Capítulo 23

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Emily

Abrí lentamente los ojos, parpadeando mientras el sueño se disipaba y la realidad se filtra a de nuevo. Estaba acostada en una cama desconocida, con luces brillantes y el sonido constante de voces distantes. El hospital...

Entonces, observé a alguien sentado en una silla junto a la ventana de la habitación. La figura estaba inclinada hacia adelante, con una gorra baja que ocultaba su rostro. Otra vez sentí como mi cuerpo temblaba, mi mente trabajaba rápidamente para procesar la situación. ¿Quién era esta persona?

No había nadie más que solo él y yo, no estaba Helen, ni Oliver, ni tampoco Connor.

Me senté, temblorosa y me moví despacio hasta el final de la cama para presionar el botón que llama a las enfermeras pero antes de que pueda presionarlo la persona se levantó rápidamente y me impidió presionar el botón.

La persona levantó la cabeza lentamente, revelando los rasgos familiares de mi hermano mayor, Christian.

Mi corazón dio un vuelco. Sabía lo que eso significaba. Mi escape de casa hace semanas, huir del abuso emocional de mi padre no fue facil y ahora que se había visto interrumpido por este encuentro inesperado en el hospital hacía que el ataque de nervios fluyera por todo mi cuerpo.

Y él notó eso.

—Tranquilízate, Emily— dijo con tono suave, amable.

Mi cara reflejaba pánico, me aferré al borde de la cama del hospital mientras mi hermano se acercaba con una expresión preocupada y a la vez calmado.

—No quiero... ¡no quiero irme de aquí!— le grité, mi voz sonó temblorosa al borde del llanto.

Mi hermano quiso acercarse a mi pero no lo dejé, de seguro era una trampa para llevarme ahora, no podía, aún no estaba lista para irme de este lugar y dejar a las personas que considero como mi nueva familia.

—¡Suéltame!— exclamé, tenía todo menos control —¡Aléjate de mi! ¡Ayuda!— intenté llamar a las enfermeras pero Christian me interrumpió:

—Tranquila, Emily, vine a ayudarte con lo que puedo y si sigues gritando las cosas empeoraran

Me calmé al escuchar que él me ayudaría, podía decir que Christian era un buen hermano para mí, gracioso y siempre tenía un buen consejo en los momentos difíciles.

Muchas veces lo castigaron por decirle a mi padre que dejara de lastimarme por lo que él se ganó mi confianza.

—En cualquier momento te llevarán, debes de estar lista porque puede ocurrir en cualquier momento— me informó y sentí como se me escapaban las lágrimas pero continuó —, no puedo hablar mucho ahora porque me esperan pero porfavor, intenta venir a este lugar— me entregó un papelito con una dirección que en definitiva no conocía.

—¿No puedes hacer algo para que no me lleven o al menos algo que me dé tiempo escapar?— dije, con un un poco de esperanza.

—No, lo lamento, ya saben todos tus pasos y no todo los planes de papá me lo sé, sabes que aún no confía tanto en mí— me dijo —pero de verdad necesito que vayas a esa dirección, te contaré todo lo que necesites saber

Y antes de que se vaya lo abracé, necesitaba un abrazo de alguien que si me quería, de alguien que me defendía en cualquier momento, de alguien que sé que haría cualquier cosa por ayudarme.

Minutos después de que Christian se marchó, Connor entró.

Su figura lucía desgastada y desaliñada, como si el peso del mundo descansara en sus hombros.

Amor Amenazante #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora