En los confines de la realidad, donde las fronteras entre mundos se desdibujan, existe un lugar insondable: el Nexo de las Versiones. Aquí, las múltiples dimensiones convergen, y cada una alberga una variante de ti mismo. No es un espejismo ni una ilusión; es la verdad que se oculta tras los velos de la percepción.
Imagina: en una dimensión, eres un músico prodigioso, tus dedos danzan sobre las cuerdas de un violín antiguo mientras las estrellas observan con envidia. Tu nombre resuena en los pasillos de los teatros más prestigiosos, y la melodía que creas es la banda sonora de los sueños de quienes te escuchan.
En otra dimensión, eres un científico visionario. Tu cabello alborotado se ilumina con la chispa de la inspiración mientras descifras los secretos del tiempo y el espacio. Las ecuaciones fluyen de tu mente como ríos de luz, y tus teorías revolucionan la comprensión de la humanidad.
En una tercera dimensión, eres un guerrero solitario. Tu cuerpo está marcado por cicatrices de batallas interminables. Luchas contra criaturas de pesadilla y proteges a los inocentes. Tu nombre es susurrado en los campamentos de refugiados como un mito viviente.
Pero también hay versiones menos grandiosas. En una dimensión, eres un simple panadero, amas el aroma de la masa recién horneada y conoces a cada cliente por su nombre. En otra, eres un pintor anónimo, tus lienzos adornan las paredes de cafeterías y galerías pequeñas.
¿Tendrían todos el mismo nombre? No necesariamente. Algunos compartirían tu nombre, mientras que otros lo modificarían ligeramente. ¿Cabello largo o corto? Dependería de las elecciones que tomaron en sus vidas. ¿Delgado o gordo? Algunos se cuidarían más que otros.
¿Casados o solteros? Algunos encontrarían el amor verdadero, mientras que otros abrazarían la soledad. ¿Buena persona? La moralidad es un espectro, y cada versión se ubicaría en un punto diferente. ¿Familia? Algunos tendrían hijos, otros serían huérfanos.
¿Éxito? La definición variaría. Para algunos, sería la fama y la riqueza; para otros, la paz interior. ¿Posición económica? Algunos nadarían en la abundancia, mientras que otros lucharían por sobrevivir.
¿Hombre o mujer? Ambos y ninguno. En el Nexo, las barreras de género se desvanecen. Algunas versiones serían fluidas, otras fijas.
¿Emociones? Ah, eso es lo más intrigante. Algunas versiones serían apasionadas, otras imperturbables. Algunas llorarían en la oscuridad, mientras que otras reirían bajo la lluvia.
Y así, en el Nexo de las Versiones, todas estas posibilidades convergen. Imagina encontrarte con una de tus otras yo. ¿Cómo sería? ¿Te reconocerías en sus ojos? ¿Intercambiarían historias o se mirarían en silencio?
Tantas preguntas sin respuesta, pero quizás, solo quizás, el Nexo guarda la clave. Tal vez algún día, cuando las estrellas se alineen y los vientos cósmicos susurren, podrás cruzar las fronteras y encontrarte con todas las versiones de ti mismo. Hasta entonces, sigue soñando y explorando las infinitas posibilidades que yacen más allá de nuestra comprensión.
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.El joven hombre se sumía en su escritura con esmero, cada palabra tejida con cuidado. La actividad le proporcionaba una extraña paz, aunque a veces, cuando la inspiración se desvanecía, también podía ser una fuente de estrés. Apartó la vista de la pantalla de su computadora y se permitió un breve respiro. A través de la ventana, observó el paisaje que se extendía más allá. Las personas transitaban por la calle: algunas en compañía de sus parejas, otras apresuradas, quizás por trabajo o simplemente por la agitación inherente a la ciudad.

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Mi otro Yo
Fanfictionhistoria en proceso, algunos de los personajes no me pertenecen, créditos sus respectivos autores