•𝘚𝘵𝘢𝘳 ᴴᵃⁿᵏⁿᵒʷ

•2

⏤¡Aahmg! D-deme más.. S-señor..

La persona detrás suyo comenzó a penetrarlo aún más fuerte, y Minho no podía hacer más que fingir placer. Lo odiaba, odiaba tener que vender su cuerpo para poder sobrevivir debidamente.

Siempre que terminaba en su turno de la cafetería, comenzaba su servicio como puta. No era muy continúo, tenía sus días de descanso de ese horrible trabajo, y los días que debía hacer sólo se vendía a dos o tres personas.

Les cobraba bien, y los muy imbéciles hombres le pagaban.

Tenía que buscar alguna manera de sobrevivir, a pesar de que le causará asco.

También se llegaba a vender a mujeres, pero eran lesbianas activas que sólo querían jugar con el cuerpo de Minho. Ya sea que le metan los dedos o hasta juguetes, y Minho sólo tenía que fingir placer. Era igual, mujer o hombre sólo tenía que fingir placer.

Le gustaba ser el de abajo, sí, pero no de esa manera. Ya ni recuerda la última vez que disfrutó tener sexo con alguien, y la última vez había sido en una borrachera, cuando de encontró con un chico alto y guapo que lo follo muy bien.

Desde ahí, no disfruta el sexo.

Ese día tuvo que atender a dos hombres. Con el que está ahora, que era realmente guapo, pero eso no quita que sea asqueroso.

Y a otro, que al parecer era un poco mayor que a su edad, veinticinco años. No lo conocía, al parecer era la primera vez que ese chico compraba a un pasivo para follarselo. La verdad Minho sentía un poco de curiosidad, pues la mayoría que pedían sus servicios eran hombres o mujeres con más de treinta años, uno que otro chico con menos de veinte que sólo quiere saciar su necesidad sexual.

Lo bueno era que ya casi terminaban las dos horribles horas con el hombre que estaba ahora, en la noche tendría que atender al chico de su edad.

⏤Padre, esta noche saldré ⏤avisó Jisung, dejando la cuchara con la que comía.

El señor Han paró de comer en seco, y miro a su hijo mayor con cara de claro enojo. Jisung sólo ignoró la expresión de su padre, como siempre hacía.

⏤¿A dónde irás, Han Jisung? ⏤le preguntó su madre, manteniendo una expresión serena, pero su voz era todo lo contrario.

⏤Saldré con un amigo ⏤mintió, no iba a hacer eso.

⏤¿Y piensas que te daré permiso después de ver tus calificaciones? ⏤cuestionó el señor Han, completamente molesto.

Jisung suspiro, estaba cansado del trato de sus padres. A su hermano nunca le reclamaban nada, porque según ellos él sí era perfecto. Si ese niño quería salir, le daban permiso, si sacaba algún nueve, le ayudaban a esforzarse más. Mientras que a él sólo lo castigaban y regañaban, como si fuera un estúpido niño.

Ciertamente odiaba a su hermano, pues este también era un estúpido arrogante que se creía por ser "el favorito". Ahg, lo odiaba. Y en ese momento sólo se tenía que aguantar las ganas de ir a golpearle la cara, pues el chico miraba a Jisung con burla, como cada que sus padres le regañaban.

Estaba harto.

⏤Padre, ya soy mayor. Estoy por terminar la Universidad, no se me hace correcto que me tengas encerrado como a un mocoso ⏤todo eso lo dijo con odio escondido, y su padre al parecer se enojó más, pero no habló, así que Jisung continuó⏤. Y no me vengas con "estás bajo mi techo, sigues mis reglas" que si pudiera ya me hubiera largado, pero no, sólo me mantienes encerrado con la excusa de que "yo manejare tu empresa".

⏤¡Cuida tu vocabulario, Han Jisung! ⏤le regañó su madre.

La señora se iba a levantar, y Jisung bajó la cabeza, esperando un golpe, pero el señor Han la detuvo.

⏤Cariño, siéntate ⏤le ordenó, y la señora hizo caso⏤. Y tú ⏤miro a Jisung, quien aún mantenía la cabeza abajo⏤. Ya hemos hablado de esto. Heredarás mi empresa, te harás cargo, y hasta entonces vivirás bajo mi techo. Donde te quieras ir, te voy a buscar, Han Jisung, y te haré la vida imposible.

Jisung sólo asintió, sin levantar la mirada.

⏤Puedes retirarte.

Jisung se levantó de la mesa, y miro a su padre.

⏤Saldré a las ocho de la noche.

La señora Han le miro con enojo, pero Jisung la ignoró.

⏤¡Nadie te dió permiso de sal-

Su esposo la interrumpió.

⏤Bien, lárgate que no te quiero ver la cara. Pero te quiero aquí antes de las once.

Jisung asintió y se fue a su habitación a esperar la hora deseada.

No iría con ningún amigo, iba más bien con una puta. Sí, eso. Hacía mucho que no tenía sexo, y lo necesitaba. Era lo único bueno en su vida, el sexo. Pero gracias a sus padres, no se podía buscar algún buen muchachito al cual follarse, así que compró uno. Ese chico estaría a sus servicios cada que quisiera, eso necesitaba Jisung, una puta.

En cuanto entró a su habitación, eligió su mejor ropa y preparó el dinero que le daría a su puta. Se fue a ver la ventana, donde siempre quedaban sus deseos de matarse, saltar de ahí y ya no vivir más.

No le hacía falta nada material, pero sí sentimental, era algo obvio, y a Jisung le dolía.

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