Eran las 7 de la mañana Iris se estaba preparando para tomar el vuelo a Seattle y de ahí llegar al pequeño pueblo de Forks, un pueblo que la mayoría de sus días eran nublados y lluviosos, a Iris no le molestaba los climas así, eran lo que más disfrutaba, pero, desafortunadamente no iba a Forks a vacacionar o a tener una vida tranquila como la mayoría de los pueblerinos de ese pueblo ella iba a tener respuestas, respuestas que en su pueblo no tenía, Derek por su parte solo trataba de vivir su día a día sin que algún suceso paranormal saliera de su hermana o su abuela, Derek era un chico sensible y muy noble, el tenía el único objetivo, mantener a su hermana a salvo ya que como hermano mayor se asignó esa tarea.
En un pueblo en la periferia de Escocia, había un pueblo de brujas, Iris era la prueba viviente de eso, un linaje poderoso de brujas, que se iba trasmitiendo de madres a hijas, desde hace siglos.
Iris
Crecí y vivi con mi abuela y mi hermano toda mi vida, nunca conocí a mis padres biológicos, mi mamá al darme a luz falleció, mi abuela decía que había una fuerza que sobrepasó su energía, algo que hizo que su último aliento fuera darme vida.
Siempre fuimos mi hermano y yo, por otro lado mi abuela era la que me enseñó todo lo que necesitaba saber, me educó en casa, siempre decía que no era seguro que me relacionara con el mundo de afuera, que el mundo no entendía mi naturaleza, que debía controlar mis emociones para evitar explotar en una gran burbuja de energía, así que ella se encargo de mi educación, ella me enseñó que no estábamos solas en este mundo, me contaba sobre todos los seres sobrenaturales que alberga este mundo.
Mi abuela sabía que yo era una bruja diferente, yo tenía una energía diferente a las brujas tradicionales, yo podía sacar energía de mi, como si un manto de color morado envolviera todos mis sentidos para poder dar o terminar con la vida en un instante, para poder relacionarme con la naturaleza, era un puente que conectaba el mundo de los muertos con los vivos, que si no tenía cuidado podía ser la causante de desatar un caos que nadie sería capaz de controlar
Ella siempre me lleno de amor, me enseñó a ser la mujer que soy ahora, una mujer fuerte pero bondadosa, que tenía convicción en la toma de sus desiciones, pero aún tenía miles de dudas sobre mi, había cosas de mi que aún no comprendía en su totalidad.
Eso mismo me alentó a ir a Forks, dice la leyenda o eso le gusta decir a mi abuela, que en ese pequeño pueblo había todas las respuestas que necesitaba, pero no sabía con exactitud a qué se refería con eso.– Iris, cariño, ya tienes todas tus cosas listas – mi abuela me preguntó desde el marco de la puerta de mi habitación.
–Si, creo que sí, espero conocer a alguien en ese pueblo, no quiero estar sola – le comentaba Iris a su abuela mientras terminaba de cerrar su maleta.
– Hay cariño, siempre va a ver alguien que te acompañe, solo abre bien los ojos, que nada es lo que parece – lo dijo su abuela en un tono algo borde.
– Abuela a qué te re.... – sus palabras quedaron en el aire al descubrir que su abuela ya no estaba, se le hizo muy confuso más no comento nada.
Iris escucho como alguien tocaba su puerta, volteo y vio a Derek recargado en el marco de la puerta, y la veía con una sonrisa.– Veo que ya tienes todo, ¿Segura que tienes que ir?, siempre podemos investigar juntos aquí y en los pueblos vecinos – Derek no lo admitía en voz alta, pero el deseaba que su hermana de quedará con el, con un dolor reflejado en sus ojos se acercó a ella y la envolvió en un abrazo.
Ella contra su pecho susurro – Sabes que solo serán un par de meses en los que estemos separados, debes cuidar a nuestra abuela mientras yo estoy fuera – se despegó lentamente de su pecho, Iris le dio una sonrisa para calmarlo y transmitirle que todo estaría bien.
– Estoy seguro que la abuela no se necesita que yo la cuide, aveces desaparece y aparece días después, alegando que tuvo que hacer cosas importantes – lo menciono Derek con una mueca, nunca entendería a su abuela, se desconcentró cuando escucho la risa escandalosa de su hermana.
– Hay Derek, ya es una persona mayor que se aburre con facilidad, debe estar con las vecinas, ella siempre está ahí – dijo Iris con una sonrisa, conocía a su abuela, siempre haciendo cosas y nunca se podía quedar quieta.
– Si pero sigue siendo raro, bueno hermana ya hay que irnos, que el aeropuerto nos espera – Dijo Derek con una sonrisa mientras desaparecía de la habitación.
Iris dio un último suspiro mientras hecha a una breve mirada a su habitación, ya había sacado muchas cosas, incluyendo sus cuadros que decoraban todas las paredes, con una mano en el corazón salió de la habitación, una vez llegando a la sala y despedirse de su abuela, salió junto con Derek hacia al aeropuerto, lo que no sabía es todo lo que le esperaba al llegar aquel pueblo con aura extraña.
Al llegar al aeropuerto, le dio un último abrazo a su hermano y se dispuso abordar el avión, iba caminando hacia la zona donde tenía que dejar su papeleo y sintió una cosa extraña en el bolsillo de su sudadera, era una piedra, Iris extrañada por aquella piedra que no recordaba haber metido ahí, era muy linda, tenía un color azul pálido con bordes blancos, en esta misma bolsa había una nota, que decía “los ojos no ven lo que la mente no conoce” se quedó pensando en eso, era la caligrafía de su abuela, se planteo varias veces en su cabeza, el porque su abuela había dejado aquella nota y piedra en su bolsa sin haberle comentado algo.
Con miles de telarañas en la cabeza, abordo el avión, era un vuelo largo así que se dispuso a leer y a intentar dormir mientras transcurría el viaje.
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Hola hola, este es el primer capítulo de esta hermosa historia, por favor no seas un lector fantasma, comenta y vota en los capítulos.

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Limerencia | Jasper Hale
Fiksi PenggemarSiempre supe que era diferente, pero no de mala manera o al menos eso era lo que decía mi abuela, no me consideraba rara o anormal, solo sentía que había algo diferente en mi, algo que crecía en mi interior a medida que crecía, cada fibra de mi cuer...