Prefacio

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"Esto…"

Los dientes apretados lo suficientemente fuerte como para romperse en cualquier momento.

Puños lo suficientemente apretados como para sacar sangre de color rojo oscuro.

Temblores y convulsiones que no se podían controlar.

Ira suficiente para que su cabello se vuelva blanco.

Rojo. Todo era rojo. Todo ante sus ojos estaba manchado de sangre escarlata.

La exuberante montaña estaba pintada de rojo; su misma naturaleza fue barrida en un solo día.

Muerte. Todo lo que quedaba era la muerte.

¿Para qué sirvió todo este derramamiento de sangre?

Wei Wuxian arañó la empuñadura de la espada incrustada en su hombro, sacando la parte rota de la espada qué conocía bien y lo acompaño desde sus inicios, Suibian.

Su brazo izquierdo había desaparecido, solo los pedazos desgarrados de su manga ondeaban con el viento. Sus piernas no estaban heridas, pero apenas podía moverse. Su estómago se abrió con un agujero del tamaño de la cabeza de un bebé.

Y, sin embargo, Wei Wuxian no podía sentir el dolor.

El dolor de su cuerpo no era nada comparado con la agitación de su corazón.

"...Yan Hao Shige". Descubrió el cadáver desechado de Yan Hao de la Secta YunmengJiang. (Nota: Shige = Hermano marcial mayor)

¿Por qué fue tan injusto? ¿Por qué los muertos ni siquiera podían cerrar los ojos?

“Shige…” El cuerpo dividido en dos de Feng Ruan Shige lo perseguía.

“Shidis…” (Nota: Shidi= Hermano marcial menor)

Todos estaban muertos.

Todos los mejores y más brillantes de la Secta YunmengJiang, que habían prometido escalar a la cima juntos, salvaguardar su territorio, difundir sus nombres por todas partes, se habían ido a un lugar del que no podían regresar.

Y sus Shidis los siguieron.

Wei Wuxian apretó los dientes.

El suyo fue un noble sacrificio. Su muerte fue justa y gloriosa.

Pero, ¿quién se atrevería a alabar sus muertes? ¿Quién se atrevería?

La mirada de Wei Wuxian se fijó en el perpetrador, el que había despertado su insondable rabia.

El Santo de los Cielos, el Líder de la Santa Sede: Su Santidad Celestial.

La vista de este despreciable hombre sentado con las piernas cruzadas en el mar de sangre evocó extrañas emociones en Wei Wuxian. Incluso en esta escena infernal, su Santidad parecía supremamente sereno.

 ָ࣪ 𖧵ֹֺֽ໋໋݊ 𖧧 ָ࣪ ✬ Return of lotus sect - XianWang|Au​ Mo​ Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora