O1. Flee

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Jimin corría por lo más rápido que se le permitía por el oscuro bosque, con apenas la tenue luz de la luna para ver el camino y no chocar con algún árbol o algo así.

Sabía que la estaban persiguiendo, ahora lo único que pensaba era mantenerse lo más alejada posible de aquellos que buscaban atraparla para regresarla a ese lugar del que, con un anterior plan muy elaborado, pudo escapar apenas.

Por eso no le importaba si sus tacones se manchaban de lodo, o si su vestido blanco se rasgaba con las ramas de los árboles, si se manchaba de tierra también, o de hojas, o si su velo estaba casi completamente rasgado. No es como que quisiera regresar de todos modos con su reciente esposo, Kim Namjoon.

Lo único que importaba de lo que portaba, era su bolsa. Tenía su teléfono, algunos billetes y monedas, entre otras cosas que creyó necesarias. Así que por más que tropezara, tenía que mantener esa bolsa consigo.

—¡Kim Jimin!—Escuchó los gritos llamándola, pero no le importaban. No tenía ganas de regresar y ver el dueño de la voz. Aquel hombre que tantas veces rechazó, pero que sus malditos padres tuvieron que aceptar para que se casara con él, solo porque tenía un puesto importante y traería riqueza a la familia.

A lo lejos, se extrañó ver algo, parecía ser una casa. ¡Por Dios!, ¡Era una casa!

A pesar de estar ya cansada de tanto correr en zapatillas, con motivación de llegar hasta ese lugar que parecía abandonado, corrió más rápido, escuchando varios pasos más cerca de ella. Debía apurarse.

Al por fin entrar, con la respiración completamente agitada y totalmente exhausta, se dejó caer tras la puerta apenas cerrada, mientras recuperaba el aliento y cerraba sus ojos cansada.

Con los ojos medio cerrados, escaneó los objetos más cercanos a su lugar. No podía darse el lujo de ver la casa completamente porque estaba demasiado oscuro para ver más allá de la luz proyectada por la luna que se veía a través de unas desgastadas cortinas de unas ventanas rotas.

—Mierda...—Susurró.—Lo logré... _Volvió a susurrar, pero esta vez, sonrió algo cansada. —¡Soy libre!—Gritó en un susurro al escuchar varios pasos alejándose del lugar donde estaba. Gracias a todos los Dioses.

Pero, en medio de su pequeña celebración de victoria, escuchó el ruido de un objeto caerse, haciéndola ponerse en alerta de nuevo, y logrando que se acomodara de tal forma de no parecer de nuevo tan indefensa.

Algo volvió a caer, esta vez de un estante, escuchó el sonido de algo de vidrio romperse en mil pedazos, y juró que vio una sombra pasar cerca de ella. El pánico comenzó a invadirla al no saber qué estaba pasando.

—¿Hay alguien ahí...?—Rezó para que nadie contestara y esperaba que todo fuera producto de su paranoia. Se paró por fin de su lugar, y tomó la primera cosa que sintió al lado suyo, que para su infortunio era una vara, parecida a una espada de las que usan en la esgrima, y la puso frente suyo, amenazando a cualquiera que se encontrara ahí.

Puro silencio, nada más que eso.

Jimin soltó el aire que retenía, aliviada después de varios minutos, pues no había nadie más.

Bajó el arma de nuevo, pensando que estaba fuera de peligro. Y justo cuando volteó para regresar a su lugar en el que antes descansaba, una figura alta y oscura apareció frente a ella, asustándola, ocasionando que suelte un grito que, probablemente los hombres que anteriormente la perseguían, escucharon.

Por instinto caminó hacia atrás rápidamente sin dejar de ver a la criatura que seguía sus mismos pasos, pero más lento. Elevó su antigua arma, pero apenas pudo lograrlo, estaba paralizada del miedo.

Lo último que recuerda, antes de que la criatura se abalanzara sobre ella, es ver su figura pasar por la suave luz de las cortinas, logrando ver unos ojos resplandecientes completamente rojos y una sonrisa pícara y juguetona de boca cerrada para luego mostrar sus dientes y revelas dos largos colmillos. Gritó antes de quedar inconsciente.

Cuando los guardias que anteriormente la perseguían oyeron los gritos a lo lejos, pudieron deducir que se trataba de Kim Jimin y regresaron a una pequeña cabaña en medio de la nada, totalmente en mal estado y cubierta de plantas por todos lados.

Sin embargo, al entrar los guardias a aquella cabaña, no encontraron absolutamente ningún rastro de Jimin.

...

una aclaración y es que esta historia trata de la época de reyes y reinas, sí, pero, a la vez, se junta con la tecnología de hoy en día. Es decir, hay teléfonos, computadoras, cosas como refrigeradores y eso. tmbn habrá estas criaturas de fantasía como vampiros, hombres lobo, brujos y brujas, hadas y eso. muy azteca vvs....

los capítulos serán cortos.

red moon 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora