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Taehyung, 8 años. Jungkook, 13 años.

Taehyung apenas acababa de llegar de su escuela; hacía dos años que había empezado a asistir y le encantaba. Sin duda, era uno de sus lugares favoritos.

Era un magnífico lunes; primero, asistió a la escuela y jugaron toda clase de juegos recreativos e importantes para empezar a estimular su cerebro al pensar en cómo resolver pequeños y fáciles acertijos. Segundo, su querida madre estaba de muy buen humor e hizo pastel y tercero, pero mucho mejor que las anteriores, era que su Hyung Jungkook iría esa tarde a jugar fútbol, lo que significaba que él podría jugar también junto a ellos y así compartir tiempo con su Hyung.

No es que con el tiempo Jungkook se haya puesto más amable con el pequeño Tae ni nada, pero el tiempo le mostró a él lo mucho que le gusta pasar tiempo con su lindo Hyung.

Con una linda sonrisa y con un tierno sonrojo en sus pómulos se acercó a su madre, dándole un pequeño beso en la mejilla le agradeció el pastel y le informó lo delicioso que estaba.

Se retiró a su habitación bajo la tierna mirada y sonrisa de su madre, quien lo vio subir las escaleras rumbo a su habitación, llegó a esta y cerró la puerta. Quitándose todas las prendas de su uniforme, empezó a buscar una cómoda ropa para esperar y así poder jugar con su lindo Hyung.

...

Tiempo después de estar arreglado y listo para jugar, se topó con que su Hyung y otros niños más ya habían llegado. Cuando bajó las escaleras, nadie lo notó, ya que estos estaban demasiado entretenidos con su videojuego.

Él solo se quedó a un lado de la escalera viéndolos jugar y deseando también estar ahí, ser incluido pero Tae no era un niño pesimista, al menos agradecía la linda vista de ver a su Hyung reír y pasarla bien.

Unos treinta minutos después de cansarse de jugar, los mayores decidieron ir al patio trasero de su amigo Jimin a jugar fútbol.

Saliendo todos tras Jimin, quien fue el de la idea, Taehyung se fue acercando poco a poco. Solo escuchaba las risas de sus mayores en el patio. Quiso salir, y así lo hizo. Tímidamente asomó su pequeña cabeza y examinó el lugar, sonrió y entró de un salto.

—¡Hola, Hyungs!— gritó con emoción; unos tres niños estaban ahí (eran de la edad de su hermano Jimin, por lo que calculaba) y su hermano Jimin, junto a su lindo Hyung.

—Hola, TaeTae ¿cómo te fue?—le preguntó su hermano mayor acercándose a él alborotándole el cabello.

Taehyung rió bajo el toque de su hermano.

—Me fue bien, fue divertido. Oye, hermanito, ¿qué hacen? —preguntó con inocencia, volteando su cabeza como cachorrito.

—Estamos jugando fútbol, Tae. —le informó su hermano, acercándose para quitarle el balón a un chico.

—¡Ah! ¿Puedo jugar? —Dijo colocando su mejor sonrisa, tan característica de él; su hermano se conmovió.

—Quisiéramos, Tae, pero es un juego rudo, de mayores... tú eres aún muy pequeño y delicado, ¿sí? No quiero que te lastimes.—dijo acercándose nuevamente al menor, pero este sintió una pequeña llama de ira crecer en su pequeño pecho.

Pasó todo el día emocionado por jugar con sus Hyungs, en especial Jungkook, y ahora ¿no podía? ¿Por qué? Era tan injusto para el menor.

Un pequeño puchero se instaló en su labio inferior; se supone que él debe entender y él no era un niño consentido o malcriado, pero de verdad que le rompían una ilusión.

—No puedes estar en todo lo que hagamos, niño. Primero crece y luego vienes. —le dijo Jungkook, quien a sus trece años no aprendía a dejar de ser tan antipático.

El pequeño tenía ganas de llorar, solo asintió y se dio la vuelta rumbo a su habitación. —No, no sean tan duros con un pequeño niño como él. — dijo Hoseok, quien era amante de los niños.

Se acercó al pequeño y se agachó para estar a su altura y lo vio con una sonrisa, viendo que tenía los ojitos cristalinos. —Hola, pequeño, yo me llamo Hoseok ¿Quieres jugar conmigo a algo? — le dijo dulcemente.

Este lo examinó de arriba hacia abajo, era tan brillante y tenía una linda sonrisa. Le dio vergüenza hablar, solo asintió bajando su cabeza con un dedito en su boca.

Hoseok rió y lo cargó entre sus brazos. —¿Quieres jugar en la consola o con el balón?— le dio opciones al pequeño. Este de verdad que no le iban los deportes ni nada rústico, así que votó por la primera opción.

Le sonrió al mayor —Videojuegos. — Soltó en un pequeño murmullo; este era un poco penoso al principio, pero luego no había quien lo detuviera.

—¡Videojuegos! Excelente.— gritó haciendo reír al pequeño y se adentró con Tae en brazos hacia el sillón.

Jimin y Jungkook se quedaron viendo la escena, ambos no habían dicho nada. Jimin sintió un poco de celos, nadie trataba así a su pequeño Tae... solo él.

Jungkook soltó un pequeño suspiro; era un poco decepcionante, ya que era un poco entretenido ver al pequeño "mocoso" insistirles.

—Por fin, ya no nos fastidiará. —dijo Jungkook, restando importancia queriendo dar a entender que no le importaba, pero la verdad sí un poco, Jimin lo vio de mala manera.

—Como sea, juguemos.—Soltó e inmediatamente empezaron a jugar dos horas seguidas de fútbol junto a sus otros dos amigos.

...

—Yah, estoy tan cansado... iré por agua, luego deberían irse, ya está empezando a oscurecer.—Comentó Jimin, entrando por la puerta que da al patio trasero encontrándose con una escena.

Su hermanito riendo mientras le hablaba alegremente a Hoseok, quien estaba de igual manera moviéndose exageradamente cada vez que saltaba o mataba un enemigo en Mario Bros.

Sonrió al ver a su hermanito así; él solo tenía amigos en su escuela ya que cuando llegaba a casa no tenía a más nadie. Sí, tenían a su madre, quien les consentía con comida deliciosa y ayudaba al menor de sus hijos con la tarea, y por otro lado estaba su padre, quien hablaba con ellos y les consentía en viajes familiares, mesadas - más que todo a Jimin- y juguetes - más que todo a Taehyung -, así que estaba feliz de que Hoseok fuera tan amigable con su hermano, como un amigo.

—Hola ¿se están divirtiendo? —dijo acercándose al par, quienes voltearon al mismo tiempo viendo a Jimin, Taehyung agrandó una sonrisa.

—¡Hermanito, mira, estoy ganando!—gritó señalándole la pantalla; Jimin solo rió acariciándole la cabeza.

—Tristemente, Hoseok tiene que irse, es tarde, Tae.— informó; Hoseok solo hizo una mueca al darse cuenta de qué hora era.

—Oh... Bueno, no importa ¿vendrá mañana, Hoseokie Hyung?— dijo y luego sonrió, volteando ver a Hoseok; este sonrió dulcemente y asintió.

—Por supuesto, pero te advierto que mañana ganaré yo.— Comentó parándose del sillón; Taehyung lo imitó, levantando sus brazos al aire.

—¡Muy bien, Hyung! nos vemos mañana ¡cuídese! —le dijo alegremente moviendo sus manos en forma de saludo y luego subió las escaleras riendo, feliz.

Hoseok y Jimin los vieron sonriendo y luego de eso, Jimin les ofreció un poco de agua; comentaron un poco sobre las clases y cada uno se fue a su hogar.

De camino a su casa, Jungkook pensó en que luego de Taehyung se despidiera de Hoseok, este ni siquiera volteó a verlo, a decirle algo al menos.

"Qué más da." dijo, tratando de convencerse de que eso no le importa " ni siquiera sé qué hago pensando en ese niño." dijo llegando a su casa.

Dulce niño - 너무 달콤해...  - Kookv ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora