2. Una amiga.

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"¡VOY A MORIR!"

Desde fuera, James Potter parecía una persona enloquecida. Desde la forma en que agitaba las manos mientras regañaba a sus amigos por cómo Lily Evans lo había rechazado por centésima quinta vez (sí, llevaba la cuenta) hasta la forma en que se golpeaba repetidamente la cabeza contra la mesa, haciéndola sonar con cada golpe, y la comida volaba hacia su revuelto pelo negro.

" Cornamenta, amigo. Te vas a hacer daño". Advirtió Remus, apartando unas cuantas zanahorias troceadas de su demasiado dramático amigo.

"No me importa", murmuró James contra la mesa. "Me lo merezco".

Remus y Sirius intercambiaron miradas antes de hablar. "¡Caray! Creo que por fin se le ha ido la olla, Lunatico".

"Yo diría que lo perdió hace unos cincuenta intentos".

Peter soltó un bufido ante los comentarios de sus amigos antes de contribuir a la conversación. "Dejad en paz al pobre James. Está demasiado ocupado llorando a Lily. Otra vez".

James levantó la cabeza y les lanzó una mirada malévola a los tres risueños. "Iros a la mierda. No quiero veros nunca más. "

Las risas de los chicos murieron al ver como James se quitaba las gafas enfadado. Remus puso los ojos en blanco y exigente dijo: "Colega, vuelve a ponerte las gafas".

"Vale", resopló James, enfadado. "Pero sigo cabreado con vosotros, pajilleros".

Sirius soltó una risita y palmeó el hombro de su mejor amigo. "Solo te estamos tomando el pelo, colega".

La expresión molesta de James volvió a transformarse en angustia. "Solo quiero que Lily me mire como Sirius se mira en un espejo. ¿Es tan difícil?"

"Parece que sí-OUCH!" Sirius soltó un montón de palabrotas mientras se frotaba el punto dolorido de la cabeza donde James le había golpeado.

"Mira, quizás estás siendo demasiado... agravante. Llevas seis años detrás de ella. Debe de estar cansada de que la invites a salir constantemente". razonó Remus.

James suspiró mientras se zampaba un bocado de natillas. "¡No puedo evitarlo! Es tan... perfecta, ¡por el amor de Merlín!".

"Bueno, tal vez necesites seguir adelante. Mira a tu alrededor. Hay un montón de pajaritos dispuestas a salir contigo... Joder... ¡¿VAS A DEJAR DE PEGARME?!"

"James, deja de pegar a Sirius, y Sirius, ¿quieres dejar de llamar pájaros a las chicas?". Remus habló exasperado, apartando la mano de James.

"Quizá deberíais dejar de pelearos y mirar hacia la mesa de Slytherin", dijo Peter.

Los tres chicos se giraron y se quedaron con la boca abierta al ver lo que Peter señalaba. Allí, en la mesa de banderas verdes y plateadas, estaba sentada una Lyra llorosa cuyo hombro estaba envuelto nada menos que por el brazo de Lily Evans.

"¿Se ha vuelto loca, joder?". Maldijo Sirius, arrojando lo que quedaba de su chuleta sobre el plato dorado. Pero antes de que nadie pudiera responder al confundido muchacho, Remus corría detrás de James, que había ido marchando hacia el par de chicas.

"Sé que es difícil en este momento pero vas a jo..."

"-Evans."

Lily y Lyra levantaron la vista, la expresión triste de la pelirroja se transformó rápidamente en una de descontento y fastidio.

"Potter". Ella escupió.

"Veo que nos estás haciendo amigos de una de ellas". Cruzó enfadado los brazos sobre el pecho.

"¿Cómo dices? Quién demonios te crees que eres-"

"Lily." Lyra puso su pálida mano en el hombro de Lily mientras la pelirroja comenzaba a levantarse. Lily volteó a ver a Lyra, sus ojos aún tenían la mirada de yo-podría-asesinar-a-alguien-ahora-mismo. "Está bien."

Lily miró confundida a la pelinegra justo cuando Remus llegaba.

"James, cuidado con lo que dices...".

"¡Definitivamente no está bien, Ly!". Lily interrumpió a Remus.

"Oh, ¿así que ahora tenéis nombres cariñosos la una para la otra?". se burló James.

Tuvieron que venir Lyra, Remus y Sirius, que había corrido detrás de Remus, para evitar que Lily se abalanzara sobre el chico que tanto despreciaba.

"¡Maldito idiogta! Tendré tantos nombres cariñosos con quien demonios quiera!" gritó, ganándose la atención de unos cuantos alumnos.

"Cornamenta, colega", advirtió Remus, abriendo mucho los ojos hacia su amigo.

"¡He dicho que está bien!" exclamó Lyra. Sintió como sus mejillas enrojecían al ver que la atención de todos estaba ahora sobre ella. Soltándose del brazo de Lily y acomodándose el cabello detrás de la oreja, dijo: "Lils, vuelve a tu mesa. No quiero que os peleéis por mí".

"Oh, estos dos siempre se pelean por todo". Sirius rió entre dientes, tratando de aliviar la tensión. "¿Qué? ¡Es verdad!" Exclamó, levantando las manos en señal de defensa ante la mirada de los adolescentes peleones.

"Aun así, es mejor que me vaya". Recogió apresuradamente sus maletas y se limpió las mejillas manchadas de lágrimas antes de girarse para mirar a Lily. "Gracias, Lily. Nos vemos luego, ¿vale?". Y con eso, se apresuró a salir del gran comedor.

"¡Idiota!" Lily golpeó a James en la cabeza. "Por eso nunca te querré". Espetó, siguiendo a Lyra.

Lyra tuvo que admitir que se sentía enfadada con James. No solo no la conocía de nada, sino que no tenía derecho a decirle lo que Lily debía o podía hacer.

"¡Lyra, espera!" Se dio la vuelta y vio a Lily corriendo hacia ella, sonrojada. Tras unos minutos recuperando el aliento, habló. "Lo siento mucho. James es un capullo".

Lyra se encogió de hombros. "No pasa nada". No lo estaba.

Lily suspiró. "¿Por qué sigues diciendo eso? Definitivamente no está bien. Lo que James hizo allí..."

"Estaba mal, lo sé. Pero estoy acostumbrada a que la gente me cierre la boca o no me apruebe".

Lily hizo un puchero, deteniéndose en medio del pasillo. "Pues yo sí te apruebo y no voy a cerrarte el paso".

Lyra la miró, con confusión evidente en su rostro. "Apenas me conoces, Lily. Sólo hemos hablado porque nos emparejaron en clase el otro día an-"

"-Y ya veo que no eres como los demás. Sé que has tenido que soportar muchas cosas esta última semana. No puedo ni empezar a imaginarme lo que se debe sentir cuando te engañan, pero ahora me tienes a mí e incluso a Marlene, que piensa lo mismo que yo." Lily sonrió, poniendo una mano tranquilizadora en el brazo de Lyra. "Lyra, créeme cuando te digo que vales mucho más de lo que crees".

Lyra, extrañada, no pudo evitar que unas lágrimas cayeran por sus mejillas ante las palabras de Lily. Nunca en sus dieciséis años de vida nadie le había dicho cosas tan amables. Así que se limitó a abrazar a su nueva amiga, aceptando el hecho de que tal vez alguien sí se preocupaba por ella. 

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𝐄𝐃𝐄𝐕𝐀𝐍𝐄 | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora