Como hermanas

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Soy Lindsay Akron y les apuesto a que lo que más detestan es la rutina. Existen muy pocas personas a las que lo que los alteran son los cambios. Éstas personas tienen miedo a la pérdida. A mi me dolía perderla, si a ella, a esa chica que es como mi hermana. La conozco desde hace años, ella pelinegra y yo pelirroja. Ella ojos azules y yo verdes. Ella blanco y yo negro. Ella amor y yo... no.

Mis padre se separaron cuando yo tenía once años, pero al cumplir los trece mi madre murió en un accidente automovilístico y a los dieciséis mi padre murió de sobredosis por pastillas para la depresión.

Al principio me enojó que me hayan querido tan poco para dejarme sola en este mundo, pero luego entendí que no lo hiciron a propósito; ella llegó, ella me guió y ahora de ella tengo que escapar, porque tal vez la quería tanto que me aferré a lo que era y no vi en lo que se convirtió...

Pero bueno las situaciones cambian personas, Lacey, antes mi hermana ahora mi enemiga, no quería esto, me negué a creer al principio pero lo hizo. Me humilló de la peor forma posible para hacerse popular. Todavía no lo entiendo, pero dicen que las personas hacen todo lo malo por envidia y eso es lo que no entiendo. Cómo alguien tan bonita, con buena familia y que recibe mucho cariño puede envidiar a alguien que no tiene padres, fea y que no recibe cariño? Cómo la gente puede odiar? Cómo la gente puede guardar rencor? Porque son así?

Estaba abordando mi vuelo cuándo esas preguntas me asaltaron, trabajé dos años como mesera en una cafetería para viajar, conocer y mudarme pero ahora ese trabajo lo estaba usando para huir de ella.

El vuelo va a Nueva York. Allá haré la vida para la que tanto trabajé, seré escritora como siempre quise y no me van a detener.

EscapistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora