Capítulo 21

37 8 12
                                    

Emily

Connor me llevó hasta su oficina y no entendí por qué ya que los fuegos artificiales estaban a minutos de empezar y no me lo quería perder.

Su oficina, como siempre, mantenía el orden y el olor a él, encendió las luces y me llevo hasta el ventanal en donde podía ver el hotel casi completo, todas las personas estaban ahí reunidas y las luces las cuales me había encargado que estén a la perfección se encontraban iluminando el área de una forma especial.

—Que vista tan hermosa— le dije a Connor aún admirando la bella vista, pero como no recibí ningún mensaje por parte de él, giré mi cabeza para buscarlo hasta que me estremecí ligeramente cuando sentí sus dos brazos rodeando mi cintura y su respiración en mi cuello.

Su abrazo era cálido, me brindaba seguridad y deseo, así era como caracterizaba su presencia en estos momentos pero aún no podía negar de que tuviera miedo, cada día que pasa tengo más miedo, no quiero tener que alejarme de esta familia después de cómo me aceptaron amablemente.

—Connor... — murmure, dejando escapar un suspiro al sentir de que su agarre se apretó contra mí haciendo que pueda sentir sus latidos.

Los míos estaban a mil por minuto.

Los fuegos artificiales empezaron a iluminarse por el gran cielo nocturno, era una magnífica excibicion desde yo estaba, la altura proporcionaba una mejor vista, los colores de la bandera estadounidense se iluminaba con gran intensidad, eran brillantes, y los estallidos de luz pintaban el cielo de tonos vibrantes y formas caprichosas.

Connor retiró mi cabello que caía por mis dos hombros y lo puso en uno solo para que luego depositara un beso en mi cuello, sentí mi piel erizarse cuando sus manos pasaron por mi cintura y pegarme aún más.

Dejé escapar un suspiro de placer ante el contacto, sus manos me abrazaban por dentro de mi blusa y sentí mi estómago tensarse. Sus manos amenazaron por tocar mis pechos y lo alejé bruscamente, si lo dejaba terminar no me pudiera controlar.

—Me estás matando— confesó.

—Lo sé, pero es que tengo miedo, cada día que pasa tengo más miedo.

—¿Me tienes miedo?, No muerdo ni nada por el estilo— me mostró una sonrisa maléfica.

—No a ti idiota... es que no sabes nada de mi y no lo entenderás— tampoco pienso decírselo.

Caminó hasta el gran sofá de su oficina y lo que hice fue perseguirlo.

—Pues cuéntame de ti— insistió. Al ver que no le respondí, me preguntó algo que no quería responder —¿En qué trabajan tus padres?—

Me senté a su lado.

—Solo es mi padre, mi mamá falleció— dije con tono triste, siempre que veía a alguien compartir con su madre sentía celos, algunas veces me ponía a llorar y otras veces, la parte mala de mi, quería que desapareciera todas las madres para que todos sientan el mismo dolor que yo siempre he sentido.

Desde que aparecí en este mundo no tuve la oportunidad de conocer a mi madre, nunca tuve el privilegio de conocerla en persona, de sentir su amor o escuchar su voz. Todo lo que sé sobre ella me lo ha contado mi padre, pero siempre ha estado ese vacío en mi corazón que jamás a desaparecido.

Un nudo se me formó en mi garganta, daría lo que fuera por conocerla al menos un minuto y a veces me pregunto cómo sería mi vida si ella estuviera junto a mí, si me habría abrazado cuando me sentía sola, si me habría defendido de las ofensas y golpes de mi padre, si me habría aconsejado como lo hacen las madres con sus hijas pero en vez de eso solo tengo un dolor qué nunca desaparece y una foto por la mitad de ella, mi única foto de ella se la robé a mi padre hace mucho tiempo y a pesar de que me castigó por coger sus cosas me la dejó.

Amor Amenazante #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora