Acabas de caer en el infierno, estabas explorando para poder familiarizarte con el lugar nuevo, pero en eso, una limusina blanca se para al lado tuyo.
¿Quién será esa persona?
¿Cómo afectará tu futuro?
Lo veremos más tarde :)
⚠️¡Aclaraciones!⚠️
Sigo...
-Vere si tengo fuerzas para curarme mañana, ahora solo quiero dormir...-. Cerraste tus ojos, teniendo la esperanza de dormir y no despertar nunca más (o sea morir).
Este día a sido algo fuerte y doloroso... Esperemos a ver qué pasará en otro capítulo :)
★Actualidad★
Te despertaste, notaste que estabas en tu cama y no en el suelo dónde te habías quedado ayer.
-O Valentino me golpeó tan fuerte que hasta mí memoria está empezando a fallar, o alguien vino a curarme... Yo digo que es la primera-. Te sentaste en tu cama, todavía te dolía mucho el cuerpo pero era mejor eso a otro castigo de Valentino.
En eso, escuchaste como tu puerta se abría, viste quien entró y era Noah, tu amigo que hiciste el otro día que saliste a explorar el infierno.
-¡Oh me alegro que despertarás, te vi en el suelo ayer y llena de quemaduras, moretones y sangre!-. Habló preocupado el imp.
-Estoy bien, no te preocupes, igual me lo merezco por desobedecer-. Le sonreiste aún adolorida, pero por lo menos ahora sí podías sonreír.
-¿O sea que estar bien es estar llena de heridas?-. Te preguntó con sarcasmo.
-... ¿Si?-. Bromeaste tratando de alegrar el momento.
Escuchaste al contrario suspirar mientras reía un poco, se te acercó y te cambio las vendas a por unas nuevas.
-Gracias por curarme Noah, pero tengo que seguir con mí trabajo, no creo que Valentino me de día libre por unas heridas que el mismo causó, igual también es mí culpa, yo no cumplí con sus órdenes-. Te levantaste con dificultad, y te fuiste de la habitación lentamente por qué aún te dolían las piernas.
El de piel roja te siguió con la mirada, le preocupaba tu estado pero sabía que no podía hacerte cambiar de opinión.
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Llegaste a la cocina, viste a los tres en la mesa esperando a que les cocines el desayuno, cuando estos te vieron se sorprendieron por la cantidad de vendas que tenías, menos Valentino que cuando te vió empezó a reírse de ti bajo para que no los escuchen los otros dos.
¿Qué quieren de desayuno hoy?-. Les preguntaste mientras les dabas la espalda para buscar ingredientes.
-Cocina lo que quieras, total todo lo que cocinas es delicioso-. Habló primero Valentino.
Pensabas en que podías cocinar, hasta que se te ocurrió hacer unos simples panqueques con algunas frutas para acompañar, no tenías muchas imaginación ese día (yo no tenía imaginación). Después de unos minutos terminaste de cocinar, poner la comida en platos y ponerlos en la mesa.
-Les dejo una botella de miel por si quieren ponerle a los panqueques, yo me iré a mí cuarto, no tengo hambre hoy-. Ni los dejaste hablar porque te fuiste lo más rápido que podías.
