¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— 🎀 ᴡ ᴇ ʟ ᴄ ᴏ ᴍ ᴇ ‧˚₊*̥✧
Yujin estaba nerviosa por la competencia de natación, ella observaba junto a Jun-hee. Woobin competiría contra Ji-hoo; los primeros en pasar, y aunque la competencia estaba reñida, el violinista ganó la primera ronda llevando a Jan-di con ventaja.
- Te veo más calmada de lo que deberías estar - La hermana del rizado miraba sospechosamente a su amiga - ¿Es que tienes un plan?
- Yo no me he movido - Lo único que oculto la gran sonrisa de Yujin fue un repentino apagón, nadie logró ver quién había llegado. Todos murmuraban preguntándose que había ocurrido - Pero creo que tu hermano sí tenía otro plan.
Después de la competencia llegó el momento de despedirse de Jun-hee - Gracias a cierta persona, mi hermanito va por el camino correcto, nos vemos luego - Jan-di sonreía por las palabras de la primogénita Gu, quien se marchaba en su limusina.
Yi Jeong se acercó a la lavandera - Estuviste increíble - Ambos se compartieron una sonrisa pero el artista se dirigió a Ji-hoo y golpeó su abdomen, pero este no parecía molesto, estaba sonriéndole - Iré a ver a Jun-pyo.
- A mí me encantaría ir pero... prefiero ir a descansar, ustedes han terminado con mi paciencia y con mi energía - El grupo rió, la chica siempre los hacía reír.
— 🎀 S K I P ‧˚₊*̥✧
Un tiempo había pasado ya desde la última competencia de Ji hoo y Jun-pyo y la vida de Yujin parecía estar más tranquila, había pasado tiempo con sus amigos sin peleas o gritos, pero sobre todo, había pasado muchas tardes con Woobin, cada día la confundía más y no sabía qué hacer con sus sentimiento.
Los pensamientos de la modelo fueron interrumpidos por una llamada "Yi Jeong 🏺" - JinJin, Woobin y yo iremos por ti, iremos a casa de Jun-pyo.
- ¿Se puede saber a qué? - La adulta preguntaba mientras se levantaba de su cama, recién se había bañado y necesitaba arreglar su cabello para salir.
- Lo sabrás pronto - Woobin gritó hacia el teléfono y colgó la llamada; quince minutos después del fin de la llamada un timbre se escuchó en el hogar de Yujin - Hola princesa.
- Hola chicos - Los tres se dirigieron a casa de Jun-pyo y al llegar una de las mucamas los dejó entrar. Era obvio que los conocía a pesar de que ninguno de ellos recordaba el rostro de la mujer no mucho mayor que ellos.
- ¿Ya viste la hora que es? Acompáñanos - Woobin gritó hacia él rizado que dormía plácidamente en su cama y le quitó las cobijas bruscamente.