El jardín de los sueños perdidos

Capítulo 1: El Jardín Secreto

En lo profundo del bosque, donde los rayos del sol apenas lograban atravesar el denso dosel de hojas, se encontraba el pequeño pueblo de Serenidad. Sus casas de madera se alzaban entre los árboles, como si fueran guardianes silenciosos de un antiguo secreto. En el corazón de este pueblo dormido, se encontraba el Jardín de los Sueños Perdidos, un lugar mágico y misterioso que solo unos pocos conocían.

Luna caminaba por el sendero de piedra que llevaba al jardín, con su largo cabello negro ondeando al viento y sus ojos brillando con curiosidad. Desde que era niña, había sentido una conexión especial con la naturaleza que la rodeaba, pero era en el jardín donde se sentía más viva. Allí, entre las flores de colores vibrantes y los arbustos retorcidos, Luna podía ver los sueños de las personas reflejados en cada pétalo y hoja.

Hoy, sin embargo, algo en el aire parecía diferente. Un extraño presentimiento se apoderó de Luna mientras se adentraba en el jardín. Las flores, que normalmente brillaban con una luz suave y reconfortante, ahora parecían marchitas y apagadas. Luna frunció el ceño, preguntándose qué podía estar pasando.

De repente, una sombra se movió entre los árboles, haciendo que Luna se detuviera en seco. Con el corazón latiendo con fuerza, se quedó quieta, observando cómo la figura se acercaba lentamente. Era una mujer mayor, con una expresión de preocupación en el rostro.

"Luna", dijo la mujer con voz temblorosa, "algo terrible ha sucedido. Los sueños están desapareciendo del jardín".

Luna tragó saliva, sintiendo un nudo en la garganta. ¿Cómo podía ser posible? El jardín era un lugar sagrado, protegido por antiguos hechizos y secretos ancestrales. Pero ahora, parecía que algo oscuro amenazaba con destruirlo.

Sin perder un segundo, Luna se puso en marcha. Sabía que no podía permitir que eso sucediera. Con cada paso que daba, juró proteger el Jardín de los Sueños Perdidos y descubrir la verdad detrás de su misteriosa desaparición.