La hipersexualidad

882 60 19
                                    

Chaeyoung pov:

Hablé acerca de Mina a mi jefa ya que me estaba empezando a preocupar que tenga un alto grado de adicción al sexo.

Tal vez yo cuando era más joven me dejaba hacer lo qué sea con ella pero ahora que ya soy una adulta me preocupa, tener ese grado de adicción al sexo no es normal y la ninfomania tampoco.

Mi jefa me aconsejó llevarla con un psicólogo pero a la única psicóloga que conozco es a Winter, ella conoce perfectamente a Mina, supongo que la ayudará con su trastorno compulsivo.

La anterior vez estuvo toqueteandome mientras teníamos a Sung presente. Con suerte él estaba distraído viendo la tele una película y nosotras estábamos en vueltas en frazadas.

Yo me molesté ya que teníamos a mi niño presente por lo que me quité la frazada.

Desde que empecé a prohibirle a Mina nada de sexo por cinco meses entró en una crisis desesperante, era como quitarle a un adicto al tabaco su cigarrillo y que deje de fumar.

Ella empezaba a estar de mal humor o a veces tenía bipolaridad...Yo la amo, ella es mi todo, pero no quiero perderla. No quiero que mi relación se destruya por culpa de su impulsividad.

Llegué a cansada esta vez agotada, más agotada que de lo que llego normalmente a casa.

Sung me dio la bienvenida con un abrazo el cual no rechacé y me senté a cenar en la mesa apoyando mi cabeza en la palma de mano.

Terminé y lave mi plato sucio.

Subí a mi habitación quitándome la camisa, me senté en la orilla de mi cama, me quité los zapatos y pantalon.

—Al fin, descanso.— me eché en la cama estirándome y luego entré a la ducha.

Dejé caer el agua por mi cuerpo y pasé el jabón en todo mi cuerpo. Me enjuague y me coloqué mi pijama.

Salí de la ducha para meterme a mi cama y dormir tranquila.

Mina entró a la habitación y se echó a mi lado.

—Hola bebé.— me besó y con las pocas energías que tenia le correspondí 
¿Cómo te fue en tu trabajo?

—Algo cansador esta vez.— hablé con poca energía

Mina se acercó más a mí, empezando a besar mi cuello y a desabotonar mi camisa de seda para empezar a besar mis pechos.

—Ay amor basta.

—¿Porqué?—continuó besando mi pecho.

—¡Basta por el amor de dios!, ¿qué no entiendes qué no, es no?— la alejé con mi mano, sentándome en la cama y tocando mi cabeza. Al parecer tenía dolor de cabeza.

—Pero déjame que te quite tu estrés.— se sentó y besó mi hombro.

—¡No Mina!, ¡No!. No de esta manera y déjame tranquila. Por favor.

Ella se alejó de mí y se salió de la cama para agarrar su pijama.

—Haz cambiado Chaeyoung, tú no eras así, de seguro tienes a otra.— me miró como si estuviera celosa.

—¡Y tú antes no eras así!, antes lo hacíamos cuando ambas lo queríamos pero ahora es cuando tú quieres.

—¡Antes no eras así!.

—¡Por dios!, No todo es sexo en la vida. Hasta quieres tener sexo teniendo a nuestro niño en casa, tú no sabes el trauma que le podemos causar al niño si nos escucha tener sexo, o si ve a su mamá desnuda gimiendo

TRUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora