⁺﹒ 𝐂𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐖𝐈𝐍𝐃𝐎𝐖 - ˚ 🪟 ⌢ !!
TRADUCCIÓN !! 'No puedes
casarte con él. Te amo, Bulma.
Siempre lo he hecho. Te he
querido desde el día en que te
conocí, y te he amado desde la
primera vez que nos besamos.
ྀ 𝒸...
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ONE SHOOT⋅₊˚. | Closing window !
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VEGETA NO SABÍA LO QUE ESTABA HACIENDO, pero sabía que tenía que hacerlo. Había esperado demasiado, había tratado de negar sus sentimientos y la había alejado cada vez que encontraba que ella tenía su corazón en sus manos. Habían bailado uno alrededor del otro durante años y de alguna manera él había estado casi contento con eso.
Cada vez que tenían una discusión acalorada, era sólo cuestión de minutos antes de que condujera a una unión salvaje y urgente. Pelearían durante días hasta que uno de ellos se asustara y luego evitara al otro durante meses. Sin embargo, eventualmente, siempre encontraban el camino de regreso el uno al otro y las cosas empezaban de nuevo.
Podía admitirse a sí mismo que realmente era él quien huía de ella cada vez que luchaba por controlar sus sentimientos. Ella solo huyó cuando ya estaba harta del comportamiento frío que él de repente intentaría adoptar para mantenerla a distancia.
Era inevitable que ella eventualmente decidiera mantenerse alejada de él para siempre. Sabía cuánto le dolía cuando se separaron después de días de intenso amor y noches en brazos del otro; No podía imaginar cómo debía haberle dolido.
Por eso empezó a rechazarlo hace un año, poniendo muros para mantenerlo alejado. Él intentó atravesar sus muros recién construidos incitándola y haciéndola enojar, pero ella había tenido años para planificar esos muros y ahora él no podía escalarlos por mucho que lo intentara.
Si se hubiera atrevido a decirle lo que sentía, probablemente ella lo habría dejado entrar.
Pero no lo había hecho y su castigo había sido verla tener citas con otros hombres. Al principio había hecho todo lo posible por ignorarlo; Ninguno de esos perdedores era lo suficientemente bueno para ella. Sin embargo, uno de ellos logró mantener su interés y, para su consternación, el otro no tardó mucho en proponerle matrimonio.
Y ella dijo sí.
Durante meses después de eso, Vegeta había esperado que ella entrara en razón. Él se reía cuando la veía atacar al chico nuevo, la alegría lo llenaba cuando ella se enfurecía tan espléndidamente, y observaba cómo el debilucho se tumbaba a sus pies o huía con el rabo entre las piernas cada vez. Ese patético hombre no era lo suficientemente fuerte como para enfrentarse cara a cara con ella.
Sin embargo, la fecha de la boda se acercaba cada vez más sin señales de ser cancelada.
Vegeta veía al hombre débil ir y venir diariamente, haciendo todo lo que podía para convencerse a sí mismo de que no estaba celoso, pero le dolía tanto en el pecho que a veces le costaba respirar.
