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Despertó desorientado, le dolía la cabeza y veía borroso. Se levantó del frío piso y miro a su alrededor, era una habitación muy pequeña, tenía unos muebles ya fueran mesas o loquers. Había algo parecido a una puerta y al lado lo que sería una ventana, lo raro es que no había ni una puerta ni una ventana, estos eran reemplazados por unos ricos de hierro.

En el piso había una manta que suponía lo había estado cubriendo desde hace rato y fue que los notó. Habían dos chicos acostados, un poco lejanos a el. No podía verlos bien pues estaban cobijados de pies a cabeza y se notaban que estaban en su quinto sueño, lo único que sobresalía era un poco del cabello de cada uno, negro y blanco, que coincidencia.

Reviso su cuerpo, suspiro con alivio al ver que todo de él estaba donde debía y aunque su cabello estaba un poco más largo podía vivir con ello.  También noto que la ropa que traía era rara, el pantalón y la playera estaba cocidas para hacer solo una prenda de vestir y se quitaba con un cierre en el pecho. No traía zapatos, eso más bien parecía una celda.

Camino hasta llegar a lo que sería la puerta y entre ella observó lo que había afuera, nada. Bueno si había algo, más y más celdas. Desde el principio tenía una sospecha de dónde estaba pero no quería creer de verdad que estaba en la cárcel, al menos no era Azkaban. Se dirigió a uno de los loquers que tenía sus iniciales 'S.E.A.S.P.'

Suponía que era de él pues las otras estaban vacías y solo dos aparte tenían unas iniciales raras. Lo abrió con cuidado y adentro había otro uniforme igual al que traía puesto, unos zapatos de trabajo y en un lugar un poco apartado había una credencial.

-Severus Eden Adair Snape Prince.
-20 años
-Celda 02
-Ingreso: 2001
-Crimen: Asesinato

¿Qué? En primer lugar el nisiquera había hecho nada malo, bueno tal vez el querer matar y planear a su padre pero todavía no lo hacía, aparte tenía 15 años y que pedo con su nombre. El se llamaba Severus Tobias Snape Prince.

Pensó un poco más, cayó en un portal que quien a dónde lo llevaría, está en su cuerpo pero tiene diferente nombre, diferente edad y diferente lugar, pero sigue siendo él. Universo paralelo o otro universo pues.

Quiso pegarle en la cara pero una voz lo exaltó.

.—¿Que haces?

Dió un brinquito por el susto, volteo a ver hacia atrás y se topo a los dos chicos ya después. El chico de pelo negro era grande, se veía que era alto, pero negro, piel blanca y ojos afilados y negros, atractivo. El de pelo blanco era... Pues, no podía decir mucho, solo que tenía pelo blanco y se veía grande igual que el otro, el pelo lo tenía tapando su cara.

.—Nada.

Respondió con voz monótona. Los chicos se volvieron a acostar e ignorarlo. El dolor de cabeza se hizo más insistente, tomo la credencial y fue a una esquina a sentarse con la cabeza gacha. Estaba que se moria.

Mierda, ¿Lo que acababa de ver era un recuerdo? Se preguntó, su pregunta fue respondida cuando Miles de recuerdos comenzaron a aparecer como flashes bien cada uno, era la vida de ese chico.

Había visto a sus padres en ellos, seguían siendo los mismos de siempre y entonces todo hizo click. Si estaba en otro universo, un universo en el que él había sido encarcelado por matar a su padre y una cosa más, era un squit.

Suspiró sobándose el rostro, miró sus manos llenas de cicatrices. Mierda, que buena era la vida con él. Esperaba que siquiera el director hiciera algo para que él volviera, no podía desaparecer no sin antes haber sacado a su madre de ese infierno en el que vivían.

Se exaltó cuando la puerta de hierro fue golpeada con un palo de hierro, miro al frente encontrándose con lo que seria un policía.

.—A desayunar.

Habló el oficial, los otros dos chicos se levantaron y fueron a la puerta, el los siguió, su rostro serio no expresaba ningún sentimiento. Los tres salieron y fueron guiados por el policía. Llegaron a una habitación que tenía una mesa y tres platos y vasos en ella.

Los tres entraron y el policía se fue una vez cerró la puerta.

.—¿Te estás acostumbrando?

Habló el chico de cabello negro, se notaba que la pregunta era dirigida a el y él solo asintió, no sabía a qué se refería pero lo había visto en las memorias del chico. Lo habían sentenciado a 5 años en prisión y había llegado hace 3 semanas.

Al principio estaba en otra celda con más personas pero ellos quisieron pasarse con el y termino aceptando un trato de esos dos hombres delante de él que por lo visto tenían mucho poder en la prisión.

.—Bien.

Siguió comiendo en silencio, pensando en que haría ahora, el no podía hacer nada ahí, era una prisión muggle y él ya no tenía sus poderes por lo visto, ya no era un mago. Su única opción era ver si el director y los chicos hacían algo por buscarlo.

De verdad, si llegaba a regresar mataría a todos los Gryffindor's sin importar y de paso también al director. Termino de comer al igual que los otros dos, estaba muy lleno, nunca se había acabado una comida el solo.

El policía llegó y los saco y ambos fueron al exterior donde los reclusos hacían ejercicio, el simplemente siguió a los dos hombres. Los tres terminaron sentados en una banca, varios reclusos habían se habían hecho una referencia al verlos pasar, o más bien a los dos chicos delante de él.

Pasaba el tiempo y el seguía sumido en sus pensamientos, analizaba su alrededor, algunos entrenaban y otros traficaban cosas, fuera cigarros, cuchillos o simplemente comida. Los policías veían esto pero no hacían nada, los ignoraban e incluso cuando había una pelea simplemente miraban y esperaban a que ellos arreglaran sus problemas.

Cómo ahora.

Dos chicos se estaban peleando frente a él, una le había hablado, después el chico de cabello negro que estaba en su celda le dijo algo a otro  hombre que si dirigió a la persona que le había hablado y lo comenzó a golpear. En realidad no supo que le había dicho.

Miraba todo confundido, frunció el ceño y miro a los dos chicos, el chico de cabello negro que tenía en su uniforme 'W.S.' le sonrió, eso le dió escalofríos. Volteo a ver a otro lado y que mejor como esos dos se partían la madre.

Los veía como si estuviera un canal de lucha libre. Sonrió levemente y miro la interacción de ambos. Uno le dió una barrida al otro que cayó al suelo y este aprovecho para jalar su pie y hacerlo caer, este cayó al suelo y vio como su cabeza pegó fuertemente con el cemente, hizo un mueca ante esto.

El otro chico aprovecho está distracción y se subió a orcadas sobre el, saco una navaja y la puso en su cuello. El chico le dijo algo y el otro solo lo miro con burla y le escupió, el chico con la navaja claramente enojado estaba apunto de degollarle el cuello cuando W.S. habló.

.—Basta.

Ambos se detuvieron y vieron el hombre que paró de su asiento, le hizo una seña para que el chico se bajara de aquel hombre, el lo hizo y el hombre tirado en el suelo temblaba.

.—Tu vuelves a dirigirle la palabra a Sev y yo mismo te mataré.

Quedó sorprendido, ¿Todo eso porque el chico le hablo? Pues que tenía el, la peste negra. Lo miro con una ceja alzada y el le sonrió con amor. Turbio.

.—El es muy posesivo.

Se sobrexalto cuando el chico de cabello blanco le habló, no lo ha ia escucha decir ni una palabra en todo el día pero ahora podía notar como su voz era muy grabe y ronca.

.—Por lo visto.

El chico se rió y escucharlo fue como música para sus oídos, se insulto a si mismo por pensar eso y de un momento a otro tenía a ambos chicos a cads lado de el. Se sintió un poco, muy incómodo.

.—No has dicho nada en todo el día.

W.S. lo miraba con una sonrisa perversa.

.—Tal vez te tenga que hacer hablar de una u otra manera.

Susurro en su oído.

.—¿Cómo-..?

Apenas se giró un poco para preguntar y sus labios fueron apresados por los del otro. El no hizo nada, había visto en las memorias del chico como, en el trato que acepto, eso iba incluido.

Maldita memoria muscular.

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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