Trece✺

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Esa noche, ya de madrugada, Jeongyeon y Momo decidieron no decirles aún a sus hijas de su nueva relación, pues querían que se afianzara más, explorarse como pareja y ver como se encaminaban, pero sobre todo para no darles a sus pequeñas falsas expectativas y que su amistad se viera afectada por un problema amoroso entre ellas, si llegaran a fracasar.

Pasaron varios días desde entonces.

De rodillas en el suelo de su cocina, Jeongyeon contenía el aliento y asomaba tentativamente la cabeza en el horno cubierto de espuma. Hizo una mueca ante el olor del detergente mientras pasaba la esponja por los lados. Una inusitada oleada de energía la había impulsado a trabajar en la casa esa mañana de sábado.

—Mami ya estoy esperando a unnie y Rei, pronto llegarán por mi —Anunció Yujin con entusiasmo, detrás de ella.

Jeongyeon sacó la cabeza del horno y se volvió a mirar a su hija.

—¿A qué hora terminarán su trabajo en la biblioteca?

Yujin y Rei estaban trabajando juntas en un proyecto escolar y, aunque se quejaron porque debían hacer investigaciones, habían llegado a disfrutarlo. Quizás en parte por la cantidad de estudiantes de secundaria que asistían a la biblioteca en el horario.

—No lo sé, mami, pero te llamaré. Y recuerda, Rei vendrá a casa luego, ¿Está bien?

—Lo recuerdo bebé, tranquila.

Yujin vaciló, pero al final decidió hacer la pregunta.

—¿Cuándo volverás a salir con Momo unnie? —La curiosidad apelaba por ella.

Jeongyeon consultó el calendario mentalmente, antes de responder a su pequeña omega.

—El próximo fin de semana iremos a una fiesta de su compañía.

—Oh...

Jeongyeon se pasó un brazo por la mejilla y miró a su hija con suspicacia.

—¿Qué quiere decir con "Oh"?

—¿Qué?

—Escucha cielo...

Yujin se encogió de hombros, antes de detener las advertencias de su madre.

—No significa nada mami... lo que pasa es que no estás saliendo con ella tanto como deberías. Unnie te gusta, ¿verdad?

—Unnie es muy agradable —dijo Jeongyeon con cautela. Si admitía algo más, su hija deduciría mucho más y no era momento para presiones.

—¿Agradable? —Exclamó la pequeña menor, exasperada —¿Es todo lo que puedes decir sobre unnie? Creo que ella es mucho más que agradable, mami. —Comentó la jovencita, sin intentar simular su indignación ante el comentario de su madre.

Vaya que era mucho más que agradable, eso era muy poco de lo que Jeongyeon sentía cuando de Hirai Momo se trataba. Ella era dulce, divertida, considerada y la trataba con tanta ternura que su corazón parecía derretirse cada vez que la besaba o la acariciaba. Pero Yujin no tenía porqué saber sobre ese detalle, aún.

Suspirando con fuerza, Jeongyeon volvió a meter la cabeza en el horno, como un avestruz en su hoyo, y talló con fuerza los costados.

—¿Vas a ignorarme? —preguntó su hija, aún indignada.

Jeongyeon volvió a sacar la cabeza y miró sin pestañear a su hija.

—Sí. A menos que te ofrezcas a limpiar tú misma el horno por mi. —Señaló con una sonrisa divertida.

—Lo haría mami, pero tengo que ir a la biblioteca con Rei.

Jeongyeon hizo una mueca escéptica y cuando iba a volver a su tarea, oyó la bocina del inconfundible auto de Momo, afuera en la entrada.

𝑭𝒂𝒍𝒍 𝑰𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 ✺ {JeongMo} G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora