Capitulo 2

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Hoy teníamos diferentes actividades para los niños en el patio así que eso me tenía feliz, me gustaba jugar con ellos así que un día antes fui a comprar burbujas para darles y que se divirtieran, cerca de las 10 salimos al patio y empezamos a jugar, todos corrían y jugaban, nuestro deber era cuidarlos pero yo amaba jugar con ellos, estuvimos un buen rato y ya casi era hora de que se fueran algunos a casa así que empecé a juntar las burbujas pero cuando las estaba recogiendo una pequeñita que no conocía se cayó y corrí para ayudarla pero me tropecé y caí a su lado. Ella me miró y empezó a reírse, un hombre llegó a su lado y ella lo miró.
-El también se cayó papi- nos miramos y sentí mi corazón latir a mil por hora el me hizo un gesto gentil con la cabeza y miro las rodillas de la niña.
-¿No me raspé?-
-No nena-
-¿Y el se lastimó?- el me miró y me reconoció ¿O no?.
-No, tampoco me lastime-
-Pero papi no te ha revisado y si hay raspones hay que limpiarlos por qué si no se pueden poner feos-
-No te preocupes hermosa, estoy bien-
-Papi revísalo- nos miramos y sentí mis mejillas arder.
-Nena el es un adulto y puede revisarse-
-Por favor papi-
-No es necesario hermosa-
-Anda papi- el me miró.
-¿Puedo? Solo para que esté tranquila- asentí y alzó mi pantalón hasta la rodilla .
-Ves papi si se raspó- tenía un raspón y ahora que lo había visto ardía- hay que curarlo-
-Eso lo puede hacer el-
-Pero necesita la medicina especial- el sonrío nervioso.
-Esa medicina solo funciona contigo-
-No, papi debe darle la medicina para que deje de doler- me levanté y ella también ya que ambos estaban los sentados en el piso, ella me tomó de la mano- papi te dará un besito en el raspón y ya no dolerá- lo mire y el solo sonrío divertido.
-Nena el sabe cómo cuidarse ya es un adulto-
-¿No necesitas la medicina especial de papi?- la mire con ternura y me agaché para verla cara a cara.
-Por ahora no necesito besito de papi para curarme- ella sonrió- nos vemos después hermosa - lo mire a él y el a mi- con su permiso -
-Es propio y gracias por querer ayudarla-
-Hasta luego- regresé a recoger las burbujas que se me habían caído y regresé con mis compañeros que ya estaban formando a los niños para regresar a los salones, cuando regresé a mi casa que quedaba a pocas cuadras no podía dejar de pensar en el, el papá de esa niña encantadora, seguía muy guapo, su sonrisa, sus ojos, sacudí la cabeza no podía tener un crush con el papá de una alumna, me hice un ramen para comer y después me puse a ver una película me quedé dormido a la mitad, cuando desperté ya era tarde así que decidí hacer mi deberes del hogar , limpié mi cocina lave trastes y también lave ropa y limpié mi habitación, los días pasaron y después de un fin de semana tranquilo como lo era siempre llegó el lunes, cuando llegué al colegio vi a la niña y a el de nuevo ella lloraba por que no quería que la dejara y el trataba de hacerla entender, típico de las primeras veces, busqué en mi mochila una paleta y un juguete que me servía mucho en estos casos -Hola ¿Qué ocurre?- ella me miró con los ojos llorosos y aferrada a la pierna de su papá.
-No quiero que mi papá se vaya y me deje aquí-
-¿Por qué?-
-No quiero-
-Está bien señor llévesela ella no quiere entrar-el me miró sorprendió- tendré que darle esta paleta a una niña adentro por qué solo las niñas que entran a la escuela la pueden recibir- ella me miró de reojo, y tendré que irle a ver al osito yo solito- ella me miró.
-¿Un oso?-
-Si mira se parece a este- saque el juguete, y tengo que ir a darle su juguete pero iré solo ya que no quieres entrar a la escuela- ella miró a su papá y el le sonrío.
-Vendré por ti más tarde, podrías ir a jugar con el profesor...- lo mire, no me recordaba.
-Hae profesor Hae-
-¿Es un oso Panda?- me dijo ella curiosa.
-Así es- le di la mano y ella lentamente soltó a su papá y tomó mi mano.
-¿Prometes que vendrás por mi?-
-Claro que si princesa- el beso su frente.
-¿Entramos? - le pregunté y ella asintió.
-Gracias-
-No agradezca, ella está en mi salón venia preparado- el sonrío y yo la mire a ella- vamos preciosa- entramos a la escuela y la llevé al salón donde tenía un oso panda enorme ella corrió y lo abrazó, que afortunada era Tae la madre de esta niña una hija tan bonita y tenerlo a él.

***Azul***

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