O3. The king of vampires

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—¿D-de qué mierda hablas? —tartamudeó Jimin. Moría de miedo en ese momento. —¿Quién e-eres?, ¿Qué eres?... ¡¿Qué quieres d-de mí?!

—Es un poco agresiva, señorita. Estaba siendo de lo más cordial, pero ahora veo que si se va a poner a hablarle así al Rey de los Vampiros... —Pareció realmente ofendido y borró su sonrisa, cambiándola a una mueca. —Maldita mortal insolente. —Cambió por completo su tono de voz, y su mirada se volvió sombría.

Jimin temió por su vida. Joder, la había cagado. Ahora el hombre imponente frente a ella iba posiblemente a matarla. Qué final, lindo final para su corta vida.

—¡N-no!, Es s-sólo que... —El hombre interrumpió su intento de perdón.

—¿Es sólo que qué? Ya hablaste suficiente, ¿no? Me hablaste como quisiste, como si fuera cualquiera. Cariño, yo no soy más que el hombre más importante de este jodido mundo. Tienes al hombre más importante del mundo frente a ti y así planeas hablarle, maldita insolente. —Repitió de nuevo aquello, con un tono cargado de ira.

—Respondiendo tus preguntas, soy Jeon Jungkook, y soy un maldito vampiro, obviamente. El Rey de los Vampiros es obvio que será un vampiro. —Dijo con obviedad y comenzó a caminar por toda la habitación.

—Y sobre qué quiero de ti, es muy sencillo... —Jimin lentamente se fue poniendo de pie, atenta a todos los movimientos del hombre —. Quiero tu sangre, cariño.

Park temió aún más por su vida en ese momento.

—¿V-vas a matarme?

El otro rió sin gracia.

—No, cariño. Al contrario, quiero convertirte en una de los míos... —Dijo con simpleza y se sentó en la cama que había ahí y se puso a jugar con cualquier cosa que tuviera en las manos.

—¿Qué...? —Preguntó Jimin aun tratando de entender lo que acababa de decir aquel vampiro. —¡Espera!, ¡No, no, no! Definitivamente no. —Negó de todas las maneras posibles que se le ocurrieran.

—¿Qué dijiste? —Preguntó, parando sus movimientos, sonando esta vez sorprendido. —¿Dijiste 'No'?

—¡Exacto! ¡N-no quiero! No quiero ser un vampiro. —Dijo firme, Jungkook se levantó de la cama y se acercó hasta ella intimidante, haciendo a Jimin tirar toda su valentía por el caño al sentirlo de nuevo cerca de ella.

—¿Qué te hace pensar que puedes elegir? —Preguntó capcioso y la otra se quedó muda. —No me importa si no quieres, o si no te gusta, porque, aun así, te convertirás en una. La decisión de convertirte o no es mía, yo lo decido. Yo mismo te encontré, yo mismo te traje aquí y yo mismo te convertiré. —La tomó del cuello bruscamente sin apretar demasiado.

—¡D-déjame!, ¡s-suéltame, por f-favor! —Suplicó al sentir que poco a poco aquel hombre comenzaba a apretar más su cuello.

Jungkook sonrió ladino y la alzó un poco hasta que sus pies no tocaron el piso y Jimin estaba a punto de desmayarse por la falta de aire y finalmente la soltó y cayó al piso. Tosió por unos minutos mientras se acariciaba su propio cuello donde antes aquel vampiro la tomó.

—Estás aquí para darme tu sangre, a nadie le importa lo que sientas. Tu sangre nos servirá de mucho. —¿"Nos"?, ¿acaso harán un festín con ella? —Estás aquí para servirnos mientras llegue el día en el que te convertirás. ¿Has entendido ya, cariño? 

—¿A qué te refieres con que "les serviré mientras"?, ¿me haré su sirvienta? —Jungkook rió un poco, nuevamente, sin gracia.

—Puede ser. Me expresé un poco mal. Me servirás de mientras, solo a mí. Para lo que yo quiera y necesite. Hasta que en 6 meses te pueda convertir en un vampiro y hagas lo que te plazca con tu vida. —Explicó como si nada sentándose a cuclillas frente a ella.

Jimin no podía creer absolutamente nada de lo que estaba diciendo aquel hombre.

¿Para esta mierda huyó de casa?, ¿para terminar secuestrada por un vampiro, en quién sabe dónde, siendo obligada por éste a ser su sirvienta hasta que, en contra de su voluntad, la convierta en un vampiro a ella también sin razón aparente?

De haber sabido que todo eso pasaría, mejor se hubiera quedado con sus padres y siendo esposa de Kim Namjoon, aunque ni siquiera lo conociera.

Después de todo, entre quedarse ahí, siendo prisionera físicamente por un vampiro loco, y quedarse en su casa siendo prisionera mentalmente por sus padres, ¿qué era peor? Definitivamente estaba destinada a una vida deprimente. Sale de una para meterse en otra, el universo la odiaba.

Ahora que de verdad no podría escapar, no sabe qué hay allá afuera del castillo, y ni sabe tampoco qué más hay en el propio castillo. No sabe dónde están, no sabe qué hace ahí, no sabe por qué fue ella y su maldita suerte. 

¿Así que simplemente se rendiría ante el vampiro sin luchar ni un poco por su libertad? 

—¿Por qué...? —Fue lo único que pudo salir de sus labios. Tenía tantas preguntas, pero era lo único que podía pronunciar.

—¿Por qué, qué? —Preguntó Jungkook.

—¿Por qué... yo?, ¿P-por qué haces esto?, ¿por q-qué a mí?, ¿P-por qué estamos aquí?, ¿qué es esto?, ¡¿Por qué?! —Preguntaba con ansiedad. Esto no parecía ser una especie de broma y el vampiro frente a ella no parecía alguna especie de disfraz estúpido de Halloween.

Jungkook sonrió con sorna ante sus preguntas. La miró de arriba a abajo y ensanchó su sonrisa. Bien que la situación le parecía algo graciosa, sin razón aparente.

—Porque simplemente quiero satisfacerme, cariño. —Contestó sin más, dejando a Jimin aún con más preguntas. ¿A qué diablos se refería en realidad?

—¿Me vas a regresar mis cosas? —Preguntó temblorosa.

—¿Tu bolsa? La tiré en el camino, no fue mi culpa, estabas inconsciente y se te resbaló de los hombros, así que de eso no me culpes, cariño. De igual forma, si esa bolsa llegaba aquí, iba a dársela de comer a Cerbero con todo y cosas. —Explicó y finalmente se levantó y le dio la espalda, dirigiéndose a una pequeña mesita que tenía frente a un gran ventanal donde se veía la, por su puesto, hermosa luna.

Jimin lentamente se fue arrastrando hacia atrás aprovechando que el vampiro estaba dándole la espalda.

Tomó lentamente el pomo de la puerta, lo jaló hacia abajo y la puerta se abrió. Era un milagro que no tuviera seguro o candado.

Lentamente lo abrió la puerta, ésta tampoco hacia ruidos demasiado fuertes, así que salió como pudo de ahí, mientras el vampiro, quien en realidad sabía exactamente lo que Jimin estaba haciendo, se servía una copa de un líquido rojo.

No estaba dispuesta a no luchar, al menos un poco, lo que pudiera, para escapar de ahí. No podía morir a manos de un vampiro sin dar pelea por lo que ella quería ser.

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⏰ Última actualización: May 13 ⏰

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