Era un día común y corriente en la vida de Severus Snape, estaba cursando su quinto año. Despertaba a las 5 de la mañana, insomnio. Después a desayunar, después a sus clases, después a comer, después a sus clases y después un rato libre y después a cenar, lo mismo de siempre pero entre cada uno de esos tiempos siempre había algo que lo atormentaba.
Era algo que aparecía en el día, tarde o noche, muchas veces y a diferentes horas, cada que pasaba le dolía la cabeza y por eso o más razones tenía que ir a la enfermería. De verdad que le hartaba.
.—¡Hey, Quejicus!
Y ahí viene de nuevo su dolor de cabeza. Era la hora de la comida y estaban frente a todo el comedor, quiso ignorarlo pero estaba claro que sería imposible.
.—Oh vamos, ¿De verdad vas a ignorarnos? No sabes que eso es de mala educación.
Rodó los ojos y quiso alejarse pero de un momento a otro ya estaban los dos chicos en cada uno de sus hombros.
.—Tal vez debamos enseñarte una lección.
Y fue empujado al suelo, los alumnos se quitaron y formaron un círculo, los profesores veían sin decir nada y hasta llegaban a desviar la vista.
.—Eres un idiota.
Exclamó con odio, saco su varita y lanzo un hechizo al chico de lentes.
.—¡Señor Snape!
Escucho a un profesor llamarlo y eso lo irritó, ¿Porqué a él y no a ellos?
.—No se preocupe, lo tengo controlado.
Los dos chicos, Potter y Black se miraron cómplices y alzaron sus varitas, eso ya le daba una mala espina. Ambos dijeron algo que no entendió y por lo visto nadie más entendió. De inmediato un portal se formó tras él.
Fue cuestión de segundos para que esté se agrandará y comenzará a absorber todo lo que había ahí, los dos chicos Gryffindor y los demás estudiantes se alejaron con esfuerzo. Estaban asustados y él también.
Quiso correr pero la fuera que gravedad en el se lo hacía imposible, sus movimientos eran lentos y su fuerza disminuía poco a poco hasta que su cuerpo fue absorbido por el portal y no vio nada más que negro.
Una vez que el Slytherin fue absorbido el portal se cerró de golpe dejando caer muchas cosas que habían estado flotando. De la nada Sirius Black recibió un golpe en el rostro.
.—¡¿Dónde está!?
Era el hermano menor quien le preguntaba y claro se veía enojado.
.—No- no lo sé.
.—¡No digas que no sabes! ¡Por Dios, si le pasa algo te juro que yo te mato!
Y el chico slytherin junto a los demás de su casa, sin importar grados se fueron del gran comedor y este quedó en un incómodo silencio.
.—Señor Potter, señor Black, en mi oficina, ahora.
Habló por último el director. Albus Dumbledore.
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Perros de prisión ✔
RandomSolo podría decir que Potter y Black tenían la culpa. Dios, ¿Quién los manda a ser tan estúpidos? desde que ese portal lo trago llegó a... Bueno todavía no sabía dónde estaba. °Harry Potter. °Carcel. °Violencia. °Malas palabras. °Creditos a sus resp...