Un amor a distancia ᯓ ᡣ𐭩 -Venus x Neptuno ★-

2.

~★ ¡Corto! ★~

Habían pasado los días después de ese incidente, Neptuno cada vez era más cercano a Venus.

Venus no sabía que pasaba, sentía que lo que le pasaba era algo más que un simple e ingrato sentimiento de odio y desprecio hacia aquel gigante de hielo. No. Venus, cada que la pasaba con Neptuno, sentía su pecho agitarse, sus mejillas arder.
¿Siquiera el sabía lo que sentía?
Si, por algo lo llamaban "Diosa del amor y la belleza". Él, por más que lo negará y no aceptará, se había enamorado de Neptuno.
Aquél planeta azul, que es inestable mentalmente, que es tan infantil, que aparentemente no puede recordar algo por más de 3 horas terrestres.
Aquel planeta que sí puede recordarlo a él.
Aquél planeta que acelera su núcleo.
Aquel planeta azul, dueño de su corazón.
Estaba enamorado del octavo y último planeta,
Neptuno.

Interrumpiendo sus pensamientos, una carta llegó hasta la órbita de Venus.
Raramente, la carta era dirigida hacía el segundo planeta, de parte de, aparente... El último planeta.

Tomó aquella carta, dió un largo suspiro, y, con el corazón agitado, leyo:

"𝕼uerido 𝖁enus, mi amor planetario.
He de escribir está carta con el propósito de confesarte mi real amor.
Te he observado y he convivido contigo.
Y déjame decirte, no eres el monstruo que los demás dicen que eres, y por alguna razón...
Te amo.
Amo tus ojos.
Te amo.
Amo tu cuerpo.
Te amo.
Amo tu risa.
Te amo.
Amo tu personalidad.
Te amo.
Amo tus chistes.
Te amo.
Amo tus sonrisas.
Te amo.
Tu cabello.
Te amo.
Amo tú piel morena.
Te amo.
Amo todo de ti.
Te amo.
Eres hermoso, mi querido Venus, eres increíblemente hermoso. Lo más hermoso que me ha pasado.
Nunca creí enamorarme, creí que me enamoraría de mi primo, pero, aparentemente, fue de ti... Noté que al momento de besarte, fue tu primer beso.
Cómo lo dicen los terribolas, robe tú primer beso, ¿No?
Te amo demasiado, querido Venus.
Cuidate demasiado.
Si te molestan, estaré aquí para defenderte, te lo prometo. 𝚃𝚎 𝙰𝚖𝚘".

Venus quedó boquiabierto, nadie le había dicho palabras tan hermosas, ¿Realmente era hermoso? ¿Realmente su cuerpo era hermoso?, estaba lleno de cicatrices de quemaduras.
Sabía quien le escribió, sabía que fue Neptuno. Fue el único que probó de sus labios.
Fue el único que lo abrazó.
Fue su único mejor amigo, por más loco que lo considerara.
Lo amaba.
Y, al parecer, Neptuno a él.