Capítulo 27

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Emily

Oficialmente tengo dieciocho años.

Es temprano, por lo cual mi cumpleaños hasta ahora se ha basado en prácticas y más prácticas.

No es que sea el peor cumpleaños ya que cumplí con mi meta de celebrar mi próximo cumpleaños (o sea este) sin mi padre y pues lo cumplí.

Pero debo aclarar que estar encerrada era parte de mi plan.

No puedo no sentirme triste porque realmente anhelaba pasar este día con las personas que me recibieron cuando estaba perdida.

Los extraño.

Los extraño demasiado.

Extraño a Helen y su cariño como madre que nunca tuve.

Extraño a Thomas, a pesar de que no pasaba mucho tiempo siempre se mostraba amable conmigo.

Extraño a la pequeña Gracie, ella ha sido como la luz en la oscuridad y como no olvidar al perrito Tobby quien me ha sido de compañía durante los inicios.

También extraño a Oliver, él ha sido el mejor desde que lo conocí y no puedo ni pensar de que lo lastimé.

Y por último, extraño mucho mucho a Connor, ¿quién lo diría? Debo admitir que me ha hecho demasiada falta en mí.

Camino nuevamente por los pasillos de la mansión hacia el lugar en donde me espera Louis nuevamente para la práctica de defensa personal.

Después de que Adelina me encerrara en el calabozo, no se cómo, pero su padre se enteró al día siguiente de lo sucedido y castigó a su hija por realizar órdenes no debidas.

No sé exactamente cuál fue el castigo de Adelina ya que Meryl no me contó mucho sobre eso pero cuando la volví a ver días después no lucía feliz, se lo merecía.

Me concentro lo más que puedo y empleo los movimientos que Louis me enseñó días anteriores.

Pongo en uso toda mi fuerza como si de mi más enemigo se tratara y Louis se estrella con el suelo.

Lo vencí. Vencí a mi profesor.

Me siento tan feliz sabiendo que...

—Jamás pienses que has ganado sin primero comprobarlo.

Me habla Louis y en menos de segundos, antes de que pueda decir o hacer algo, me estrella justo como le hice y caigo al suelo justo como yo le hice con la diferencia de que él no se mueve de mi y me tiene acorralada.

—Fue unas de las cosas que te dije que no olvidaras nunca.

Asiento desde el suelo y cuando él me suelta es cuando dejó de sentirme avergonzada por perder, de nuevo.

—¿Podemos intentarlo de nuevo?

Camino detrás de él ya que empieza a guardar a todo.

—Emily, ya has estado practicando desde temprano y aunque me gusta tu espíritu luchador debo decirte que también tomes un descanso.

Trato de opinar algo en su contra pero me interrumpe.

—Además, debes prepararte, creo que tienes un almuerzo con el jefe o eso fue lo que escuché.

¿Almuerzo con Capalletti? ¿Yo, su prisionera?

Eso es lo último que pensaba y prefiero mil veces cenar con Meryl y los demás en la cocina que estar frente a ese hombre.

Sabía que su hija no era diferente a él, más bien se mostró peor que ella los últimos días y ha estado fingiendo tratarme de maravilla hasta que empezó a ver mis avances con todas estas estúpidas prácticas que debo hacer todos los días.

Amor Amenazante #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora