Es pesado vivir con dos de tus mejores amigos, solo por el hecho de que sus padres y los míos nos mandaron lejos de Derry para estudiar la universidad, algo raro ya que pensé que estos dos no servirían para más y me salieron todo unos cabecitas inteligentes para su carrera.
La única diferencia, es que ellos solo estudiaban y yo hacía eso y trabajar, lo cual me había hecho perder diversión de vida universitaria y lo que conlleva de relaciones personales o amantes, ya saben eso de estar cuerpo a cuerpo con alguien, joder ¡NO HE TENIDO SEXO EN UN AÑO Y SIETE MESES!, y aunque no lo crean hay veces que el cuerpo lo exige.
Pero bueno, otro día más de salir de este infierno llamado trabajo, mis pies están por reventar, el ser camarera en uno de los restaurantes más concurridos de Nueva Jersey es pesadisimo y más cuando estan las jodidas quincenas o se le ocurre al dueño que las ofertas en comidas estén inimaginables. El caminar de este lugar al departamento con estos dos, se hacen un calvario, son solo 5 cuadras pero se me hacen como si fueran quince.
Al llegar, solo deseaba quitar los zapatos y correr a mi habitación para descansar y después prepararme un baño, pero eso se ve imposible al ver qué hay una "pequeña" fiesta en casa, con mi cara llena de frustración y cansancio, busco con la mirada a este par de imbéciles, al localizarlos me muevo entre la gente para llegar a ellos.
¡hey! Par de tontos, ¡que se supone que es todo esto! -mis ojos estaban llenos de rabia-
hola preciosa, pues solo es una pequeña reunión. -exclamo uno de ellos-
Pues muy pequeña no es, baboso -le di un golpe el la cabeza-
Relájate mujer, no tocaba a nosotros hacer la pequeña fiesta, porque no vas a dejar tus cosas, te cambias y sale a nuestra fiesta -dijo el otro con una sonrisa en el rostro-
Están mal, estoy cansada, deseaba llegar a mi casa para descansar y me salen con esta mierda, ni siquiera fueron para avisarme. -les mire mal y de verdad que tenía ganas de arrancarles esos cabellos plateados y rubios que tenian-
Vale,vale que lo entiendo nena, pero anda, necesitas también algo de distracción, solo es escuela y trabajo, necesitas un respiro, es más toma -le entrega un vaso-
Victor, ¿Que carajos es esto? - tomando el vaso-
Es elixir, una cosa hecha por los mismos dioses -sonrio-
No, olvidenlo; no tomaré nada, iré al baño, a tomar un descanso en la tina y cuando salga no quiero a nadie aquí ¿Vale?, entiendo que querían ser anfitriones pero.... -no le dejaron terminar, cuando las sirenas de la policía se escucharon y todos comenzaron a salir despavoridos del lugar- vaya, que me la han dejado demasiado fácil. -tocaron la puerta- vale Henry, Victor, háganse responsables en lo que voy a mí tina, chao.
Camine directamente a mi cuarto, a despojarme de toda mi ropa, tome la toalla para ir hacia el baño, prepare mi tina y me introduje dentro de ella, dios, esto es el cielo. Los minutos pasaban y comenzaba a quedarme dormida, cuando escuché cosas ser lanzadas y rotas, tome la toalla y salí en chinga del baño; todo era un maldito caos, amarre mi toalla bien a mi torso y los ví a ambos en el piso peleándose. ¡Pero que demonios es toda esta mierda! ¡que carajos les pasan, par de idiotas! -los dos voltearon a verla-
Todo es su maldita culpa, sabía que esa chica me gusta y se la estaba besando -habla Henry teniendo a Víctor en el piso, con una mano en el pecho y la otra a punto de impactarle otro golpe en la cara-
Yo ni sabía que te gustaba idiota, al final ella es la que me beso -contra atacó el platinado, empujando al rubio, volviendo a golpearse-
Ya basta, parecen unos estúpidos niñitos peleándose por un puto dulce -me acerque con tal de separarlos pero con lo que no conté fue que la toalla se iba a desprender por el jaloneo que había dentro de este acto, quedando desnuda ante ellos y Henry con la toalla en la mano-
¡La puta madre, Henry!, pásame la toalla -yo tratando de taparme con las manos-
