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La noche cayó sobre la casa en el bosque, envolviéndola en un manto de silencio y oscuridad. Jin se encontraba en la habitación qué su tío le ofreció, mirando por la ventana las estrellas que titilaban en el cielo, como si fueran pequeñas señales de su madre, guiándolo desde algún lugar lejano.

Namjoon se acercó a él, abrazándolo por la espalda. —¿En que piensas Jinnie? — le preguntó con suavidad.

—Ella siempre me decía que las estrellas eran nuestros ancestros mirándonos desde el cielo— compartió señalando hacia el cielo nocturno. —Quizás ella también está allí, entre ellas, cuidándonos.

—Mañana será un día difícil, pero también será un día de celebración— murmuró Namjoon. —Celebraremos su vida, su amor y el impacto que tuvo en ustedes. Apuesto a que heredaste esa belleza de ella— Jin sonrió asintiendo y Namjoon se sintió mejor al verlo así.

Se quedaron abrazados unos momentos más, contemplando el cielo nocturno Jin buscaba la estrella más brillante, quería pensar que esa era su madre brillando tan fuerte como siempre. Taehyung entró en la habitación, llevando consigo una vela encendida.

—Pensé que podríamos encender esta vela por ella esta noche— dijo, colocándola cuidadosamente sobre la mesa. —Para que su luz nos guíe hasta el amanecer.

Los tres se reunieron alrededor de la vela, observando cómo la llama parpadeaba, resistiéndose a ser apagada por la brisa nocturna. En ese momento, no había palabras necesarias; el silencio hablaba por sí solo, lleno de recuerdos y amor.

A medida que la noche avanzaba, Jin se permitió recordar los momentos felices, las risas compartidas, y las lecciones aprendidas. La tristeza seguía ahí, pero también lo estaba la gratitud por los años vividos y el amor que nunca se desvanecería.

Los tres estaban en la cama, Taehyung se negó a salir de la habitación y se había acostado sobre las piernas de Jin, mientras este le daba caricias en el cabello y recordaban alguna anécdota de cuando eran niños mientras Namjoon los observaba y escuchaba recargado en el respaldo de la cama con un brazo rodeando a Jin.

—¿Recuerdas la primera vez que te hice un pez de agua? — preguntó Taehyung levantando la cabeza para ver a su hermano asentir en respuesta — Fue la primera vez que mamá nos había regañado y tu estabas triste, así que por eso lo hice esa vez.

— Como no nos iba a regañar si casi inundas la casa entera por discutir conmigo — entrecerro los ojos —Ni siquiera recuerdo porque discutimos, solo recuerdo que había agua por todos lados. Aun me sorprende que esa vez siendo tan pequeño tuvieras tanto control

— Es porque yo nací asi... —suspiro — Jin quiero pedirte perdón por todo lo que te dije esa noche en tu casa, no tengo derecho a reclamarte nada, no tenia idea de todo lo que pasaste por culpa de nuestro... De ese loco— se limpio una lagrima y sintió como su hermano lo jalaba hacia él, así que se acerco y lo abrazo.

—Te perdono Tae, y espero tu me perdones algún día por haberme ido dejándolos atrás. — dijo Jin sintiendo como si hubiera regresado el tiempo y Taehyung era de nuevo ese niño pequeño que dejo

Siguieron conversando, esta vez incluyendo a Namjoon ya que Taehyung pregunto como se habían conocido y preguntando un poco más sobre él, hasta que el sueño los venció.

Al amanecer, con los primeros rayos de sol iluminando el horizonte. El aire fresco de la mañana les acariciaba el rostro mientras caminaban en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos.

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