¿Quién dice que una persona no se puede acostumbrar a mentir? Que le diga eso a Yumei, quien no sabe detenerse con sus mentiras piadosas.
Acostumbrada a mentir cada que puede, Yumei Mikage nunca ha logrado ser ella misma, no cuando su madre le pide...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yumei tenía la creencia de que, si repetía las palabras tantas veces como fueran necesarias, lograría comprender lo que sea. Cuando su hermana iba a su casa para estar con ella, la acompañaba en hacer sus deberes, y hacía lo mismo; repetir hasta comprender.
⸺ ¿Te vas a detener por fin de repetir lo mismo? Ya creo que me aprendí lo que decías. ⸺ Habló Yumei con seriedad y una expresión aburrida observando a su hermana.
⸺ Todavía no es suficiente.
Y retomó lo mismo, de fondo Yumei murmuraba con burla.
E inexplicablemente su hermana lo lograba, después de un rato lograba recitar las palabras sin necesidad de leerlas. Y con ello, lograba el tema.
Pero Yumei... No entendía como ese método no funcionaba con los sentimientos.
"Yo sé amar, conozco el amor, siento el amor." Se murmuraba todas las llamadas cuando se bañaba, cuando se cambiaba, cuando despertaba, cuando comía - aunque lo pensaba por tener la boca ocupada - y cuando iba de camino a la escuela hasta que se encontraba con su hermana en la parada de tren.
Comprendía que no todos los métodos funcionaban a veces. Pero, ¿algo estaba haciendo mal? Le funcionaba con las técnicas que utilizaba para tomar fotografías, para socializar, para estudiar.
¿Por qué no le funcionaba?
"Porque eres débil."
Se sentó sudada en la cama, despertándose de lo que sea que haya sonado. Lo último que recordó fue la voz de su madre.
⸺ De nuevo...
La tristeza estaba en su voz al decir aquellas palabras. Se levantó, y con ello; el comienzo de la rutina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las palabras del maestro quedaban grabadas en su mente, pasando a quedar grabadas en el papel.
Las clases no eran complicadas, tal vez resultaban más fácil por como estudiaba con intensidad.
El mérito se lo llevaba su "querida madre".
Al pensar en ello suelta una risa burlona y continúa con la clase. Dando anotaciones que le ayudarían y preguntando para resolver sus dudas.
