JJBA ONESHOTS

Joseph Joestar: Me encantan tus ojos.

--¡_____! ¡Sal ya del dichoso baño, que nos tenemos que ir! --gritó Polnareff, por tercera vez.

Suspiré y salí del baño con mi vestido beige puesto.

--Que sepas que tú has tardado más arreglando tu pelo que yo en prepararme, Pol.

--¡Que si, que si! Si quieres quedarte aquí terminando de prepararte, quédate. He llamado a Kakyoin y a Jotaro para que me esperen.

--¿Me abandonas por unos adolescentes? --pregunté "impactada".

--No son unos simples adolescentes y lo sabes. Son mis mejores amigos. Y si no quieres que opine yo de los tuyos no empieces...--entrecerró los ojos como advertencia y se fue--Te esperamos fuera, date prisa.

«Menudo hermano tengo...».

(...)

A la media hora salí de la habitación con prisa, aunque no creo que nadie me haya esperado.

Al bajar a recepción, vi a Joseph sentado en la entrada dormido.

Me acerqué y me senté suavemente al lado suyo--Joseph--susurré--, despiértate que nos tenemos que ir --pedí.

Joseph se quejó levemente y abrió los ojos, dejando ver aquellos iris verdes hermosos.

--¿Qué pasa, _____? --preguntó tocándose la cabeza.

Me levanté del asiento en el que estaba.

--Supuestamente los chicos me iban a esperar aquí... hace media hora. He bajado y te he visto dormido, pero no te quería despertar--expliqué--, parecía que estuvieras disfrutando del sueño.

Joseph sonrió--Gracias por no haberme despertado, y perdón por no haber estado despierto --agradeció.

Le tendí mi mano, para ayudarle a levantarse, la cual no rechazó.

Salimos del hotel y como ya suponíamos, nos habían abandonado a los dos.

Mientras íbamos al casino, tuve la oportunidad de ver cómo iba vestido Joseph.

«Que bien le queda el traje...» pensé.

Joseph me pilló mirándolo y sonrió.

--¿Te gusta el traje que me he puesto?--asentí, avergonzada porque me había pillado mirándolo-- Avdol me obligó a ponerme este. Supuestamente resalta mis rasgos.

«Y no se equivoca...».

--El traje te queda muy bien. Ha sido una buena decisión el que lo compraras.

Joseph rio-- A ti tampoco te queda nada mal tu vestido, _____. Estás hermosa.

--Muchas gracias, Joseph--agradecí-- ¿Habrá mucha gente en el casino?--pregunté.

--Seguramente si. Como es verano, habrán muchos turistas.

Suspiré-- Lo complicado va a ser encontrar a los chicos entre tanta gente.

A los pocos minutos llegamos al casino, y como suponíamos, estaba lleno.

Mucha gente se me quedó mirando, Joseph notó esto y me agarró una de las manos, llevándonos a donde estaban los chicos.

Estaban sentados en una mesa, jugando al blackjack. Uno de los juegos con cartas más sencillos, quien tenga una puntuación de cartas más cercana a 21 sin pasarse, gana.

Polnareff se levantó y saludó a Joseph, después se acercó a mí --¿No que tú tardabas menos que yo en arreglarme? Bendito sea el día en el que seas puntual, _____.