Capítulo 26

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Emily

Apoyo la cabeza en mis rodillas dobladas, intentando cerrar mis ojos y aliviar el miedo que tengo.

Llevo días aquí, aunque parece una eternidad. El lugar es oscuro y tenebroso, casi imposible de soportar. Los guardias son brutales, y el único contacto humano que tengo es con mi irritante compañera de celda.

Solo hay una cama en esta celda y la desaliñada compañera que tengo ronca plácidamente en la cama.

La comida que nos dan es un asco, una mezcla pastosa y repugnante que apenas puedo tragar. Estoy tan cansada... no puedo dormir en el suelo, y esa mujer no me deja ni un rincón de la cama.

No sé en dónde me encuentro y lo único que puedo describir de este lugar es que me encuentro en el interior de una oscura y húmeda celda de calabozo. Las paredes están cubiertas de moho, y el olor a humedad es penetrante. Hay una pequeña ventana con barrotes que deja entrar un tenue rayo de luz.
Y me encuentro sentada en el suelo frío, abrazando mis rodillas.

No sé cómo salir de aquí o al menos hacer algo para conseguir la llave de esta celda.

No sé qué hice en mi vida pasada para merecer esto.

No sé si debería...

Levanto la cabeza al escuchar el eco de los zapatos de los guardias hasta que detienen en frente de mí con la asquerosa bandeja de comida para mi y para mi compañera.

No entiendo por qué hay gente aquí como si fuera una cárcel con la única diferencia de que supuestamente le hicimos algo al 'jefe' de este lugar, eso lo escuché de uno de los guardias.

Mi compañera se levanta como perro hambriento y come toda la comida sin dejar algo para mí, de igual forma no iba a comer esa falsificación que llaman comida aquí.

Apoyo mi cabeza de nuevo en mis rodillas.

Me la he pasado así durante... ¿Quién sabe cuántos días? Ya he perdido la noción del tiempo.

—Todos levántense. El jefe viene en camino.

Me levanto al ver que los demás hacen caso, ni siquiera quiero saber qué le hacen a los que se niegan.

Veo al supuesto jefe vestido con traje y corbata observando la celda que me queda al frente y luego voltea en donde estoy.

—Emily, que gusto tenerte aquí.

Me saluda como si me conociera de toda la vida cuando no sé de quién diablos se trata.

—Disculpa que no me he presentado, tal vez no te acuerdes de mí, soy...— duda antes de decir su nombre —me conocen como Capalletti.

Me sonríe pero me muestro confundida.

Luego, se voltea hacia su guardia y le dice algo que no logro escuchar y segundos después abren la celda y me trasladan como si fuera una criminal a un lugar cerrado, con mejor pinta, una mesa y dos sillas.

Me siento en una silla con los dos guardias detrás de mí y minutos después entra el mismo hombre que me saludó como si me conociera.

—Perdona la estadía que te han dado pero no has servido de mucha ayuda estos últimos días.

No muestro ninguna reacción.

—¿Y bien? ¿Cómo está tu padre, Emily?

Observo el lugar antes de responder.

—No lo he visto desde que...

—Te escapaste— completa por mí —, ¿correcto?

Asiento.

Amor Amenazante #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora