Scarlett.
— ¿Sucedió algo?
Entré a la casa de mis padres que a pesar de que me he mudado la mayoria de tiempo la pasaba acá.
— Los gemelos están enfermos — dijo mi madre mientras arreglaba su vestido — Cuídalos, debo asistir a una cena con tu padre — me ordeno sin voltear a verme.
Asentí adentrándome hacia la cocina donde los pequeños jugaban con las cosas.
— Nop — le quite las manos de la estufa a mi pequeña hermana de 3 años.
Tengo ocho hermanos sin contarme a mi.
Yo la mayor con veinticuatro.
Julia menor por un año.
Los trillizos: Brent, charles y Elena que son siete años menores, así que contaban con diecisiete años.
Los gemelos: Kristian y Edward que son diez años menores y contaban con catorce años.
La péqueña de tres años que se llama Izzie.
Y por último: él pequeño Lucas de tan solo un año.
Mis padres son algo religiosos y no creen en algún tipo de protección ya que creen que los hijos que tienen es por qué Dios así lo decidió. No lo entendía a decir verdad, mamá se agobia con tantos niños, mi familia no es millonaria ni nada parecido y con el salario de mi padre no muchas veces alcanza para mantener a tantos, pero según él sabrá como arreglárselas ya que él es el proveedor del hogar.
Suspire mientras tomaba al pequeño Lucas y lo sacaba del fregadero donde seguramente los trillizos lo habían metido.
— ¿Y los trillizos? — le preguntó a Izzie ella levanta los hombros.
Camino hacia el segundo nivel donde es totalmente un caos, camino por los pasillos hasta llegar a la habitación de Brent y charles que se encontraban cada uno en su escritorio ambos con un libro.
— Hermano — le habla brent
— ¿Si?
— Recuérdame que al cumplir los dieciocho me haga la vasectomía — rodé los ojos.
— Igualmente.
— Y Scar... — volteé hacia él. — Lucas se a cagado en tu brazo.
No quería voltear, pero sabía que así había sido porque algo caliente resbalaba por mi brazo. Cerré fuertemente mis brazos tratando de no perder la calma .
— Cuiden un rato de Izzie — ellos me vieron mal pero supliqué con mi mirada y ambos terminando accediendo. — Por cierto... ¿Y Elena?
Ambos se vieron entre sí.
— Lleva todo el día encerrada en el baño— dijeron en unísono.
Después chequearia eso, ahora mismo solo deseaba lavar mi brazo y al pequeño ser que llevaba conmigo. Llegue al baño y este se encontraba ocupado así que decidí ir al de visita.
— Sal rápido Lucas se a cagado en mi brazo— la puerta se abrió de a pocos y.....— ¿Qué carajos?
Mi pequeña hermana tenía el cabello rubio pollito, ¿Donde carajos quedó su cabello negro?
— Es qué... entra — jalo de mi brazo junto con Lucas. — Hay un chico.... — la vi mal — Parece que le gustan las rubias y solo... por favor ayúdame.
Volví a cerrar mis ojos tratando de no alterarme, tome aire y camine hacia la bañera donde coloque a Lucas y le dejé caer agua junto a mi brazo.
— No debes hacer algo tan estupido por un chico, no lo merecen... — le digo mientras enjabono al pequeño.
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Intentando vivir
Teen FictionSegundo libro de la saga vida La vida de Kilian ha sido un torbellino los últimos años, antes de llegar a ese pueblo ya tenía una vida caótica, pero cuando llego aquel pueblo todo lo demás le parecía un cuento de hadas. Ahora es su turno de contar...