Soñar

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Morfeo se encontraba recostado entre un lecho pomposo de nubes de colores suaves y variados, suspiraba tranquilamente mientras observaba al ser postrado a su lado, sus finos cabellos castaños, suaves como la seda, que fluían como una cascada desenvainada en aquella mullida nube que servía de alivio para la cabeza adormilada de su amante; su bronceada y tersa piel cubierta de algunas pecas esparcidas como pequeñas estrellas en el amanecer, su ancha espalda y ese aroma tan característico que solo hob poseía, un aroma único que no podía ser descrito como ningún olor conocido antes, su aroma era una sensación; cálido, suave, terso,como el terciopelo y una mañana de primavera, esperanzador y abrazador, con un ligero toque de frescura.

Hob era un hombre maravilloso y a pesar de conocerse hace ya bastantes siglos, siempre llegaba con ojos esperanzadores y una nueva visión del mundo y lo que lo rodeaba, siempre encontrando formas de hacerlo pensar y de hacerlo sonreír.

Gadlin era una parte fundamental de su corazón desde el momento que lo conoció, al inicio tal vez no de la misma forma en la que lo es ahora, pero su misión siempre fue parte de su percepción y su forma de entender a la humanidad.

Lentamente se acercó al cuerpo de aquel inmortal que le robaba el aliento, sin tocarlo, como si al tocarlo este se despertase y fuese a escurrirse le dé entre los dedos, de entre sus dominios, estar cerca de él le transmitía una tranquilidad inigualable y no podía darse aquel lujo, así que se dedicó a saborear su piel y su aroma de cerca pero evitando el contacto, suspiró después de inhalar aquella fragancia pero se detuvo al escuchar un suspiro ahogado por parte de hob el cual con su voz rasposa, que evidenciaba su estado adormilado, le recitaba de forma algo irónica pero con un subtono de súplica.

-Morfeo, cuántas veces te he dicho que no te contengas, abrázame amado mío, como si vuestra piel fuese la mía, y tu aliento el aire que nos rodea, si deseas tocarme hacedlo, no os contengáis, porque siento el anhelo de tu piel llamándome y es doloroso de soportar, ámame, porque yo te amo, y bésame, porque así yo también te deseo.

Hob se volteó para verle de frente ofreciéndole una cálida sonrisa de complicidad mientras rodeaba la cintura del eterno con sus brazos; Morfeo sonrió  de vuelta mientras Hob escondía  su cabeza en el pecho de Morfeo.

-de haber sabido que podías decir cosas así no hubiera echo aquel trato con Shakespeare. 

Hob volteó a verle indignado mientras el eterno solo soltaba una leve risita.

-no digas mentiras y solo abrázame.

Morfeo por su parte hundió su rostro entre sus cabellos, perdiéndose en el mar de su melena y suspiro, el amor era tan engañoso y tan pleno, tan hermoso y emocionante que lastimaba el pecho y el estaba perdido en sus laberintos, hambriento y sediento, bebiendo de cada manjar que se le presentaba, acechando entre sus paredes, como una bestia sin límites, Hob solo abría sus brazos para recibirle y apegarse a su piel, aquellas palabras eran ciertas, se unían como una sola piel.

(Los abrazos y el acurrucarse siempre serán las acciones favoritas hechas por los humanos para sueño)

-Morfeo...

-si.. Hob gadling?

Hob se separa un poco del abrazo y le mira directo a los ojos

-rayos... te amo demasiado jaja, logras que pierda la cabeza y el piso de solo verte.

-bueno entonces supongo que estoy haciendo bien mi trabajo como novio no?

-uhm... podría decirlo, pero creo que necesito un beso para saber si apruebas, no-ví-o

Hob sonríe divertido mientras morfeo se acerco cada vez más a su rostro, sonrió y acaricio sus narices,  como un revoloteo de mariposas

-bueno creo que puedo cumplir ese sueño tuyo.

Unen sus  labios entre risas, acariciando sus mejillas y apegándose entre ellos,  probablemente hubiesen estado toda la noche entre jugueteos, besos y caricias de no haber sido por lucien que entro de repente por la puerta disculpándose de inmediato pero pidiendo la presencia del soberano  en el sueño de un hombre de Murcia el cual necesitaba una leve intervención para evitar algunas catástrofes.

-el trabajo te  llama... supongo que te veré la noche de mañana.

Dijo Hob mientras se estiraba un poco en la cama de nubes y Morfeo se levantaba de esta para colocarse una túnica negra, estaba demasiado cómodo como para colocarse algo más estorboso, miro a Hob mientras le sonreía.

-a menos que quieras acompañarme, un vistazo no hará daño.

-estás seguro?, no quiero incomodarte o estorbar en tu trabajo.

-solo es una responsabilidad menor, si fuera algo peligroso no te lo pediría, además creo que es una buena idea que veas un poco de mi trabajo, quiero que veas con tus propios ojos los sueños que se crean en este reino que es una parte de mi.

-bien, si lo dices de esa forma es difícil negarse, te acompañare.

-bien tal vez después de resolver lo del hombre de Murcia te lleve a ver algún otro sueño mientras me aseguro de que todo esté en orden.

Hob asintió y se levantó de entre las nubes y las sábanas, igualmente se colocó una bata que estaba entre las sábanas, tomo de la mano al mayor y emprendieron el viaje.

Después de resolver el pequeño problema y evitar un problema en el mundo de la vigilia se aseguraron de que todos los habitantes del reino se encontraran bien y que no hubiese ninguna irregularidad; para cuando terminaron sólo faltaba poco más de un par de horas para que Hob tuviese que despertar, volvieron  a la habitación de nubes y volvieron a acurrucarse juntos.


y bueno eso es todo amigos, espero les guste, es una idea rapida que tenia por alli en un lugar oscuro de mis notas, igual espero les gusten los dibujos, los hice despues de mirar la serie y caer en una insana obcesion por esta jaja.


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