Antología - Bokuaka

008

Capítulo 8
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"Despegaste del cemento mis zapatos
Para escapar los dos volando un rato"

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(PASADO)

Akaashi suspiró mientras subía las piernas a la silla y las abrazaba contra su pecho, su madre estaba adentro con el doctor. No esperaba buenas noticias, probablemente otro desbalance alimenticio. Quizás estaba más bajo de peso.

Cerró los ojos y apoyó su mejilla en las rodillas, no podía seguir dándole estos problemas a sus padres, tenia que comer y dejar de tirar lo que no quería a la basura, tenía que auto convencerse de que eso no iba a engordarlo.

Era tan estúpido, de esta forma no iba a ganar nada, solo hacer que sus padres estuvieran tristes, que se cansaran y ya no estuvieran más orgullosos de él como siempre.

Sintió a alguien sentarse a su lado, abrió los ojos esperándose encontrarse con su madre, pero su mirada se encontró con unos ojos ámbar muy hermosos, el chico estaba acomodado igual que el, en cuanto sus miradas se encontraron el otro sonrió.

—Hola, —susurro, —me llamo Bokuto Kotaro ¿y tu?, ¿por qué estás aquí?, yo tenía exámenes generales, tengo que hacerlos cada seis meses—el muchacho siguió parloteando, y Keiji prestó atención a todo lo que dijo. —¿Que edad tienes? Yo dieciséis.

—Catorce.

—Soy dos años mayor, —Akaashi sonrió y asintió, —¿Ya vas a decirme tu nombre y porque estas aquí?

—Akaashi Keiji, —respondió , —estoy en un proceso nutricional, vengo a mi chequeo mensual.

—¿Por qué?

—Tengo problemas alimenticios.

—Oh... ¿No comes?

—Bueno... Si, pero no de la forma correcta. —hizo una pausa, —y a veces no lo hago.

—Bueno, tienes que hacerlo, —sentenció el otro como verdad absoluta, —Yo te ayudaré, ahora seremos amigos, y comeremos juntos, ¿que te parece eso?

Akaashi abrió en grande los ojos y sonrió. Su primer amigo, que emoción.

—Me gusta mucho la idea.

Hablaron un rato más, intercambiaron número y Bokuto se fue con su "manager" como él la había llamado. Se quedó allí pensando y sonriendo como tonto.

—¿Keiji? —Llamó su madre, él levantó la cabeza y se sintió culpable al instante, su mamá estaba triste, —Vamos, mi vida, tú padre ya nos está esperando afuera.

El solo asintió y la siguió a la salida, no iba a preguntar, sabía que no había salido bien. El camino a casa fue silencioso, cuando llegaron sus padres se fueron a su habitación, Akaashi pensó en ir a escuchar a escondidas, pero decidió no hacerlo, por su salud mental.

Sacó su teléfono y se encontró con una notificación.

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Número desconocido
HOLA 'KAASHI
Como estas???
Ya comiste??
Contéstame si??
Y avísame cuando vayas a comer y así te llamo y comemos juntos
ADIOS AKAASHI
🤍🤍🤍
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Akaashi sonrió y apretó el teléfono contra su pecho, sus padres iban bajando las escaleras, se puso de pie frente a ellos y sonrió.

—Voy a comer todo lo que me sirvan.

☁︎ (CUARTO MES) ☁︎

Akaashi había caído un poco en el alcohol. Nadie podía culparlo, de hecho deberían agradecer que no lo hizo antes, incluso para él había sido sorprendente su resistencia, pero bueno magia tampoco hacía y creía fielmente que ya era necesario.

Aprovecho que Kiyoko no estaría para beberse hasta el último trago del alcohol que encontró, se encontraba en la sala de su casa, mirando el techo y pensando en... en nada en realidad, su mente estaba en blanco y si este era el resultado del alcohol no dudaría en volver a poner a prueba el método de superación.

En medio de la penumbra de la casa su teléfono brilló al otro lado de la habitación, había olvidado por completo que estaba por allí, sonrió y se acercó al aparato, cuando estuvo en sus manos soltó un bufido al darse cuenta que solo estaba pidiendo batería, estúpido celular.

Estuvo apunto de tirarlo por ahí y seguir su plan de mirar el techo, pero una idea cruzo su cabeza y nadie podría culparlo porque no estaba sobrio. Busco como pudo el número de Bokuto y no dudo en marcar.

El corazón empezó a latirle con prisa, esperando con anhelo que respondieran al otro lado, sin embargo, la llamada se fue a buzón de voz. Akaashi en el fondo de su ser se lo esperaba, pero está vez, -diferente a las otras llamadas que había hecho- decidió dejar un mensaje.

—Hola, —saludo a la misma nada, al darse cuenta soltó una risa, y luego sin darse cuenta, lágrimas, —te extraño Boku... Muchísimo, —susurro con la voz rota, —eres mi vida entera, y se que lo sabes, y ahora por tu maldita culpa estoy alcoholízado hasta la mierda, —un lamento salió de su boca —Ni siquiera puedo aceptar que terminamos, hijo de puta, ¡me iba a casar contigo! —guardó silencio y luego simplemente gritó, —¿Donde estas maldita sea?

—¿Akaashi? —el mencionado se sobresaltó ante el llamado y abrió en grande los ojos al ver a su mánager, —¿Que haces?

Suspiró.

—El ridículo.

Ella sonrió y soltó una pequeña risa antes de llevarlo hacia su habitación y ponerlo a dormir, cuando terminó de organizar un poco el desastre que tenía el cantante, fue hacia el teléfono y trato de prenderlo para ver que tan malo era lo que Keiji había hecho, sin embargo, este no emitió luz. Estaba apagado.