíficamente con ellas a los bichos y a si romperlas). Dio el primer paso para salir afuera de la habitación. Las vistas eran increíbles, pero el no estaba ay para verlas. Tiro mas fuerte de la cuerda y ato el extremo de su mano a una bola de bolos. Se arrodillo delante del de rojo y le dijo:

- Últimas palabras antes de morir impostor? - sus ojos miraban con despreció al otro.

El moreno no dijo nada, tenía la vista perdida y la cabeza baja. El rubio se levanto de su sitio y se acercó a la bola, que estaba cerca del borde del balcón. La tiró por el borde y empezó a caer junto las zarzas. Iba poco a poco pero de un momento a otro el de gafas iba a caer al vació y iba a morir. Luzbel empezó a caminar hacía adentro, iba a irse con la cabeza bien alta y con el orgullo de haber "solucionado" (callado) sus problemas.

- Lucifer... si quieres escucharlo yo te lo diré y puede que Alastor también te lo hubiera dicho encantado.

El gobernante se giro al escuchar el nombre de su amigo. El de pelo castaño, ahora con la cabeza levantada, estaba mirándolo a los ojos mientras tenía una gran sonrisa en su cara.

- A tu amigo le importabas mucho, solo que era un poco ya sabes... reservado. Pero bueno, la vida viene y va pero yo te digo algo, Alastor sigue vivo. Oh, creo que ya me llama la muerte, un placer en conocerlo... enano - la última palabra la dijo acompañada de una sonrisa de satisfacción hacía el rubio y luego calló.

Vale, puede que Lucifer tuviera planeado que las zarzas se llevarían al moreno en un plazo de 20 segundos pero la confesión no.

"Si sabe que Alastor sigue vivo, seguramente sepa donde esta" - pensó para si mismo el ángel caído - "y si se muere, no encontraremos al botones!".

Dicho esto, el gobernante corrió hacía el balcón esperando que el de gafas siguiese vivo.

 Mientras tanto, Alastor pensaba en los folletos que había visto. Todos llenos de preguntas, lugares, sospechosos... pero ninguno tenía una respuesta lógica que no incluyese la frase "en conclusión, la overlord Rosie, gobernante del triangulo de los caníbales fue la causante del secuestro del Demonio de la Radio". Pensaba que no era justo que le echaran la culpa a la pobre mujer. Ella solo le había ayudado.

Dejo de pensar en la caníbal cuándo noto que las espinas se le estaban clavando cada vez mas en los brazos, habría llegado ya al suelo? pues no, seguía colgado en las zarzas pero estas no estaban siendo atraídas al suelo como lo hizo la bola de bolos. El de pelo castaño miro hacía arriba y vio que las zarzas estaban siendo tiradas por alguien para subirlas. Esa persona no era nada mas y nada menos que el rubio. Acabó de tirar de las zarzas y el moreno volvió al balcón. Posó uno de sus pies y casi pierde la estabilidad pero se agarró a una parte de la barandilla.

- Quieres saber mas de tu amigo? -  se veía que la caída no le había afectado en nada a su humor tan peculiar.

- Eres un gran cabrón...

- Oh, gracias por el alago su majestad - dijo con una pequeña sonrisa.

- Tu crees que habrán escuchado... ya sabes.

- La pelea? por su puesto que si su majestad, por cierto, bonito puño el que tienes - dijo esto mientras se echaba la mano a la nariz que seguía sangrando.

El rey se rió y le hizo un gesto al moreno para que entrara en la habitación y se sentara en la silla del escritorio, a lo que el acepto con una sonrisa muy amplia.

Lucifer se acordó de Alastor...

Un Secuestro de Amigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora