Limerencia | Jasper Hale

Cap.3

Eran las 6 de la mañana Iris se apresuró a estar lista, tal vez su ansiedad de ser la primera vez que pisaba un colegio, era un factor determinante para ese nivel de nervioso que experimentaba, se miró una vez más al espejo antes de salir, sonrió satisfecha al ver su imagen reflejada, nunca fue una chica con gustos extravagantes, su sencillez al vestir la hacía sentir cómoda, además de venir de un pueblo pequeño lejos de la ciudad, las tiendas de ropa no estaban a su alcance, aún q su vestimenta las er sencilla pero era peculiar, se vestía dando un pequeño aire antiguo, sus faldas largas con blusas con olanes, le daba un aire raro, apesar de llevar falta se aseguró de llevar media debajo y unas buenas playeras térmicas debajo de su ropa, Forks era muy frío.

Salió de su casa, se dispuso a caminar hacia el instituto, no estaba muy lejos al ser pueblo pequeño podrías recorrer de punta a punta si mucho esfuerzo.
Una vez llegando al instituto, sintió las miradas de todos sobre ella, eso la puso aún más ansiosa, al ser la chica nueva ya era noticia, además su forma de vestir no pasaba desapercibida, mientras caminaba entre el tumulto de estudiantes puedo llegar a escuchar algunos comentarios, unos más agradables a otros.
“ya la viste como viene vestida, no estamos en el campo”
“es la chava más hermosa que he visto ”
“Se ve muy rara ”

Iris no le tomo importancia y siguió caminado por el estacionamiento, no se percató que cierta familia peculiar la miraba desde lejos, llegó a la puerta principal y se percató  que un chico asiático con gafas se le interpuso en su camino, ella lo miro entre extrañada y ansiosa, sabía que alguien le iba a dar el recorrido pero no esperaba que tan pronto aparecía alguien enfrente de ella con una cámara pegada a su cara.

Iris sintió un flash en su cara, algo aturdida por la repentina interrupción escucho como una voz empezaba hablar –Hola, me llamo Erick y tú debes ser Iris la chica nueva, bueno Iris te comento que yo  soy ojos y oídos de este lugar, si algún día necesitas a alguien con quién reír, llorar o un hombro en el cual recargarte, estoy a tus órdenes – ese chico asiático lo dijo con tal entusiasmos y emoción, que Iris soltó una pequeña sonrisa, le agradaba ese chico energético y simpático que se presentó de una forma bastante inusual pero original a su percepción.

– Hola Erick, bueno al parecer ya sabes un poco de mi, me podrías ayudar a conseguir mi horario – Iris sonrió un poco cohibida por la atención que estaba recibiendo del chico asiático y de las personas que pasaban a su al rededor

– Claro, la foto que te tome será genial para el reportaje, estarás en primera plana – dijo el chichi con gafas con demasiado entusiasmo hasta que vio la mueca de pánico de la chica entonces se retracto de inmediato – Oh lo siento, no estaba que te incomodaba, pero tranquila, no habrá reportaje – dijo con una sonrisa apenada el chico, Iris sonrió un poco menos tensa, le aliviaba que no fuera el centro de atención.

Erick la guio con la secretaria para que le diera las instrucciones para su primer día, se dispusieron a caminar por los pasillos de la escuela, Erick le mostro donde quedaba su casillero y la acompaño a su primera clase, le toca artes visuales, cosa que la emociono mucho, estaba segura que iba hacer su clase favorita.

Entro a la clase de artes, el profesor le indico que tomara asiento al lado de la señorita Cullen, cuando vio aquella muchacha pálida, con ojos dorados y un aura muerta, se dio cuenta que ella no era normal, pero no lograba acordarse que era exactamente aquella muchacha de sorpréndete belleza, solo lo dejo pasar y fue a sentar al lado de esa vivaz muchacha.

– Hola, soy Alice Cullen, tu debes ser Iris, es un gusto poder conocerte por fin – la pequeña chica hablo tan rápido que a Iris le costó entenderle, pero le dedico una amable sonrisa, se dio cuenta que a pesar que no era humana era alguien muy agradable.

– hola, bueno al menos ya no me tengo que presentar con cada persona que me topo, esto de ser nueva, es abrumador – dijo con una pequeña sonrisa.

–No te preocupes te acostumbras a las miradas curiosas, solo no les tomes importancia – dijo Alice con una linda sonrisa.