Keep Quiet

El día había empezado como de costumbre, las personas se dedicaban a hacer sus rutinas diarias. Ir a la escuela, trabajar, hacer cosas del hogar e incluso contar o escuchar uno que otro chisme entre sus grupos sociales.

Pero para él no, esta vez había despertado con la ansiedad y el nerviosismo que creyó que no sentaría, estaba listo y seguro de su decisión, confiaba en que era el momento.

En su auto, se perdió entre las calles de la ciudad hasta llegar a uno de los edificios más altos, al entrar por las puertas, parte del personal que se encontraba allí lo saludó respetuosamente. Con solo entrar podías decir que en definitiva, el lugar le pertenece, moderno, elegante y con una belleza de la cual no podrías, aunque quisieras, quitar la vista de.

Tomo el elevador hacia el último piso, donde su oficina se encontraba situada.

Al llegar, pudo visualizar como algunos de los trabajadores se dirigían a sus respectivas áreas, al notar su presencia, se inclinaron ante él saludándole.

Antes de entrar por la puerta a su oficina se detuvo abruptamente antes de preguntar-: Asistente Min, ¿donde está la Secretaria Park?

Sentándose en detrás de su escritorio, esperó la respuesta contraria.

-La señorita Park me informó que por la mañana se ausentará por el motivo de una cita médica, dijo que regresaría al mediodía.

-¿Por qué no me informó a mi, entonces? -preguntó arqueando una ceja.

-Porque...

-No respondas eso -hizo una seña con su mano para detener sus palabras-. Dime, ¿como va lo que te pedí?

-Todo esta listo, Presidente. Yo mismo me aseguré de supervisarlo esta mañana.

-Bien -asiente inclinándose hacia atrás en su asiento antes de mirarlo- te hare un aumento del 25% de tu sueldo regular y te daré el doble de tu bonificación anual si todo sale bien.

Sorprendió, Min solo se abstuvo a asistir.

Después de su breve conversación decidió despejar su mente comenzando su trabajo, reviso, rechazó y firmó documentos. Fue a una que otra reunión mientras esperaba que pasara el tiempo para poder calmar el nerviosismo de su interior.

🍒

Entrando elegantemente por las puertas del edificio, Rosé que llevaba sujetando el cabello en una cola de caballo y vestida elegantemente, se acercó a la recepcionista quien le hizo señas para que se acercara.

-¿Que pasa?

-Este ramo de rosas fue enviado para ti. También trae una nota.

-¿De verdad? ¿Sabes quién lo envió? -preguntó confundida, mas podía adivinar de quién podría tratarse.

-No, solo fue enviado.

-Bien, gracias -sonrió llevando el ramo para después perderse entre los elevadores.

En recepción, los recepcionistas quienes vieron todo, se reunieron a hablar entre ellos.

-¿Quién creen que se las haya enviado?

-¿Su novio? No lo sé.

-Sana, han pasado unos años desde que empezó a trabajar aquí, y nunca se le ha visto con algún hombre.

-¿Y si él no trabaja aquí? -se encogió de hombros-tal vez su novio quiso sorprenderla y le envió rosas.

-Jisung, ¿tu también? ¿Acaso no saben los rumores entre ella y...?

En medio de sus palabras, su vista se encontró con una silueta que llegaba nuevamente y se calló de inmediato dejando a ambas partes con intriga. Ellos al ver que no se movía, dirigieron su mirada en dirección a la que ella estaba mirando.