Justo después de llevar un gran tiempo hablando, decidí ofrecerte sentarnos juntos el domingo en la predica, tu aceptaste y espere con ansias a qué llegara el domingo
Llega domingo y yo ya te había guardado un espacio al lado de mí, pero terminaste llegando tarde, eso no importo porque aun así nos terminamos sentando juntos
Yo quise darte la mano o poner la cabeza en tu hombro pero tú madre te regañaba cada vez que yo intentaba eso
Llega el final de la predica y salimos a unas de las mesitas que había cerca de ahí, empezamos a hablar y fue ese el momento en el que aproveche
Te dije que te taparas tus ojos y tu lo hiciste, justo cuando te tapaste los ojos yo te dí un beso pequeño, con el cuál tu te entusiasmaste mucho, pero a ti no te basto ese simple beso y decidiste devolvermelo pero de forma un poco más apasionada y duradera
Yo correspondí al beso y justo en ese momento sentí una llama en mi interior que ya se había extinto, una llama que sin importar que hiciera no podía encender
Pero llegaste tu, con tu forma de hablar y el beso que me diste hicieron que esa llama que yo creía extinta se volviera a encender