Capítulo 1

8 0 0
                                        


Evan

Finalmente e llegado a Londres. Odio este maldito lugar y los recuerdos dolorosos de mi pasado, pero quiero comprender el porqué de mi atracción repentina a este lugar una vez más.
Hace tanto tiempo ya que me marche de aquí y ahora vuelvo para entender y saber que es lo que me lláma, esto me perturba.
Quiero respuestas y no se si sea instinto o que pero se que aquí las encontraré.

Al bajar del Jet mi teléfono comienza a sonar y sin mirarlo ya se de quien se trata.

Por un momento pienso en ignorarlo pero se que si no le contesto, no dejará de fastidiar y no quiero enojarme más de lo que ya estoy.

‐ Que pasa Belfegor‐ contesto mientras subo a mi auto.

Escucho un resoplido al otro lado de la línea y contesta.

‐¿Cuantas veces te e dicho que ya no me digas así? Solo dime Marcell, ese es mi nombre ahora, además de que suena más humano. ¿no lo crees hermanito?.

‐No me llames así porque no somos hermanos y lo sabes, también me parece ridículo que a estas alturas del partido quieras cambiar tu nombre, ridículo y estúpido.

‐Primero que nada eso dolió, aunque en teoría somos como hermanos, pero bien, no me voy a poner a discutir contigo por ello maldito cascarrabias y segundo, a mi me parece ridículo que a pesar del tiempo que a pasado tu aún quieras comportarte como uno de ellos, cuando no lo eres ya.

Detesto en verdad que toque ese tema y el lo sabe, pero se pasa por los huesos las veces que se lo e dicho. Belfegor a pesar de ser uno de los más tranquilos de nosotros, puede llegar a ser un cabron cuando se lo propone.

Ignore lo que me había dicho y le respondí.

‐Si solo llamaste para joder, te advierto que no estoy para tus... ‐ no terminé de responder cuando me interrumpió.

‐Vaya pero es que el crío no esta de buenas hoy, ni nunca. Que novedad.
Es que de verdad parece que se empeña en sacarme de mis casillas.

‐Solo llamaba para saber si llegaras ya o tendré que esperarte otro siglo más.

‐Hablando del rey de los exagerados. Déjate ya de estupideces que estoy ahora mismo de camino, voy manejando ya mismo ¿contento?.

Claro no es como si fuera a chocar ni mucho menos mi hermoso Mclaren. No es que sea un hombre materialista pero le tengo especial cariño a este auto. Y en dado caso de que si chocara por las distracciones o lo que fuera. No es como si pudiera morir pero podía usar eso como excusa para que me dejara en paz y de paso hacerlo enojar.

‐Si me hubieras hecho caso ya habrías llegado, pero como te gusta hacerte el idiota y jugar a "fijamos que somos humanos".

Vuelve a hacerme enojarme con sus estúpidos comentarios, juro por todos los universos que si no fuera como un hermano para mi, el que me apoyo más en las peores circunstancias y más en la rebelión contra Häel. De verdad que lo habría mandado al carajo desde hace tanto.

‐Lo dice el que  se cambio el nombre a Marcell porque dice que suena más humano‐ escucho un resoplido y ruedo los ojos‐ ya deja de llorar que llego en treinta minutos.

Cuelgo y me concentro en el camino rumbo a mi casa.

Mirando el paisaje vienen a mi, recuerdos del pasado. Inconscientemente la recuerdo a ella, nos recuerdo tomados de la mano, su sonrisa cuando me miraba y recorrimos los senderos cerca del arroyo que estaba a unos metros de nuestra casa, sus besos y esos ojos grises que me hechizaban y me tenían a sus pies.

Esa primera vez que fue mía, nuestros cuerpos fusionandose siendo uno solo, en un encuentro tan maravilloso como ser un solo ser, todas las veces que juró que me amaba más que a la vida misma, mientras se entregaba a mi de una manera tan completa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 28, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora