Bueno señor Dritte, después de revisar los resultados de Alemania, pudo decir que el se encuentra estable en este momento. Sin embargo es importante que siga las recomendaciones que le he dado para evitar una recaída además cambiare tus medicamentos debido que son demasiados fuerte y ahora que te encuentras estables no veo la necesidad que sigas con ellos —la uruguaya empezando apuntar los nuevos medicamentos en una hoja para que cuando salieran de la consulta los fueran a reclamar— No se preocupen estos nuevos medicamentos harán la misma función pero sin causar un efecto secundario además se tomarán a la misma hora de los anteriores —procedió a colocarle el sello a la hoja entregándosela a Dritte— y nos volveremos a ver dentro de 5 meses, ahorita les agendo cita pero si Alemania llega a presentar molestia antes de eso 5 meses no duden en venir ¿tiene alguna consulta o duda?
No, no la hay —contesto Dritte—
Ambos alemanes se despidieron de la uruguaya para luego marcharse del consultorio. Alemania no podía ocultar su felicidad de saber que ya no iba a sufrir de constantes mareos debido a sus medicamentos además que ya se encontraba estable. Y no puedo evitar hacer una que otra broma sobre su condición aunque para su padre no le caso gracias.
Alemania que te he dicho de hacer ese tipo de bromas —reprochó Dritte a su hijo—
"Que son bromas de mal gusto" —le contesto Alemania tratando de imitar la voz de su padre— pero admite que la de parecer un anemico no estuvo mal -dijo con una sonrisa-
—Dritte suspiro— no, no estuvo mal —le contesto con una sonrisa—
Aunque Dritte no le gustará que Alemania bromeara con su estado de salud o de alguna situación bastante complicada tampoco podía impedirselo, ya era parte de su personalidad y solo tocaba aguantarlo o regañarlo cuando era necesario.
Papá quiero ir al baño ¿puedo ir? —pregunto el alemán—
Claro ve, pero regresa rápido, yo estaré reclamando tus medicamentos en la farmacia así que ahí te espero —la contesto Dritte—
Alemania se encontraba saliendo del baño. Ahora mismo su padre debe encontrarse en la farmacia, hubiera sido más fácil y rápido bajar por el ancesor sin embargo este se encontraba fuera de servicio, así que tenía que bajar por las gradas. El alemán no pudo evitar soltar un suspiro bajar 6 pisos no era de su agrado. Cuando llegó al tercer piso estaba completamente vacío no había casi nadie a excepción de un chico en sillas de rueda que se encontraba al borde de la primera escalera un movimiento en falso y caía, por alguna razón el otro chico no noto su presencia así que decidió acercarse para ver que era lo interesante de esa gradas.
No entendió ni al principio y tampoco al final pero fue agradable pasar un rato con aquel chico loco de nombre Rusia, lastima que no se volverán a ver.
¿Donde te habías metido? —pregunto Dritte— casi voy a buscarte por lo mucho que te tardaste
Perdón, el ancesor se averió y tuve que bajar por las gradas —se excuso el alemán menor—