Poema a trozos de un corazón desbordado.

1 0 0
                                    

Para todos aquellos que alguna vez han pensado que sienten demasiado, un corazón que les late tan fuerte en el pecho, con emociones que se les amenazan con desbordar. Las personas te ven, y creen que eres un exagerado, una persona dramática, sus palabras son como dagas congeladas que van directo a tu pecho, apuñalándote con miradas llenas de frialdad.

Sientes demasiado ¿O son ellos los que sienten muy poco? El sentir tanto solo es prueba de la forma tan plena en la que estas disfrutando la vida, llenándola de pequeños significados, disfrutando de todos sus colores, y bailando con sus melodías.

Hagamos un brindis por todos aquellos que sentimos con emoción, con intensidad, con pasión. Es grandioso ser así, disfrutar de la vida en su máximo esplendor. Pero como también se cuanto puede doler, escribí esto. Cuéntame en comentarios que le transmitió a tu corazón.

Dulce sangre de mis labios
Brota de mi lengua cada vez al hablar.
Llevo el corazón ardiendo en mi pecho.
Late con fuerza, pero a ratos quiere parar.

Porque oh, tu dulce calma, esa indiferencia cruel.
Corta mis entrañas y desgarra mi carne.
Usa mis propios huesos como tu arma.
Amenaza con por fin detener mi corazón.

El late y late, no para de latir.
Con emociones tan sinceras que detesto.
Lagrimas que al mas mínimo roce se quieren desbordar.

Tengo tanto amor en mi pecho,
Que no lo puedo guardar.
Tanta alegría, que quiero bailar.
Tanta pasión, que quiero luchar.
Tanta emoción, no paro de saltar.
Tanto dolor, ni siquiera se cuando comencé a llorar.
Te abrazo con fuerza, tu sola existencia me da paz.

¿Por qué me rechazas? ¿Por qué te burlas?
Vergüenza mi actitud te da.

¿Qué no te das cuenta?
Mas sinceridad y pureza, mas amor y amabilidad.
En otro corazón mas que en el mío, nunca hallaras.

... Luego seguí escribiendo esto.

Ese fuego que hierve en mis ojos no para de brillar.
Te intimida ¿No es así? Por eso me quieres matar.
Me observas desde lejos, tan ajeno a mi persona.
Tu, que prometiste acurrucarme en tu pecho.
Protegerme y darme abrigo contra toda la frialdad.
Pero ahora tu te has unido a ellos.
Y sin mirar atrás, te vas.

Le puedo dar tantos significados ¿Qué tal si lo torno en un camino mas romántico?

Tengo tanto amor en mi pecho, que se quiere desbordar.

Quiero usar mi cuerpo para que sea tu abrigo,
Un abrazo cálido que te de seguridad.
Estar allí para protegerte siempre,
De cada doloroso puñal.
Servir de consuelo para cada dolor,
Secar por ti cada lagrima,
Escuchar cada llanto de tu alma,
Verter en ti todo mi amor

Pero te sacudes de mi agarre,
Y te deslizas cual gotas de agua,
Derramándose entre mis dedos.

Tu voz destila aburrimiento y frialdad.
Parece que este cuerpo, tan vulnerable y delicado,
Que cansado ante los desafíos de la vida esta,
No te es útil ahora. 

¿Por qué desearías mi protección?

Mi alma extiende hacia ti sus dedos,
Pero no te logra tocar.
Apenas y te logra rozar.

Cada vez que hablo actuó con desenfreno
Sinceridad y emoción sin control
Cierras los ojos, tal vez no deseas verme
Ver y aceptar quien soy.

¿Por qué no? La desesperación ahora se filtra en mi mente y lo escribo.

Oh dulce calma con la que tu reaccionas
¿Crees que podrías atravesar una estaca en mi pecho?
Si tengo que ser testigo de tu indiferencia de nuevo
La muerte se ofrecerá a alejarme de tu alcance,
Tomándome con dulzura en sus fríos huesos.

Oh indiferencia, cruel indiferencia
Aquello a lo que llamas calma,
Con lo que tu vas a reaccionar.

Tomaré una antorcha y la arrojare al suelo,
Dejare que mi fuego todo lo vaya quemando,
Arda tan intenso, hasta acabar con todo a su paso.

Quizás, entonces solo quizás,
Una pizca de mi dolor te alcance.
Te toque, roce tu piel, seduzca tu alma,
Supliqué por un solo latido de ti.

¿Me miraras en ese momento?

Me pregunto si tu corazón aún es capaz de cantar,
Si solo ya nunca quiso volver a hacerlo para mi.

Oh corazón, dulce corazón.
Si nuestras emociones son tan inútiles,
¿Por qué nadie a venido a arrancarte de mi pecho?

Si al ser como ellos los hago más feliz,
Entonces con gusto renunciare a mi cielo.
A mi sol lo cambiare por la noche,
Y tomaré así toda esa frialdad y crueldad como mía.

Por siempre y para siempre, no habrá ya marcha atrás.

¿O si la habrá? 

Solo toma mi cuerpo en tus brazos, oh cariño.
Susurra a mi oído tu petición.
Pídeme que me vuelva como tu,
Susurrando opiniones y declaraciones crueles,
Que serán tan frías que romperán a mi alma,
Que harán que mi odio hacia mi me supere
Y entonces... Yo lo haré.

Por un segundo, el silencio se congela

Y cuando lo haga, me marcharé.
Quemare todo a mi paso,
Hasta que el amor tan inmenso que siento,
Por fin se desvanezca.

Y cuando el bosque se caiga a pedazos,
Se haya quemado mas allá de la reparación,
Todo lo que quedara al alcance de tu vista,
Serán cenizas, mis cenizas.

Las de un corazón latiente que a muerto,
Un amor que nunca podrás recuperar.

Y cuando lo haga,
Cuando por fin haya podido dejarte de amar,
Yo moriré.

Y luego renaceré, volveré a la vida.
Mi sonrisa volverá a brillar.
Seré otra persona, y desde cero,
Trozo a trozo de sangre y carne,
De luz y paz, el amor hacia mi regresara,
Y yo forjare un corazón diferente.

Un nuevo corazón para mi.
Será solo mío esa vez
Porque tu ya no estarás allí,
Pero si mi amor hacia todo lo demás.

Así que cariño.
Con tu frialdad, dulce crueldad.
Despierta esas emociones perdidas,
Esas que antes saltaban en tu pecho,
Déjame intentar llamarlas con el sonido de mi voz.

Y dime.
¿Quién quieres que sea?
¿Qué quieres que ocurra?

Esta mi yo latiente, desgarrado en mi pecho,
Con demasiadas emociones y amor para contener.

O mi yo con calma, indiferencia y molestia,
Que solo estará imitándote, tomando tu esencia,
Y luego dejándome por fin descender.

El dulce descanso que anhelo entre tus brazos,
La muerte anhela poder dármelo a mi,
Pero no planeo darle ese gusto,
Porque aunque mi dolor sea intenso,
El amor y la alegría siempre van a renacer en mi.

No sientes vergüenza si eres una persona como yo, cuyas emociones laten tan intensas que se desbordan de su pecho. Siente orgullo, cualquiera capaz de vivir con el corazón en lugar de con un escudo, es fuerte, tan fuerte como nadie se imagina.

Y nuestras emociones tan fuertes, nuestras sonrisas y nuestro llanto, son solo prueba de algo grandioso, prueba de que vivimos con plenitud, con una felicidad tan brillante que deslumbra, cada vez que la sentimos.

Y aunque nuestro brillo se apague con cada vaso de agua fría que nos echan, siempre volveremos a resurgir como un fénix, tienes que apegarte a tu brillo. Desde la distancia, te mando un abrazo, todo mi amor también esta para ti.

Y cariño, si tu eres ese alguien con tan intensa frialdad, mejor ven aquí a darme un abrazo, y deja de apuñalarme con esas dagas de indiferencia y burla tan llenas de crueldad.

Un abrazo. 

~ Yuzuri.

Corazón Sangrante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora