Un chico es admitido en una escuela secundaria que recientemente ha abierto sus puertas. ¿Cómo se sentirá al entrar y enterarse que ninguno de los seres que asisten a esa escuela son humanos?
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Segunda jornada de clases en Monster High, todos los estudiantes que asistieron el primer día ya estaban ingresando a paso calmado al ser aún temprano, del mismo modo venía bajando un chico de aspecto común, cabello largo, vestimenta casual y en sus oídos se podían apreciar lo auriculares que lleva puesto para escuchar música, así se permite distraerse e ignorar todo lo que le rodea en el mundo real.
Jason, con toda la calma del Universo entró a la escuela, marcando su presencia al guardar sus libros del día en su casillero, el 325, yendo al salón donde sería la primera clase de la jornada y, con eso, el inicio del segundo día de clases en Monster High.
Según su horario, le tocaba aprender una asignatura nueva para su conocimiento, 'El Arte del Terror', cuya materia sería impartida por el mismo profesor que a Jason le agradó el primer día, Von Boo-Too, aparte de Monstruología, también les enseñará el arte del miedo, ya sea por un simple susto cinematográfico, o un dibujo perfectamente hecho, lo suficiente para causar terror en la persona que lo vea.
- "Disculpa, ¿este es el salón del profesor Von Boo-Too?" -le preguntó una chica a Jason.
Como Jason era el único estudiante que no parecía moverse o alejarse de la puerta que da a un aula de clases, la chica frente a él pensó que sabría sobre la ubicación que buscaba.
Jason: "Sí, es aquí, de hecho." -contestó en un tono amable y agradable para los oídos de la chica.
- "Muchas gracias." -agradeció y al instante comenzó una nueva conversación con nuestro solitario protagonista.- "Por cierto, me llamo Frankie Stein."
Jason: "Es un placer conocerte, Frankie, mi nombre es Jason."
Frankie: "Jason... ¿Estuviste en el concierto de los Jaundice Brothers de ayer?"
Jason: "¿Te refieres al baile de regreso a clases?"
Frankie: "Eso mismo."
Jason: "No, no fui."
Frankie: "¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!"
Jason: "No me siento muy cómodo entre tantas personas, mucho menos si son todos desconocidos, por eso me fui a mi casa en cuanto terminaron las clases."
Frankie: "Oh... Pues..." -expresó en un tono deprimido al escuchar la respuesta del chico a su lado.
Mientras ella podía ir a todas partes con sus amigas y estar siempre alegre, al mismo tiempo existía un chico, Jason si se quiere especificar, que va a todos lados sin la compañía de un amigo y se le ve triste la mayoría del tiempo, cuando la realidad es que Jason no acostumbra a sonreír como maniático todo el día, por eso casi siempre tiene cara de Poker Face y la gente lo confunde con estar deprimido, y eso es lo que Frankie entendió.
