Cinder Boy

Chapter 1

Su mano se movía suavemente con el lápiz que yacía en esta, subía la mirada de vez en cuando, mirando a la castaña que estaba en los asientos de adelante, hablando con su amiga Courtney sobre algo que el desconocía, no lograba escuchar al estar tan detrás y escondido, como cada vez que la dibujaba.

Una sonrisa apareció en el rostro de ella, y el pudo capturar en su mente aquella imagen, ya tenia la imagen perfecta para terminar aquel boceto que se volvería una hermosa pintura en su clase de arte que venia luego de esa.

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Entró a aquel infierno lujoso el cual llamaba "casa", traía el lienzo que había preparado para la chica, bueno, uno de tantos de los que había pintado. Subió al ático, tiro su mochila a su cama y escondió con rapidez el lienzo, nadie podía verlo, seguido de esto bajo a empezar los quehaceres de la casa, pues si, el debía encargarse de el aseo de la casa.

Su padrastro era rico, podía costear al menos 10 sirvientas para limpiar la casa, pero no, el prefería obligarlo a el a hacerlo todo, pues para algo lo debía tener ¿no?

Odiaba a ese señor hasta sus entrañas, todo su dinero se debía al arduo trabajo que sus padres habían tenido por años, y luego de tanto, el dinero cayo en manos de un holgazán que no hacia más que mandar y mandar, pues Ethan se ocupaba de todo, hasta del negocio de su familia, el cual era una de las tienda de artes mas influyentes de la ciudad, el señor no hacia nada mas que estar acostado en su cama o el sofá, de no estar ahí estaba buscando alguna operación estética, intentando estar "joven por siempre", como el repetía siempre.

Suspiro intentando dejar se pensar en aquel señor y centrarse en limpiar, no quería llegar tarde al trabajo. Limpio cada esquina de la casa, dejándola impecable de punta a punta, terminando a la hora justa para ir a trabajar. Corrió escaleras arriba, tomó una rápida ducha, se vistió al salir se esta y fue corriendo al trabajo, si llegaba tarde seria hombre muerto.

Luego de prácticamente correr por las calles, perdiendo su ducha, a causa de que no pasaba ningún bus, llegó a la tienda, entró a esta, haciendo el cambio de turno y quedándose tras el mostrador, mirando el inventario.

Por los parlantes sonaba Irresistible, de Fall Out Boy, escuchó el timbre de la puerta, presionó el botón que abría la puerta, se enderezó en la silla y miro quien había llegado, sintiendo su respiración irse de su cuerpo, era ella, en ese momento, en su tienda.