Narra Agustín:
-Emma, ya esta el desayuno- dije en un tono fuerte para que me pueda escuchar desde su habitación.
-ya va- dijo ella, mientras bajaba por las escaleras y se sentaba en la mesa.
-¿que pasa que estás tan distante conmigo? No haces otra cosa que estar en tu pieza- dije mientras servía el desayuno.
-no es nada, solo estoy cansada por el colegio- respondió.
-entiendo, ¿que te parece si hoy hacemos algo justos? No pasa nada si hoy no vas a clases- dije mientras le sonreía.
-esta bien, ¿pero que vamos a hacer?- me preguntó.
-mmm, podríamos jugar a algún juego de mesa- respondí.
-esta bien- respondió mientras se levantaba- voy a sacarme el uniforme y vuelvo.
Mientras tanto me puse a juntar los platos y cubiertos sucios, pero Emma ya estaba tardando demasiado, se suponía que solo iba a cambiarse el uniforme, así que dejé las cosas ahí y subí a su habitación para ver que pasaba.
-¿emma?- pregunté mientras abría la puerta y para mí sorpresa, estaba acostada boca abajo completamente desnuda mientras hablaba con alguien en su celular.
-¿que estas haciendo?!- me gritó mientras se cubría.
-lo mismo te pregunto yo- respondí mientras le sacaba el celular de las manos para ver todas las fotos que de estaba mandando con un chico.
-¿esto es lo que haces mientras yo estoy como un idiota pensando que estas mal por algo? Dije firmemente levantando la voz.
-dámelo, que te importa lo que yo haga- dijo con los ojos llorosos de la bronca.
-pensé que estaba criando a una chica dulce y tranquila, pero veo que sos una trola cuando nadie te ve- respondí mientras me iba con su celular- no voy a devolvertelo hasta que aprendar a comportarte como deberías.
-¿es en serio? No podes hacerme eso, es mi celular, no tenes ningún derecho a revisar mis cosas hijo de puta, te odio- me gritó entre lágrimas haciendo que regrese a la habitación.
-¿Qué me dijiste pendeja de mierda?- le dije entredientes acorralandola contra la pared.
-perdón, perdoname tío, no quise decirte eso- respondió mientras las lágrimas caían.
-dios- dije en un suspiro mientras me sentaba en la cama- quiero que vengas- dije mientras ella me miraba extrañada y envuelta en una sábana que cubría su cuerpo.
-pero tío- dijo cuándo la Interrumpí.
-no quiero peros, ya tuve mucho con vos hoy y no estoy para seguir renegando, vas a venir ahora porque vamos a hablar.
Ella se acercó a mi avergonzada sentándose a mi lado
-quiero que me expliques porqué lo hiciste- pregunté.
-¿qué?- dijo confundida.
-las fotos, ¿desde cuando y por qué?
-ah- dijo agachando la cabeza- todas mis amigas lo hacían y yo era la única que no se sacaba fotos así, no quería quedar como una niña tonta, por eso lo hice. Hoy fue la primera vez, nunca había hecho eso antes tío, lo juro, y perdón por haber mentido- dijo mientras comenzó a llorar.
-esta bien princesa, no llores- respondí mientras la descubría de la sábana- quiero que te sientes en mis piernas.
Me miró confundida pero sin decir nada accedió.
-entiendo que quieras encajar con tus amigas, pero eso no está bien mi amor, es muy peligroso que mandes fotos así -dije mientras acariciaba su pelo- no estoy enojado con vos, pero quiero que me primeras que no lo vas a volver a hacer, y perdón por como reaccioné hace un rato, estaba enojado por como me llamaste y un poco triste también, porque vos sos como una hija para mi, y me dolió mucho que digas que me odiabas.
-perdoname tío, yo no quise decirte eso, estaba enojada y no sabía que hacer para que me dieras mi celular- me dijo mientras se aferraba a mi.
-lloraste demasiado, tenes los ojos y cachetes muy rojos, deberías bañarte para estar más relajada, ¿queres que te prepare la bañera como hacía cuando eras chiquita?- le dije mientras le sonreía.
-si quiero- me respondió secándose las lágrimas y devolviendome la sonrisa
-muy bien, ya vengo entonces- dije mientras salía de la habitación y me dirigía al baño.
Luego de llenar la bañera fui a su habitación nuevamente para avisarle.
-ya esta la bañera llena- le dije.
-ah bueno, gracias tío- me dijo mientras se diría al baño con una bata que se había colocado cuando yo estaba en el baño.
Cuando llegó al baño yo también estaba dentro, mirando lo bien que le quedaba la bata que llevaba puesta.
-tío- dijo inocentemente- ya me voy a bañar.
-esta bien-respondí.
-pero, tenes que salir- me dijo avergonzada.
-¿que pasa Emma? ¿No confías en mi? Si yo te bañaba desde que eras una bebé, ya te conozco desnuda.
-es que me da vergüenza agus-me dijo un poco tímida.
-no tenes porqué tener vergüenza mi amor, ¿o yo alguna vez te hice algo? Tenes que relajarte corazón, si me dejas, el tío te baña, te aseguro que eso va a hacer que tengamos más confianza.
-no se, no estoy segura si eso esta bien- respondió confundida.
-¿por qué debería estar mal? Si vos sos mi princesa, aparte soy tu tío, ¿quien te va a cuidar más que yo?
-esta bien- respondió apenada mientras se sacaba la bata y se metia a la bañera
-¿está bien el agua? - pregunté
-si, aunque un poco caliente- me dijo con una risita nerviosa.
-es solo hasta que te acostumbres - respondí mientras lavaba su pelo.
-¿tío? -dijo en un tono bajo.
-si, decime- le respondí.
-¿cuando vas a devolverme mi celular?
-eso no depende de mi, linda, depende de como te portes vos- dije serio.
-pero ya me disculpe, y no voy a hacer más eso de sacarme fotos, lo prometo- dijo arrepentida.
-me parece muy bien eso, pero de acá en adelante también cuentan tus comportamientos, no es solo lo de las fotos corazón, si no te portas bien no tengo porqué devolverte el celular- respondí- ahora date vuelta.
-¿qué? -me dijo confundida.
-tengo lavarte, para eso necesito que te des vuelta.
Me miró unos segundos sin entender lo que acababa de decir, pero luego se dio vuelta, apoyada sobre sus rodillas y dándome la espalda, se inclinó hacia la pared de la bañera dejándome su culo a la vista.
-¿por qué no puedo bañarme sola?- preguntó mientras lavaba su entrepierna.
-porque así podemos crear un lazo de confianza, aparte no tiene nada de malo que te bañe yo, si soy tu tío - respondí mientras se quejó al tocar su culo.
-¿qué pasa?- pregunté confundido.
-me duele- respondió.
-dejame verte- afirmé- estas muy irritada, ¿por qué no me dijiste que estabas así?
-me daba vergüenza decirte eso- me dijo avergonzada
-ay mi amor, ¿como va a darte vergüenza contarle eso al tío? Vení que te seco así te puedo poner una crema, dale.
Salió de la bañera y la envolví en la toalla para secarla, luego de eso nos dirijimos a mi habitación.
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dime papi
RomanceAgustín de 28 años, vive junto a su sobrina Emma de 14 años, ella está bajo su responsabilidad tras la muerte de sus padres en un trágico accidente automovilístico, y ella creyó que luego de su pérdida ya nada podría ser peor, pero aún no sabe las v...